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jueves, 24 de abril de 2014

Reserva del Bisonte Europeo en San Cebrián de Mudá, Palencia



Debido a mis raíces palentinas me encantaría contaros mi experiencia en este lugar muy cercano al lugar de nacimiento de mi madre, Vallespinoso de Cervera. Esta Reserva del Bisonte Europeo está situada en San Cebrián de Mudá, pueblo con un pasado minero muy acusado, que está intentando darse a conocer con iniciativas tan interesantes y enriquecedoras como esta. Es una manera ideal para sacar del olvido y la despoblación a esta zona rural del norte de Palencia, se generan puestos de trabajo para los lugareños, para que así no emigren a otras zonas con más oportunidades. Estos nuevos proyectos arrastran a turistas que también generan riqueza en la zona, por ejemplo, en casas rurales, restaurantes, tiendas, etc... Me encantó que los guías de la reserva fueran gente joven del pueblo, que se turnan entre ellos para atenderlo. Ojalá consigan que sea su trabajo en exclusiva y que puedan vivir de ello. Son de allí y se nota que les gusta lo que hacen.

jueves, 20 de febrero de 2014

Sierra de Francia y Las Batuecas, Salamanca

Ir a un lugar como la Sierra de Francia, la parte más occidental del Sistema Central, fue un acierto. Una región con pueblos serranos muy peculiares, con una arquitectura propia y una gastronomía con el cerdo como referente. Cuidado con los embutidos de la zona, simplemente espectaculares, no hay nada mejor para secar jamones que el aire de la sierra. Todo esto en un entorno arbolado formado por castaños, robles y pinos en su mayoría, con mucha agua en forma de pequeños ríos caudalosos. En definitiva, un lugar para desconectar y evadirse.


lunes, 16 de diciembre de 2013

Zafra, un pueblo cuidado y acogedor con una gastronomía exquisita.



Espectacular
Qué acierto, hemos elegido sabiamente. Extremadura nunca defrauda y siempre sorprende, y esta vez no iba a ser menos.
Está un poco lejos de Madrid, pero es todo autovía y realmente no se hace pesado. El paisaje acompaña durante el viaje, dehesa, olivos, vides. Se pasa por el Tajo y el Guadiana, que en esta época van hasta arriba de agua. Parando un par de veces, se tardan unas 5 horas.

jueves, 17 de octubre de 2013

Granadilla, un pueblo con horario de visitas

Granadilla es un pueblo que se encuentre situado en el embalse de Gabriel y Galán en la provincia de Cáceres, fuimos porque el propietario de la casa rural donde nos alojábamos en Hervás nos lo recomendó con gran entusiasmo y no nos pudimos negar. Fue un acierto total.



jueves, 12 de septiembre de 2013

Soria, no te la imagines, vívela

Ha sido una grata sorpresa conocer Soria, ya conocíamos parte de su provincia, pero nos quedaba la capital y nos hemos animado a visitarla este verano. Es una ciudad pequeña y acogedora que cuenta con poco más de 40.000 habitantes pero eso sí, tiene una gran capacidad artística y monumental con un imponente y precioso río Duero por el flanco este que le proporciona un aire romántico y de sosiego.

Galería en la Plaza Mayor

lunes, 1 de julio de 2013

Veraneando en un parador de playa.

Este año las vacaciones de verano se han adelantado al mes de junio. Con una tarjeta 5 noches ya comprada decidimos utilizarla en un parador de playa, el elegido ha sido el Parador del Saler. Las razones han sido varias: la cercanía, el clima, la temperatura del agua del Mediterráneo, la ubicación en plena Albufera valenciana, el spa…, vamos que tenía una pinta increíble. Todo esto junto al empujoncito del artículo de Loli en este mismo blog nos hizo decidirnos. Tenía la sensación de que la experiencia sería buena, pero no hasta tal punto de ser una de las mejores vacaciones de mi vida.

Parador de El Saler


http://unosamigosdeparadores.blogspot.com.es/2013/03/la-playa-del-saler-y-su-parador.html


Elegir un lugar a menos de 4 horas de Madrid es una maravilla, poder mojarte el culete la misma tarde en la playa o piscina es un pequeño placer que todo el mundo tendría que darse y si encima la playa es casi privada, no por ser del parador, sino porque es el único acceso en esta zona a las playas de La Albufera., mucho mejor. No hay casi gente y la disfrutas al máximo. Esto añadido a esa temperatura del agua que casi no da sensación produce una sensación muy agradable. Os lo dice un experto en frías aguas cantábricas, años de experiencia. Había que sacarse la espina del año pasado en Galicia. Mis reticencias al Mediterráneo se han borrado de un plumazo. Es lo que tienen los prejuicios, están para romperlos, por un lado es placentero, pero por otro piensas, joder, lo que me he perdido. Es una sensación agridulce.

