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lunes, 24 de agosto de 2015

La iglesia y el claustro del Carmen, Mahón

La iglesia y el convento del Carmen es el edificio religioso de mayores dimensiones de la ciudad de Mahón. Se levantó a mediados del siglo XVIII para que albergara la Orden de los Carmelitas. La iglesia es de estilo neoclásico con una fachada muy sencilla y un interior bastante luminoso. Cuando se observa detenidamente la fachada principal veremos que las dos torres campanarios y las columnas de la portada no llegaron a terminarse.

 Iglesia del Carmen

Con la desamortización de Mendizábal los carmelitas fueron expulsados y el edificio tuvo diferentes funciones: fue juzgado, cárcel, escuela pública y actualmente es uno de los mercados tradicionales más destacados de toda la isla. Actualmente la iglesia y sobre todo el claustro del convento son uno de los edificios más visitados de la ciudad.

lunes, 10 de agosto de 2015

Cala Galdana (Menorca)


Tuvo fama de ser la más espectacular de todas las calas de Menorca. Arena blanca, aguas cristalinas y turquesas, en definitiva, un lugar paradisíaco y unos de los sitios predilectos de los habitantes de la isla hasta que llegó la fiebre urbanizadora. Fue uno de los primeros puntos de llegada del turismo masivo. El paisaje de Cala Galdana, desgraciadamente, se vio muy alterado por la construcción descontrolada de viviendas.

lunes, 29 de junio de 2015

Playa de Cavallería y la Cala Roja (Menorca)

Ponemos rumbo hacia el norte de la isla donde nos espera una naturaleza salvaje y poco urbanizada con playas y calas mucho más inaccesibles y recónditas. El paisaje va cambiando completamente, los bosques de pinos van dejando paso a grandes fincas de explotación agraria y el terreno se vuelve cada vez mucho más árido y abrupto. Aún así, el contraste es precioso.


Se puede llegar fácilmente a la playa de Cavallería en nuestro vehículo desde cualquier punto de la isla. Primero nos dirigiremos al núcleo urbano de Es Mercadal para continuar hasta Fornells, tomaremos el Camino de Tramontana en dirección norte y continuaremos en esa dirección por el Camino del Faro. Son pequeñas y estrechas carreteras bastante bien indicadas que van serpenteando entre fincas privadas. Muy pronto veremos el cartel que nos indica el pequeño parking en el que dejaremos el vehículo para seguir a pie durante unos 10 minutos hasta la playa.

lunes, 6 de octubre de 2014

Benibeca Vell, silencio por favor

Binibeca (Benibèquer) en lengua Menorquina, era una antigua aldea de pescadores levantada frente al mar. Digo era, porque nada queda de aquella pequeña aldea y de sus pobladores. Todos los que se acerquen hasta aquí deben saber que Binibeca Vell no es realmente lo que parece, un antiguo poblado emplazado en un lugar idílico. Si no que es un complejo vacacional construido en los años 60 y 70 por el expreso deseo de un arquitecto barcelonés y un aparejador menorquín que recrearon en este emplazamiento el típico poblado de pescadores que podemos contemplar hoy.


Lo primero que nos encontraremos al llegar a Benibeca Vell será una urbanización con numerosos restaurantes y cafeterías que nos ofrecen la posibilidad de sentarnos en una de sus terrazas a tomar algo, además de un supermercado y tiendas de recuerdos donde encontraréis cerámica y bisutería artesanal de la zona.
Pero todo aquel que se acerca a visitar Benibeca Vell lo hace por otros motivos, quieren conocer el idílico poblado de pescadores. Lo primero que sorprende al visitante será ver la torre de la iglesia sobresaliendo entre las blancas edificaciones, invitándonos a adentrarnos por un laberinto de angostas y sinuosas calles que zigzaguean por todo el pueblo.


