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jueves, 5 de diciembre de 2024

Melilla y su Parador “Don Pedro de Estopiñán”

 


   El disparo del cañón “El Calminante” (en 1.862) delimitó los 12 kilómetros cuadrados que comprenden la Ciudad Autónoma de Melilla.



   Fue edificada como una ciudad fortaleza en un escarpado terreno. Cuatro culturas conviven en ella, cristianos, hindúes, musulmanes y judíos.

   Durante siglos estuvo prácticamente abandonada, hasta que en el siglo X Abderramán III creó la taifa de Melilla dependiendo del Califato de Córdoba.

   A partir de la conquista de Granada, la localidad se rebeló contra el sultán de Fez y pidieron ayuda a los Reyes Católicos, pero antes fue destruida para que los españoles no pudieran tomarla.

   Don Pedro de Estopiñán ocupó la ciudad en 1497, y los españoles comenzaron a construirla y fortificarla, a partir de entonces pasó a ser posesión de la corona hispana.



      El núcleo medieval está perfectamente conservado.





   El Parador en lo alto de un monte, tiene un pequeño jardín y una agradable piscina.





   Por su estupenda ubicación tiene unas bellísimas vistas de la ciudad, del puerto y del mar.




   Tiene un personal amabilísimo y un excelente restaurante con platos deliciosos, abundantes y muy bien elaborados.








   El Parador es pequeño, tranquilo y acogedor, es el mejor lugar para alojarse y desde aquí visitar la bonita ciudad.




   Melilla La Vieja, declarada Conjunto Histórico Artístico, es una imponente fortaleza asentada en un peñón que se adentra al mar Mediterráneo. Sus edificios se construyen a partir del siglo XV y está compuesta por cuatro recintos fortificados.

   Las Cuevas del Conventico están situadas en la muralla del primer recinto. Se encuentran junto al antiguo convento de los frailes capuchinos y la iglesia de La Concepción, hoy convertido en espacio museístico.



   Las cuevas fueron utilizadas como almacenes y en los momentos de asedio como refugio y alojamiento de la población, especialmente durante el sitio que puso a la ciudad el sultán Sidi Mohamed Ben Abdalah (1.774/1.775)



   Resulta un complejo sistema de cuevas horadadas en la roca. Debido al mal estado de conservación fueron restauradas y se construyó un impresionante arco parabólico de piedra para sustentar la estructura.







   Recorriendo el gran recinto de Melilla La Vieja pasaremos por el Túnel de Santa Ana, la Plaza de la Avanzadilla, varios museos, la capilla de Santiago, los aljibes renacentistas, y el faro, uno de los cuatro faros españoles en la costa de África.

 


   El Museo Histórico Militar está en el baluarte de La Concepción, en la cota más elevada de Melilla La Vieja. Tiene tres terrazas desde donde se obtienen unas fantásticas panorámicas. Dentro del museo llama la atención la máquina alemana de cifrado “Enigma”, que se utilizó para las comunicaciones entre el Estado Mayor y la División Azul Española.

   En el segundo espacio está la Plaza de Armas y los Baluartes de San José y San Pedro.



   En el tercer recinto destaca el Cuartel de San Fernando   y la Batería de San Bernabé.



   En el cuarto recinto están situados los Fuertes del Rosario y de la Victoria, desde donde se efectuaron los disparos en 1862 que marcaron los límites de la Melilla actual.







   Melilla es la segunda localidad española, tras Barcelona, en patrimonio modernista, cuenta con más de 900 edificios de este estilo.  Se realizaron a comienzos del siglo XX. En la Plaza de España está el Palacio de la Asamblea y el Casino Militar con el escudo republicano en la fachada.  En el barrio llamado “Triángulo del Oro” se ubican los mejores edificios y casas, de gran belleza ornamental y riqueza arquitectónica, con formas onduladas, miradores, detalles decorativos, molduras en las azoteas y miradores.




   Melilla, punto de unión entre España y África, caracterizada por su interesante fusión cultural, tiene un valioso patrimonio monumental además de un entorno espectacular.

                                                                                                                                                 Inma

martes, 5 de septiembre de 2023

Beceite, Ruta del Parrizal, Teruel

 


   En  la provincia de Teruel, perteneciente a la Comarca del Matarraña, se ubica el encantador pueblo de Beceite; y en él la bonita ruta del Parrizal.



   Se trata de un sencillo recorrido  junto al curso del río Matarraña, pasando por un  precioso valle y por los cañones que va formando el agua.



   Por un estrecho camino rural asfaltado se llega a tres diferentes zonas de aparcamiento, en las que se puede dejar el coche dependiendo de lo cerca o lejos que queramos comenzar a caminar.



   Nosotros hicimos una marcha de 8 kilómetros (ida y vuelta). Poco después de comenzar llegamos a La Fenellosa.



   Sobre la pared de una roca se conservan unas pinturas rupestres que datan de la edad de bronce. Los trazos verticales y  las líneas horizontales representan  jinetes sobre animales.

   Después se pasa junto a la Cova de la Dona, y se llega al área recreativa del Pla de la Mina. A partir de aquí comienza el sendero a través de los cañones.



   Hay tramos de piedras,  sendas entre la vegetación y pasarelas de madera. Con la instalación de estas tablas  se evita pisar parte del cauce del río, con ellas se salvan desniveles y permiten el acceso a zonas más difíciles.