Volviendo al tema de veranear en un parador, es algo placentero, unir el ambiente, el servicio, la comida, con la playa y la piscina, es cerrar el círculo. Veranear en un hotel de playa, muchas veces, supone esperas en el comedor, música ambiente en la piscina, niños correteando y padres gritando para que no lo hagan, monitores intentando que juegues al waterpolo o a la petanca. Esto al final te acaba pasando factura, no se desconecta del todo, el ajetreo no te permite cambiar el chip, sigues con la sensación de ir con prisas de un lugar a otro. Todo tiene hora, y debido a las muchas habitaciones, tienes que ir pronto a comer o cenar, porque si no es así tienes que esperar cola. La verdad, a veces, esto produce cabreos innecesarios que en época de vacaciones no debería ser así.

Un ejemplo; en la piscina de este parador, ni los niños gritan, creo que se ven poseídos por el ambiente de paz y descanso que se irradia en todo el entorno. El estar rodeado de pinos y de un campo de golf de 18 hoyos, sin duda ayuda. Esta sensación placentera te invade y el disfrute va aumentando según pasan los días.

Piscina exterior

Poder elegir playa o piscina, en poco más de 100 metros, desayunar hasta casi reventar uno de esos magníficos desayunos, tomarte un sándwich Hoyo 19 para comer o cenar, o visitar el restaurante y pedirte un arroz a banda con sorpresa final, es algo que hay que vivir. Os lo recomiendo, para mí ha sido como hacer taichí o yoga. Unir playa, gastronomía, tranquilidad y buen ambiente supone una sensación de paz interior, de paladear lo bueno de la vida.

Acceso a la playa

Playa cercana al parador


Han sido cinco noches y seis días maravillosos, poder bañarse o pasear solos por la playa, ponerme a leer un libro después de bastante tiempo sin hacerlo, relajarte en el spa con una piscina de casi cincuenta metros de largo, comer arroz negro, a banda, senyoret  e incluso una fideua de fideo fino, han hecho que sea una semana casi perfecta de serenidad y gozo. Este enclave de pinos, matorrales, dunas y hierba perfectamente cortada es un lugar ideal para olvidarte del mundanal ruido y pensar en el disfrute de uno mismo con pausa, sin horarios, sin casi teléfono, sin preocuparse de llevar dinero encima, lo pasas todo a la habitación. Lo más que había que decidir era si playa o piscina, restaurante o cafetería, sol o sombra, pelota o frisbee. Puro descanso que realmente es lo que buscábamos.

Campo de golf


Es la primera vez que me alojo en un parador de playa, pero tengo la sensación que en el resto de los de este tipo la cosa se parecerá, cambiará el enclave, pero lo esencial, el descanso del guerrero será similar. Habrá que repetir.

Filustro

jueves, 25 de octubre de 2012

Mónsul, una playa de ensueño en el Cabo de Gata


Conocer esta playa en el mes de Mayo ha sido una de esas experiencias que no te esperas. Se encuentra en el Parque Natural del Cabo de Gata, una región única en España, con una naturaleza y un encanto especial. Una zona árida con escasa vegetación que te atrapa, la erosión ha esculpido el terreno y da lugar a formaciones caprichosas y de gran belleza.

Vaya panorámica


Es una playa de 300 metros, de las más grandes del Cabo de Gata, y además una de las más visitadas, ya que tiene un aparcamiento cercano, lo que la hace más accesible. Eso sí en los meses de verano está más concurrida, pero lo que es en Mayo la pudimos disfrutar casi solos. Vamos un auténtico lujazo, a pesar del viento y hacer sólo 20 grados la disfruté como un enano. Poder recorrerla sólo, pisando la arena como quien pisa la nieve recién caída, es un bálsamo para cualquiera, te rejuvenece, te carga las pilas al máximo No me pude resistir y me bañe, el agua fría, muy fría, se me encogió hasta el cerebro, pero irme de allí sin probar ese mar de Alborán me parecía un delito.


La erosión


La naturaleza se abre paso por cualquier resquicio
Muchos os sonará la playa por la famosa escena de Indiana Jones y la Última Cruzada donde Henry Jones (Sean Connery) espanta con un paraguas a una bandada de gaviotas para que estas se estrellen con el avión que les persigue. Escena mítica que se me quedó para siempre en mi memoria y que pude recordar in situ en el lugar donde se rodó, es una bonita sensación. Una película que vi con mis dos hermanos mayores en el cine y que me trae muy buenos recuerdos. No han sido muchas ocasiones las que hemos ido los tres al cine juntos y guardo un gran recuerdo de ello. Estar en esta playa, ver su hermosura y recordar viejos tiempos, que más se puede pedir.

Desértico y hermoso

Hay que destacar las formaciones rocosas que tiene esta playa, hasta en una de ellas te puedes resguardar del intenso calor y del viento, eso sí, según de donde sopla. La naturaleza es caprichosa y esculpe a su gusto. Pinta cuadros con unos formas y colores que ni el mejor de los pintores imaginaría y poderlos disfrutar con tus propios ojos es algo que tenemos que cuidar al máximo, respetándolo. El mar y el viento lleva millones de años formando esta maravilla y debemos dejar que esto siga así mucho más tiempo. Las playas vírgenes en el Mediterráneo son escasas y es responsabilidad nuestra que sigan así. Por eso me gusta que en los meses de verano se restrinja el acceso de los coches hasta la playa, para así preservar el Parque y el entorno en la medida de lo posible.