Recorriendo su interior nos dará la sensación de que estamos ante un lugar en el que no habita nadie desde hace tiempo, como si fuese el decorado de alguna película. Pero nada más lejos de la realidad, todas las casas están completamente habitadas, son viviendas unifamiliares y pequeños apartamentos que se alquilan.


Lo único que se nos pide a cambio a todos los que visitamos el poblado es guardar silencio, a fin de conservar la esencia de tan apacible entorno y por respeto a aquellos que tienen el privilegio de habitar en tan admirables viviendas.


Así que no nos queda más que perdernos y disfrutar de cada rincón donde iremos descubriendo a través de un agradable y tranquilo paseo las caprichosas fachadas desiguales, pasaremos por pasadizos estrechos, recorreremos intrincadas y estrechas callejuelas empedradas que nos trasladan a una época lejana.



Todo esto en un silencio absoluto, únicamente roto cuando nos cruzamos con algún que otro turista. Pasear por el caótico laberinto de sus calles resultará una experiencia divertida y fascinante donde nos aguardan gratas sorpresas.



Aunque hay quien dice que Benibeca Vell no es auténtico que es una recreación y está prefabricado. He de decir que se hizo respetando la arquitectura, la tradición y la estética menorquina. Además forma parte de los destinos turísticos que no podemos dejar de visitar en nuestro viaje a Menorca, no dudéis en ir a verlo, dejaros llevar por su esencia y meteos de lleno en su silencio. ¡Disfrutadlo!

                                     
Loli

lunes, 22 de septiembre de 2014

Navegando por la costa suroeste de Menorca

Dicen que posiblemente Menorca sea una de las mejores islas para navegar en Baleares. La costa suroeste de la isla con sus tranquilas aguas, cálidas y transparentes son un auténtico placer para la navegación. En esta fantástica excursión que os enseño hoy vamos a conocer la costa suroeste desde el mar, navegando por cristalinas y turquesas aguas, para mostraros lugares que sólo son apreciables desde el mar y enseñaros algunas de las calas más idílicas de Menorca.


Son muchas las empresas que se dedican a este tipo de excursiones, las encontraremos para todos los gustos y bolsillos, podemos alquilar una embarcación para nosotros solos, disfrutar de un catamarán, de un velero o simplemente dar un paseo en barco que dura casi todo el día con comida incluida. Esto último fue la excursión que hice yo. Además tuve la suerte de que el barco no iba muy lleno de gente, pudiendo así disfrutar aún más si cabe del trayecto y de esta costa única.


Saliendo del puerto de Ciudadela a las 10.00 h. los barcos nos conducirán por este tramo del litoral hasta el punto más suroeste de la isla donde se encuentra El Faro de Artrutx. Recorreremos una zona de pequeños acantilados mientras atendemos las explicaciones del patrón del barco que nos va contando historias de esta isla.


Seguimos navegando y no dejo de maravillarme con las bellezas que encontramos a nuestro paso. Enseguida empiezan a aparecer pequeñas calas que son inaccesibles desde tierra o por lo menos resulta bastante complicado. Son lugares perfectos que se convierten en un buen fondeadero para pequeñas embarcaciones.


Es un litoral virgen realmente bello, sin urbanizar donde pronto empezamos a ver un extenso arenal, es Son Saura, la playa de la que os hablé hace poco pero esta vez la vemos desde el barco.

Son Saura

Continuamos navegando por un mar completamente en calma, sin olas donde el barco apenas se mueve. Hasta llegar a otra cala de ensueño, Cala Turqueta, una de las preferidas por los turistas que visitan la isla. Es una cala de aguas cálidas y cristalinas donde hicimos la primera parada de unas dos horas aproximadamente, tiempo suficiente para bañarnos y comer una paella servida en el mismo barco por la tripulación.

Cala Turqueta

Navegamos hasta la cala Macarella, uno de los paisajes más bellos y conocidos de la isla. La cala Macarella con su  hermana pequeña la cala Macarelleta son visita obligada de todo aquél que recorre Menorca. Aunque bastantes concurridas, no han perdido su encanto. Sus aguas cristalinas de infinitos tonos azulados, sus pinares y rocosas paredes que las protegen las convierten en un lugar idílico.