   Atravesando bosques autóctonos, el Parrizal es una bella ruta por un desfiladero con formaciones calizas de colores grisáceos.  Llama la atención el agua cristalina  y  el color turquesa intenso de algunos de los tramos del río.






   No debemos  marcharnos sin dar un paseo por Beceite y disfrutar de su arquitectura popular y sus portales, como el de Villanueva, San Gregorio, San Roque y del Pilar. También nos podemos acercar por el puente de piedra a la ermita de Santa Ana.



   Si buscamos algún sitio para comer, “La Antigua Posada Roda” es muy recomendable por su cocina casera y tradicional.



   En Beceite se disfruta de una vida tranquila en un lugar rodeado de naturaleza y hermosos paisajes.





                                                                                                                                                Inma

jueves, 2 de junio de 2022

Puerto Natales y la Cueva del Milodón, Chile

 


   La provincia de Ultima Esperanza, situada en Chile, se caracteriza por enormes extensiones de tierra y paisajes majestuosos.



   La capital de esta provincia chilena  es Puerto Natales, hace tiempo era un pequeño puerto de pescadores, pero se ha convertido en un lugar muy turístico aunque mantiene su encanto y tranquilidad.



   Puerto Natales ofrece  unas montañas y fiordos espectaculares, pero adaptándose a las nuevas tendencias también proponen agradables alojamientos, cálidos salones de té, buenas catas de vino o de cervezas artesanales y memorables paseos a caballo.



   Los natalinos son muy cordiales con el turista y cuidan mucho la gastronomía local, preparando deliciosos platos como el estofado de cordero, el chupe de centolla, los cebiches, las machas gratinadas, incluso ofrecen degustaciones de carne de guanaco criados en granjas.



   Hay varios restaurantes con una alta calidad en su cocina como la del "Café Kaiken", "El bote" y "Afrigonia". Después de un duro día de excursiones poder cenar en un establecimiento apetitoso es de lo más reparador.








   Cerca de Puerto Natales está el Monumento Natural de la Cueva del Milodón.



   Hace alrededor de 18.000 años, el avance y retroceso de los glaciares erosionaron las laderas del Cerro Benítez formando una cueva. El hielo retrocedió hasta el Pacífico creando un lago  y este cerro se transformó en una isla. Las olas del lago desgastaron la colina dando lugar a las paredes y  techo de la gran caverna.



   El explorador alemán Hermann Eberhard  encontró en ella restos, de hace más de 10.000 años, de un mamífero prehistórico similar al oso.



   El Milodón fue un herbívoro de casi tres metros de altura y de una tonelada de peso. Se desplazaba con las cuatro patas y tenía fuertes garras y pequeños huesos incrustados en la piel a modo de coraza. Gracias a su abundante y grueso pelaje podía resistir las bajas temperaturas de la zona.

   Su extinción se produjo por los cambios climáticos, por la llegada de los primeros cazadores, y por depredadores como el tigre y la pantera.



   Hay una réplica del Milodón en una parte de la gruta, y nadie se quiere marchar de ella sin hacerse una fotografía junto a este impresionante animal.




                                                                                                                                Inma

domingo, 20 de octubre de 2019

El paraíso subterráneo de la Cueva de Postojna

Cueva de Postojna

La cueva de Postojna junto con Ljubljana y el Lago Bleb, es otra de las atracciones turísticas más importantes de Eslovenia. Son la más grande del mundo que están abiertas al público con un sistema de 27 kilómetros de túneles subterráneos, salas con espectaculares estalactitas, estalagmitas y otras formas inolvidables que nos dejara sin palabras.


El creador de esta maravilla natural es el río Pivka que durante millones de años, talló numerosas galerías y salas subterráneas. Hay quien dice que vista una cueva, has visto todas, he visitado varias cuevas y he de decir que la de Postojna son las mejores que he visto. ¡Absolutamente espectaculares!


Fueron descubiertas a fines del siglo XVIII y abiertas al público en 1819 desde entonces, la cueva de Postojna se ha convertido en la visita natural más notable de Eslovenia. Se recorren más de cinco kilómetros del laberinto de túneles de los cuales una parte se hará en un pequeño tren eléctrico que funciona desde hace más de 140 años, el resto habrá que explorarlo a pie.



El viaje en el tren nos conduce durante algo más de tres kilómetros al interior de la cueva aunque va bastante rápido, resulta incluso divertido. Durante el trayecto se pasa por salas subterráneas con hermosas estalactitas y estalagmitas, realmente increíbles. ¡Me encantó!




Una vez que el tren se detiene, habrá que andar por senderos bien señalizados y suficientemente anchos aunque un poco resbaladizos en algunos puntos donde iremos disfrutando de una gran variedad de formaciones calcáreas. No hay que olvidarse de llevar ropa de abrigo, incluso en verano porque la cueva es bastante fría.



Durante el recorrido podremos ver distintas salas y el símbolo más conocido de la cueva. La famosa estalagmita de un blanco radiante conocida como Brillante y junto a ella la gran columna que se llama El Gigante.



También conoceremos al famoso proteus, un tipo de salamandra ciega que vive en el agua de esta cueva y que está en peligro de extinción. El recorrido termina en una gran sala donde se celebran conciertos y otros eventos en ocasiones especiales.



En esta gran sala cogeremos de nuevo el tren que nos devolverá después de dos horas aproximadamente, de vuelta al exterior de la cueva.


                                                                                                                                                           Loli


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