Un paisaje que atrapa



Me encantan las playas, me producen un flujo de sensaciones que pocos lugares consiguen y esta en concreto me removió por dentro y se merece un lugar muy alto en el ranking. Os invito a que lo descubráis y si podeis ir en Junio o Septiembre evitando el mayor flujo de personas del verano, mejor que mejor.


¿Posado robado?


Escrito por Filustro




lunes, 7 de mayo de 2012

La Cueva de El Pendo, Cantabria

Entrada de la cueva

Cantabria en cuanto a cuevas prehistóricas no sólo se queda en Las Cuevas de Altamira y la Cueva de El Soplao. Estas son las dos más conocidas y publicitadas, pero hay muchas más, La Cueva de El Pendo es una de ellas.

Fuimos allí por recomendación familiar, es un lujo tener familia por tierras cántabras, te recomiendan lugares y sitios que visitar. Acertaron de pleno. Es una cueva diferente a las que he visto hasta ahora. No hay estalactitas, ni estalagmitas, hay unas fabulosas pinturas rupestres, un friso de 25 metros, visible desde prácticamente toda la cueva. También llama la atención por su estructura, una gran cavidad, formada a lo largo de miles de años, por los grandes desprendimientos y arrastres del agua, lo que ha formado una oquedad de gran altura de hasta 20 metros, ideal para que los homo sapiens y los hombres de neandertal camparan por allí a sus anchas. Tenían mucha luz porque la entrada de la cueva es muy amplia y esta penetraba muchos metros dentro de ella. Las pinturas se encuentran a unos 100 metros de la entrada, y son visibles desde muy lejos.

Es una cueva donde se han encontrado restos arqueológicos importantes como son los bastones de mando, hasta 12 unidades de gran valor. En ella se puede estudiar muy bien el paso del tiempo, por los hasta 33 niveles de sedimentación que han aparecido. Desde el Paleolítico Medio hasta la Edad del Hierro se han encontrado restos de evidencias del paso del hombre.


Su principal valor es el friso de las pinturas, 25 metros descubiertos en 1997, formado por 12 ciervas, una cabra, un caballo y dos figuras indeterminadas, a parte de numerosos puntos, líneas alrededor de las pinturas principales. Quizá el gran valor que tienen sea el lugar elegido para su ubicación y la utilización de salientes de la roca y sus grietas para dar perspectiva al conjunto. Se nota que el autor tuvo en cuenta donde las pintaba y desde donde se podían ver. La altura a la que se encuentran del suelo es un misterio para los arqueólogos, no hay evidencias claras de como se encaramaron allí para pintarlas. Se cree que pudieron hacerlo a través de una especie de andamios de madera. En otras cuevas con pinturas rupestres se han encontrado evidencias de este tipo de estructura, como restos de madera o agujeros realizados para encastrar la madera en el suelo. Pero en el Pendo no se han encontrado evidencias, debido a la multitud de escombros en el suelo debido los desprendimientos y arrastres a lo largo del tiempo.



Estas pinturas tiene un gran valor, no sólo por lo artístico de las mismas sino también porque el autor pensaba en su divulgación, debido a su situación dentro de la cueva y la utilización del relieve de la roca para dar perspectiva a las mismas. Se nota que sabía que pintar y donde hacerlo.

¿ Cómo han podido llegar a nuestros días tan bien conservadas las pinturas ?. Varias son las razones, la primera el óxido de hierro utilizado, el cual se ha impregnado en la roca caliza porosa y se ha fijado en ella. Y la segunda las condiciones de humedad, estas han estado cubiertas de moho durante miles de años hasta su descubrimiento hace 15 años.

La cueva se encuentra a escasos 15 km de Santander, en un lugar bastante recóndito, en un pequeño valle cerca del pueblo de Escobedo, Camargo. La cercanía de agua por los ríos cercanos, la proximidad del mar y las propias características de la cueva han hecho que haya estado ocupada durante toda la prehistoria y que hayan quedado vestigios hasta nuestro días. A día de hoy se continúan las excavaciones arqueológicas y se espera encontrar más restos a lo largo de los años. Se cree que en la propia entrada de la cueva es donde se encontrarían más restos y evidencias por su amplitud y por la gran cantidad de piedras y escombros que han sepultado las posibles evidencias a encontrar.

Acceso peatonal

Entrada

Para llegar hasta allí se accede por una carretera muy estrecha y de un sólo carril, con pocos apartaderos para que pasen dos coches. Por este motivo y por su conservación tiene unos horarios de visita concretos. Por lo tanto es muy recomendable reservar con antelación. Os dejo el enlace de la página web con horarios y teléfonos para su reserva.

http://cuevas.culturadecantabria.com/pendo.asp

Querría hacer mención especial al guía que nos enseño la cueva. Fue una visita muy didáctica, se notaba que le gustaba lo que hacía y que tenía experiencia tanto con adultos como con niños. Es interactiva, constantemente hace preguntas y te invita a participar. Es una perfecta manera de conocer estos lugares, explicando llanamente lo que ocurría en las cuevas, su formación, quien vivía allí, cómo se pintaba, como se formó la cueva, su morfología y otras muchas cosas que iréis descubriendo si la visitáis.  El guía te mantiene atento durante la duración de la visita. Lo recomiendo encarecidamente.