Cala Macarella

Llegamos hasta Cala Galdana, posiblemente una de las playas más conocidas y urbanizadas de la isla. Tiene forma de semicírculo casi perfecto con elevados acantilados repletos de pinos que la bordean. Su arena es blanca y las aguas cristalinas.

Cala Galdana

De regreso al puerto de Ciudadela sobre las 17.00 de la tarde, aún nos dio tiempo hacer otra parada para bañarnos. Para mi fue una magnífica excursión a bordo del barco y un auténtico placer descubrir esta parte de la isla de una manera distinta a la que estaba acostumbrada.
Ya veis, a pesar de ser una isla pequeña, en Menorca se pueden encontrar de todo para disfrutar de un verano inolvidable. Y elijas la actividad que elijas, ¡no olvides la cámara de fotos!





                                                                                                                                                            Loli

lunes, 8 de septiembre de 2014

El Arenal de Son Saura (Menorca)

Las playas y calas son el reclamo turístico por excelencia de Menorca. Hoy quiero enseñaros una de esas playas denominadas vírgenes, de estas que nos enamoran sólo con verlas. Su entorno natural, sin alterar, alejado de cualquier población y a la vez cercano, pues tan sólo la separan de Ciudadela 12 kilómetros hace que sea el refugio perfecto para pasar el día disfrutando de sus apacibles aguas y de su arena blanca.


Antes de continuar, debo aclarar que el Arenal de Son Saura se encuentra ubicado al suroeste de Menorca y lo forman dos playas, la de Banyuls y la de Bellavista. No debe confundirse con el Arenal de Son Saura formado por la playa de Son Parc, próxima a la urbanización del mismo nombre, situada en la costa noreste de la isla donde el paisaje es completamente distinto y además se encuentra mucho más masificada.



Como casi en la mayoría de las calas y playas del sur, la forma de llegar a ellas es a través de una embarcación, a pie, recorriendo el Camino de Caballos que bordea la isla o en vehículo, dejándolo en un aparcamiento cercano. Si os acercáis en coche es preferible no llegar demasiado tarde, el aparcamiento (gratuito) no es demasiado espacioso y una vez lleno, no se puede aparcar por los alrededores.


Desde Ciudadela es fácil llegar, tan sólo hay que coger el Camí de Sant Joan de Missa y seguir las indicaciones que nos llevarán por carreteras muy estrechas y sobre todo prestando atención a los desvíos para no perdernos, a veces es complicado pasar dos coches cuando nos encontramos con otro de frente. Cuando me acerqué a conocer el Arenal de Son Saura no iba muy convencida, sabia que el aparcamiento algunas veces a las diez de la mañana ya se encontraba lleno y que las playas era muy común verlas afectadas por el problema de la posidonia oceánica (algas). Pero aún así me arriesgué y no me arrepiento.


Llegamos mucho más tarde de las diez y encontramos sitio en el aparcamiento. La primera de las playas la encontramos en apenas cinco minutos caminando por un cómodo sendero, sin llegar a estar masificada era la que más concurrida estaba. Mi objetivo era acercarme a la segunda, un poco más alejada y más grande. Me llevé una gran sorpresa, no había algas y en el agua era como estar en una gran piscina de agua salada.



Tener en cuenta que aquí no hay servicio de limpieza, ni chiringuitos, ni duchas, es una playa completamente natural. Una playa que me sorprendió bastante, no sólo por lo paradisíaco del lugar, es como estar en el Caribe, aguas cristalinas, amplios arenales de finísima arena blanca, pero en vez de palmeras aquí son espesos pinares que llegan hasta la misma orilla los que nos dan una acogedora y fresca sombra en las horas más calurosas del día. Además no había mucha gente, en comparación con otras playas y eso que se encuentra cercana a Ciudadela.