En definitiva la visita a esta cueva ha sido un autentico espectáculo como se cree que quería el autor de sus magníficas pinturas rupestres.


Escrito por Filustro






lunes, 26 de marzo de 2012

Playa de los Muertos, Carboneras, Almería

Playa de los Muertos

Desde hace algún tiempo me rondaba escribir un artículo de esta playa que se encuentra en Carboneras, Almería. La visitamos Susana y yo en el verano de 2008 y nos encandiló por su belleza, sus aguas cristalinas y sus formaciones rocosas espectaculares junto a esas millones de piedritas redondeadas que forman esa cama donde te puedes tumbar con toalla o sin ella y no mancharte de arena, jugamos incluso a las palas, son piedras tan pequeñas que son como arena fina, pero sin la incomodidad de esta.



Se encuentra en el Parque Natural del Cabo de Gata, una extensión de 38.000 has. protegidas que va desde Carboneras hasta San Miguel del Cabo de Gata, todo esto junto a las 12.000 has de franja marina protegida a lo largo de la costa. Todo ello formado por un paisaje de origen volcánico y semidesértico que le da una belleza única en España. Es de los pocos parajes vírgenes en nuestra franja mediterránea. Sus pueblos blancos, su costa abrupta, salvaje y sin construcciones sorprende. Le da un aire único, de tranquilidad y sosiego. Visitarlo en septiembre como hicimos nosotros fue un acierto, el calor ya no aprieta tanto, hay menos gente que en los meses de julio y agosto y se puede recorrer con más pausa y sin aglomeraciones.

Acceso a la playa
Volvamos a lo que nos ocupa. El acceso a esta playa es un poco difícil, pero es lo que la hace especial y estar más aislada. Hay que andar un buen trecho, con un poco de pendiente, en un camino no muy acondicionado. Pero es mejor que sea así para que se conserve mejor y en estado salvaje. Fue un poco caos bajar con todos los bártulos, pero merece la pena el esfuerzo. Cuando llegas te espera una playa trazada con tiralíneas, recta como si la hubieran trazado con escuadra y cartabón. tiene 1,1 km de largo y unos de 30 m de ancho.  La erosión y la naturaleza nos brinda en muchas ocasiones obras de arte de incalculable valor.



El nombre la playa viene dado por la aparición en sus aguas de cadáveres de piratas, comerciantes y marineros años atrás. El mar dejaba en este lugar los cuerpos sin vida de los naufragados en estas costas, de ahí recibió este nombre un poco tétrico, en contraste con su gran belleza.

Poca gente

Es una playa apta para el nudismo por su baja ocupación, te encuentras relajado en ella, sin aglomeraciones, puedes pasearla, meterte en el agua y observar los peces a simple vista. Aconsejo llevar gafas de bucear y aletas, nosotros no lo hicimos y me arrepentiré toda la vida.

La zona derecha de la playa es la más bonita, con una formación rocosa, al final de la misma, que conforma una estampa que recordarás.

Lo que brilla son flores

Si buscas relax en imágenes de Google, aparece esto.



En definitiva fue una tarde perfecta en esta maravillosa playa durante unas vacaciones en Mojacar muy recomendables. El Parque Natural del Cabo de Gata es un lugar muy bello, peculiar y diferente, que enamora a quién lo visita. Nos os perdáis Nijar, San José, la Playa de los Genoveses y muchos otros rincones de este parque. A nosotros nos faltaron días para recorrerlo más en profundidad, pero todo se andará.

Escrito por Filustro








domingo, 4 de marzo de 2012

Park Güell. Barcelona, otra obra maestra de Gaudí.



Es uno de los lugares más espectaculares de Barcelona., no hay duda que mucha gente estará de acuerdo conmigo, junto a la UNESCO que lo declaró Patrimonio de La Humanidad en 1984. Es una obra civil que el conde Güell encargó a Gaudí que junto a varios colaboradores habituales crearon este parque que se abrió al público en 1922. No todo fue de color de rosas, el conde compró las parcelas para hacer una ciudad-jardín y le encargó el proyecto a Gaudí, pero todo fracasó y en 1914 se pararon las obras, porque las ventas de las parcelas no se habían producido, pero quedaron estas fantásticas construcciones del maestro, que por su gran belleza unos años más tarde se abrieron como parque y hasta nuestros días se mantiene como tal y es una de las referencias de la capital catalana.

Lo he visitado dos veces, la primera estuvimos poco tiempo, vimos lo básico, la entrada, la escalinata, el dragón y la plaza de la naturaleza. Vamos la típica visita de turista, rápida y escueta. Nos quedamos con ganas de más. Pero en 2009, cuando volvimos a Barcelona para un concierto, aprovechamos una mañana para conocerlo más en profundidad y recorrerlo casi en su totalidad. Fue un auténtico lujazo.

Fuimos con calma, a pesar del gran gentío que nos encontramos en la entrada, disfrutamos de esa escalinata con el dragón, no puedes dejar de mirar este conjunto por su gran belleza. Los dos edificios de la entrada del parque con esos elementos arquitectónicos típicos de Gaudí ya te reciben y te anticipan que lo que hay dentro va a ser aún mejor. Y no te equivocas según vas descubriendo más zonas quieres más y más y este te lo da.

Lo mejor es hacer un recorrido circular paseando por los viaductos que creo el arquitecto catalán, después de deleitarse con la visita de la sala Hipóstila y de subir a la Plaza de la Naturaleza y sentarse en ese banco corrido y observar la magnífica vista de Barcelona que desde allí se puede ver.

Gaudí creo una serie de viaductos para salvar el desnivel y que los carruajes pudieran transitar por el lugar. Se empieza por el Viaducto del Museo de estilo gótico, pasando por jardines, el museo de Gaudí, todo rodeado por árboles, salpicado de columnas retorcidas que invitan a pararte y paladear este buen gusto que tenía este arquitecto que es un patrimonio mundial. Es único e irrepetible. Este primer viaducto enlaza con el segunto llamado Viaducto de las Jardineras de estilo románico que recorre la parte alta todo orientado hacia Barcelona, por lo que las vistas son espectaculares, todo el recorrido lleno de arbolado, plantas y jardines que le dan nombre. Es un placer recorrerlo, es precioso. Es muy típico encontrarte músicos por todo el lugar, tocando en grupo, solos o en pareja. Escucharles en ese entorno realza la música que tocan.

Llegando al final de esta parte alta nos encontramos con el Turó de les tres creus, un monumento que en un principio iba a ser la capilla de la Ciudad-Jardín, pero al encontrar restos prehistóricos cambió de opinión y construyó este monumento. Desde él, las vistas hacia Barcelona, sobrecogen.

El ultimo de los viaductos es el  Viaducto del Algarrobo de estilo barroco con esas columnas en forma de ola. su conjunto enamora, es impresionante.



En conclusión recorrer este maravilla merece muchísimo la pena, sacar tiempo y dedicarle al menos dos o tres horas te dejará con una satisfacción plena. Lo recomiendo, se que cuando visitamos grandes ciudades , hay mucho que ver, pero dedicar un poco de tiempo a este lugar es un acierto seguro.

Escrito por Filustro









miércoles, 8 de febrero de 2012

Monfragüe, un paraíso natural


Por fin me he quitado la espinita de visitar este Parque Nacional. Hace años pase por allí de camino a otro lugar y me quedé con las ganas. Lo siguiente será pernoctar dentro de él, pero eso será en otra ocasión. Los chozos que vi en el pueblo de Villarreal de San Carlos me invitan a ello.

Paisaje de Monfragüe con el Tajo

Es el Parque Nacional más joven de nuestra red, declarado como tal el 2 de Marzo de 2007 y cuenta con 18.814 ha. de extensión. Es uno de los mejores ejemplos de monte mediterráneo, está lleno de encinas, alcornoques, matorrales, etc. todo en un entorno lleno de arroyos que junto al Tajo y el Tiétar forman un conjunto perfecto y muy armónico. En ella conviven multitud de fauna y flora. De la primera destacan las aves, entre las que se encuentran el águila imperial ibérica, el buitre negro y la cigüeña negra. Todas ellas se pueden observar a simple vista sobre nuestras cabezas, en el parque hay un buen número de peñascos donde anidan y es un espectáculo observarlos. Os recomiendo llevar prismáticos para ello, o en su lugar una cámara con un buen zoom.

http://reddeparquesnacionales.mma.es/parques/monfrague/index.htm

http://www.monfrague.com/

En cuanto a la flora, destaca la inmensa dehesa que lo abarca casi todo. Es un placer observarla desde la multitud de miradores diseminados por todo el camino, paramos en muchos de ellos para disfrutar de unas vistas que nunca olvidaré. Todo ello con poca gente ya que en Enero, no hay muchos visitantes, por lo que estuvimos tranquilos y muy relajados. También pudimos ver alcornoques, jaras y otros arbustos mediterráneos. Quisiera comentaros la labor de repoblación que se está realizando, se han arrancado multitud de eucaliptos plantados en los años 60, en su día para comerciar con ellos, pero resulta que es un árbol muy agresivo y han decidido sustituirlos y repoblar con encinas que es el árbol autóctono de lugar. Eso sí, la encina es un árbol de crecimiento lento y tardarán bastantes años en formar un bosque mediterráneo, se lo dejaremos a las generaciones futuras.

La Dehesa


Nosotros entramos al parque por el río Tiétar, siguiendo su curso hasta su desembocadura en  el Tajo. Fue un acierto. Creo que es la mejor entrada, nos dejamos aconsejar por los suegros que en muchas ocasiones rezuman sabiduría, es lo que dan la experiencia y los años. Nuestra primera parada la hicimos en la Portilla del Tiétar donde ya pudimos observar a los buitres hondeando sobre nuestras cabezas. En el lugar había gente con cámaras profesionales haciendo fotos desde primera hora y nos enseñaron una foto de dos buitres y un águila imperial formando un triángulo perfecto en vuelo realmente buena. Fuimos muy tranquilos parando en muchos miradores donde pudimos hacer fotos y observar esta paisaje tan maravilloso que conjuga agua, aves, peñascos y bastante arbolado, todo un conjunto que tenemos que preservar a toda costa.

Embalse del Tiétar


En uno de estos miradores, La Malavuelta, paramos para tomar un piscolabis , una delicia,  se encuentra en la presa Torrejón-Tiétar, tiene mesas para ello y unas explanadas ideales entre árboles  para tumbarse a la sombra y echarse una siestecita.

Ideal para echar un mantel y a comer

Presa del Tiétar


Seguimos por una sinuosa carretera hasta el pueblo de Villarreal de San Carlos, el cual ha sido rehabilitado para albergar en varios edificios el Centro de Interpretación del Parque, en uno de ellos disfrutamos de un buen audiovisual que ensalzaba las bondades del mismo y el peligro que corre si no se cuida este entorno tan único y privilegiado. Este bosque mediterráneo en estado puro es de los pocos que quedan tan bien conservados.

Aprovechamos para comer allí, en unas mesas al aire libre dispuestas allí mismo para ello. Qué bien nos supieron los bocadillos, qué comida tan fácil de preparar y qué buenos momentos dan. Reivindiquemos  el bocata, es un alimento fundamental en la comida mediterránea. Estas mesas estaban cerca de apartamentos rurales y chozos rehabilitados, me dieron ganas de quedarme allí y hacer noche, lo dejaremos para otra visita, que seguro haré a este magnífico parque nacional.

Un chozo

El otro chozo



















Nos dirigimos al lugar más conocido, el Salto del Gitano, un estrechamiento coronado por un gran peñasco donde anidan y revolotean las aves, los buitres negros o leonados a sus anchas haciendo las delicias de los que los observamos. Es un estampa preciosa con muy buenas vistas, es la paraje más fotografiado y transitado del parque, por algo será.



El nombre viene dado por una curiosa leyenda  generada por un bandolero gitano, el cual desvalijó a unos comerciantes en Villarreal de San Carlos  y, descubierto por la guardia civil, huyó por el monte hasta llegar al peñasco y saltó de un lado a otro del río para despistarlos. Cierta o no la leyenda el nombre se quedó y es un sitio de obligada parada.

El Salto del Gitano


El Tajo

















La siguiente parada fue en el Castillo y la Ermita de Monfragüe. Como es costumbre el castillo está en todo lo alto, acondicionada su subida, desde hace poco tiempo para hacerlo en coche hasta los pies del castillo, a falta de que el visitante suba unos buenos y empinados tramos de escaleras. En temporada baja con poca afluencia de público, se está tranquilo, pero me imagino que en primavera o verano cuando el gentío sea mayor será un poco agobiante. Pero que nos quiten “lo bailao”, estábamos casi solos y disfrutamos de una de las vistas más espectaculares que me he encontrado en mi vida.

El Castillo

Torre caída


Del castillo queda un poco de muralla y sólo una de las torres. Se puede subir hasta ella y deleitarse con el paisaje que se ve desde allí, es un auténtico placer ver la dehesa extremeña en estado virgen hasta donde la vista te alcanza, salpicada por el Tiétar y el Tajo serpenteando entre ella. Quedarse allí a descansar después de la subida y observarlo todo con tranquilidad es una pasada, estaba acelerado de tanta belleza, no podía dejar de mirar, me habría quedado allí horas.

Dehesa desde el castillo

El tajo desde El Castillo
Con mucha pena nos fuimos de allí camino a Trujillo, haciendo una parada para tomar un café en la Hospedería Parque de Monfragüe, otra manera de disfrutar de esta zona, con algo más de lujo. Alojamientos para todos los bolsillos se encuentran en el parque, quedarse en cualquiera de ellos es bueno para la economía del entorno y que esto sirva para su conservación y disfrute en la actualidad y para el futuro.

Hospedería Parque de  Monfragüe
Durante el camino al pueblo de los conquistadores, vimos toros, vacas, ovejas y cerdos disfrutando de aquellos parajes. En esos días malos que todos tenemos te encantaría ser uno de ellos, vivir entre encinas y alcornoques, con unas atenciones exquisitas por parte de sus amos, con comida abundante y sin ninguna prisa. Qué vidorra.

Nos esperaba el Parador de Trujillo y este precioso pueblo  pero lo dejaremos para otro artículo. No quisiera despedirme sin decir que espero que logren que el tridente Plasencia, Trujillo y Monfragüe sea Patrimonio de La Humanidad, han presentado la solicitud, espero que lo consigan, tienen todo mi apoyo.

http://www.paisajemediterraneo.es/index.htm

Patio Parador de Trujillo

Atardecer en Trujillo

Escrito por Filustro

miércoles, 25 de enero de 2012

Jaén y su castillo.



Esta historia empezó con el encargo de una misión que nos llevaría a Jaén, todo se produjo con mucha celeridad, de improviso, se nos solícitó a mi fiel acompañante y a mi persona la visita a esta ciudad del sur de nuestra España, para conocer su estado, su cultura y sus gentes, para así informar de cómo se encuentra la ciudad en esta época tan convulsa en la que vivimos hoy.


Catedral

Castillo de Santa Catalina


Nuestro viaje arrancó a los amaneceres, preparamos nuestros aperos, achiperres y ropajes para emprender un camino largo. Al principio  nos encontramos con una niebla espesa y un frío que se metía en los huesos. Esta mezcla entristece un poco al cuerpo y a la mente, te apaga algo, pero al salir de las afueras de nuestro querido Madrid, cruzar el Tajo y entrar en esas tierras manchegas y quijotescas todo se fue disipando, la niebla y el sueño. Estas llanuras están llenas de cereal y viñas, todo ello salpicado por cerros con algún molino, que me hacen recordar las batallas de la obra maestra de nuestra literatura patria, con esos gigantes imaginarios que Cervantes nos describió con su gran genialidad. Desde el camino por donde cabalgábamos se ven algunos de esos molinos, los de Consuegra, con su castillo entre ellos, una imagen maravillosa, que espero poder hacer parada y fonda en ellos para conocerlos, a no mucho tardar.

Nuestro camino continuo tranquilo hasta que nuestros estómagos, empezaron a hablar y a quejarse. Aprovechamos la cercanía de una venta muy popular en Puerto Lápice, los dos la conocíamos ya de otras aventuras, por lo que no dudamos en parar a tomar unos cafés  para acallar nuestras vísceras y para templar nuestros cuerpos. Esta venta es muy grande y está bien atendida por unos buenos taberneros. Tiene un gran patio central con muchas mesas, una bodega interior para tomar unas buenas migas o gachas con unos buenos caldos para llenar el gaznate. Es parada obligada si vas a visitar tierras sureñas, te atienden bien y el lugar es bonito y acogedor, siempre lleno de gente, es un lugar típico y agradable.


Venta del Quijote

Bodega

Patio


Emprendimos el camino hacia Despeñaperros, esa barrera natural que separa la Mancha de tierras jienenses. Siempre que pasamos por aquellos parajes nos sobrecogemos un poco, es un lugar precioso por su vegetación y sus desfiladeros, pero algo peligroso por esa diferencia de altura que hay que salvar, aunque últimamente los caminos van mejorando y se pasa mejor.

Al pasar este desfiladero nos damos de bruces con un mar de olivos, miles y miles de hectáreas,  los cuales nos acompañaron hasta el final de nuestro trayecto. El olor del ambiente cambia, es intenso pero a la vez embriagado. Del fruto de estos árboles muchos ya centenarios, se saca ese oro líquido que tan bien riega nuestros platos y los hace más saludables y sabrosos. Un buen pan, con un chorro de aceite y un poco de sal, es un manjar sencillo, pero muy rico, a veces lo más sencillo produce más satisfacción que el plato más elaborado. En definitiva un paisaje que impresiona, no deja indiferente a nadie.


Mar de olivos


Llegamos a buena hora a nuestro destino, Jaén, una ciudad en cuesta, con calles empinadas, laberínticas y estrechas que le confiere su pasado, árabe, judío y cristiano. Ha sido ciudad de paso de todas estas civilizaciones y cada una de ellas ha dejado su aportación en esta ciudad. En esta ocasión nos esperaba un alojamiento imponente, no siempre es así,  establecido en un cerro sobre la ciudad, rodeado de pinos y con unas vistas excepcionales de Jaén, la tendríamos a nuestros pies. Me refiero al Castillo de Santa Catalina alargado por la orografía del lugar, con sus magníficas torres, su patio de armas, sus almenas. Nos esperaban y nos dieron cobijo en una de sus habitaciones, para que dejáramos allí nuestros bártulos, una estancia cómoda, no muy amplia, pero muy bien equipada para el descanso del guerrero, con unas preciosas vistas hacia la sierra cercana y sus pedanías.


Después de acicalarnos, recorrimos el castillo para conocer sus recovecos y nos sorprendió por su grandeza y amplitud. En pocas palabras nos dejo muy buen sabor de boca, En nuestras aventuras alojarnos en un castillo no es lo habitual y no íbamos a dejar pasar la oportunidad de disfrutarlo lo que pudiéramos y nos dejaran, por lo que escudriñamos el lugar incluso estuvimos en las letrinas del mismo. Paseamos alrededor del Castillo, por un pinar hasta una cruz al inicio del cerro, desde donde se contempla todo Jaén, una de esas vistas que la retina no olvidará nunca.



Por la hora nos decidimos a bajar a la ciudad para una primera toma de contacto, dejamos nuestro vehículo, y emprendimos el camino para conocerla ,  pero el hambre y la visión de una taberna llamada panaceite,  http://www.panaceite.com/., nos decidió a hacer una parada para tapear, comer o lo que se tercie, los viajes abren el apetito, y qué coño hay que probar las viandas y los manjares de los lugares que se visitan, es una manera como cualquier otra de conocerlos. Empezamos con cerveza  que junto a las tapas en forma de aceituna y embutido, nos abrieron el camino para probar un vino del lugar llamado Marqués de Campoameno 2007, un vino con mezcla de tempranillo, garnacha y cabernet sauvignon, que resultó exquisito, suave y que cumplió con su cometido de acompañar a un hermoso flamenquín y una media ración de choto con ajos que nos dejó bien pertrechados y satisfechos.  Un lugar ideal para una parada y tomar algo, te atienden con premura, se nota que es bueno, porque estaba a rebosar.





Flamenquín


Atención a la tapa


Decidimos ir a la Catedral, es un imponente edificio renacentista con dos torres gemelas y una portada espectacular. Pararse unos minutos en la plaza que la acoge y observarla merece muchísimo la pena. Estaba cerrada hasta las 16.00h y nos tomamos unas gordas en un local cercano para hacer tiempo, por cierto los precios asequibles, por unas monedas bebes y comes opíparamente.
Después de esta amena espera, con cervezas ya en nuestras tripas,  ya abiertas las puertas de este lugar de culto nos encontramos con que cobraban a su entrada unas monedas, no entramos porque después de pagar no dejaban hacer fotos en su interior y esto nos resultó un poco ofensivo. No estoy en contra de pagar por visitar los lugares, pero si a que haya restricciones absurdas. Este fue el primer intento, más adelante os contaré el segundo.




Después de este pequeño traspiés y de dar vueltas sin sentido, debido a nuestro estado de satisfacción y porque no decir de semi-embriaguez decidimos volver a nuestros aposentos en el Castillo y descansar con una buena siesta, esas de pijama y orinal. Madrugar tanto, trae estas consecuencias, el cuerpo cansado y lleno de buenas bebidas y mejores comidas hace que pida cama y descanso.

Un par de horas más tarde, con el ánimo renovado y el cuerpo descansado, nos dispusimos a cenar en uno de los comedores del castillo, un lugar con arcos apuntados con unas lámparas de forja impresionantes que formaban un conjunto acogedor e ideal para degustar unos platos perfectamente presentados, contundentes y sabrosos. Nunca había probado un salmorejo tan bueno, suave y a la vez sabroso, una delicia, mis más sinceras felicitaciones al cocinero, por tan ricos manjares. Todo lo regamos con un magnifico Vega Ibor de Bodegas Real. Una cena estupenda, relajada, sin prisa y muy bien atendida por el servicio del Castillo, al que no se le puede poner ni un pero.




Después de la cena, nos relajamos en las estancias comunes, en uno de los torreones acondicionado para esos menesteres, un fin de fiesta de lujo, para después dormir a pierna suelta en nuestros aposentos, después de este día tan ajetreado.

Al despertar nos esperaba un desayuno digno del lugar en que nos encontrábamos, todo tipo de embutidos ibéricos, huevos, chorizo, morcilla, panes de muchos tipos, multitud de dulces, fruta, etc. Todo ello con café, leche, infusiones, e incluso vino y cava. Estos manjares dispuestos en una barra a nuestro servicio y disfrute. Nos estaban tratando de lujo y dimos buena cuenta de estas exquisiteces durante casi una hora, incluso ese día no comimos, ya que quedamos tan llenos que el cuerpo no pidió alimento hasta la noche.


Desayuno ibérico

Desayuno de los campeones


Abandonamos el castillo a media mañana y bajamos de nuevo a  Jaén, paseamos por su casco histórico, sus calles empinadas y aprovechamos la ocasión de entrar en la Catedral en hora de culto para conocer este imponente edificio renacentista, con una decoración en sus techos que te deja con la boca abierta, su interior no desmerece a su exterior. Forma un conjunto que merece la pena visitar, aprovechar la hora de misa y visitarlo ya que el precio de la visita, quizá sea un poco excesivo y encima te prohíben inmortalizar la visita con fotos.

La vuelta a la capital resultó un poco tediosa por la persistente lluvia, solo cabe destacar la parada que hicimos cerca de Guarroman, Jaén. En una pastelería conocida por sus hojaldres. El lugar se llama Hojaldres Moreno y estoy seguro de que compraréis alguno de sus muchas variedades de hojaldre. Son simplemente de diez.

Para concluir os desgloso el informe que pasamos a nuestros superiores después de nuestro viaje por estas tierras andaluzas:

“Querríamos deciros como conclusión final que Jaén, una tierra de olivos y de labranza es una tierra acogedora, sus gentes nos atendieron con diligencia, cercanía y amabilidad. La ciudad es hermosa, tranquila, quizá en demasía en algunos momentos, posiblemente por la época del año en que la hemos visitado, pero en definitiva un lugar  apacible, interesante, con importantes monumentos para visitar. Por lo tanto si Vuestra Merced quisiera conocer estas tierras, según nuestras experiencias vividas allí recomendaría su visita, os atenderán bien y disfrutaréis de la ciudad y sus gentes


Escrito por Filustro
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