Son Saura es un entorno único, uno de los últimos paraísos del Mediterráneo que espero que siga así durante mucho tiempo. En cualquier caso, la mayoría de calas y playas que visité en Menorca me parecieron una delicia, así que no hay que preocuparse demasiado por encontrar el lugar perfecto.


                                                                                                                                                                   Loli

lunes, 18 de agosto de 2014

Fornells, antiguo pueblo de pescadores

En la agreste y abrupta costa norte menorquina, donde los vientos de tramontana suelen soplar con fuerza en los duros días de invierno, se levanta Fornells ofreciéndonos una bella estampa marinera. Me pareció una pequeña población de blanquísimas casas encaladas y calles estrechas asomadas al mar donde sus habitantes se esfuerzan cada día por mantener todo el sabor de su antigua tradición marinera.


Fornells se mantuvo como pueblo de pescadores alejado de la masificación del turismo hasta bien entrados los años setenta. Su puerto es uno de los pocos refugios para los barcos que cruzan la costa norte. Pero los tiempos cambian y en la actualidad este pueblo vive del turismo, gracias al entorno de su gran puerto natural, donde atracan infinidad de pequeñas embarcaciones y se practican innumerables deportes náuticos. Fornells ha pasado a ser definitivamente un centro turístico importante en la isla aunque sin perder toda su esencia.


En el interior del pueblo un agradable paseo marítimo nos acercará hasta los restos del castillo de Sant Antoni que aún se resiste al paso del tiempo en torno al cual se formo este pequeño núcleo de población con encantadoras callejuelas y la iglesia cuyo origen se remonta al siglo XVII, aunque la actual es de tiempos más recientes. En Fornells no hay que perderse la subida a la robusta Torre de Fornells (siglo XVIII), levantada durante la ocupación inglesa, una de las más grandes de toda la isla que ofrece unas vistas espectaculares de toda la bahía y a lo lejos podemos divisar el impresionante Cabo de Cavallería, un enorme precipicio de 90 metros sobre el nivel del mar.



Desde su posición privilegiada, Fornells es ideal para hacer excursiones marítimas por la costa norte, mucho más agreste que la del sur pero llena de gratas sorpresas y rincones encantadores.
Aunque en Fornells la que manda es la langosta. Tal vez gracias a ella sea este pueblo uno de los nombres más conocidos de Menorca y es que sus calderetas de langosta han alcanzado una reconocida y merecida fama dentro y fuera de la isla. Aseguran incluso que algunos de sus restaurantes son frecuentados por la familia real española y es que este delicioso plato no se cocina igual en ningún otro sitio de la isla.


El pueblo está repleto de tiendas de souvenirs y sobre todo de numerosos restaurantes donde deleitarnos con sus exquisitos pescados y mariscos frescos. Un buen punto final para despedirnos de este idílico rincón de Menorca.

                                                                                                                                                             Loli

lunes, 28 de julio de 2014

Santuario de la virgen del Toro (Menorca)

El Monte Toro es el punto más alto de la isla de Menorca con sus 358 metros sobre el nivel del mar. Desde su cima obtendremos una visión de toda la extensión de la isla, incluso si el día es claro también veremos la vecina isla de Mallorca.

Vistas desde el mirador de Monte Toro

Cuenta la leyenda que un monje de un convento cercano se retiró a estos parajes para recogerse en meditación. Una noche mientras oraba descubrió una luz en forma de estrella que descendía hasta la montaña. Durante varias noches se repitió la misma visión y el monje pensando que era una señal divina, puso en conocimiento de los hechos a su superior. Una noche se organizó una comitiva con los monjes de la comunidad para ir a comprobar lo ocurrido pero, para asombro de los presentes, en la mitad del camino apareció un toro furioso. El animal no les hizo ningún daño e incluso se puso en la cabeza de la comitiva y los guió por un sendero hasta llegar a una cueva donde hincó sus patas delanteras. En su interior descubrieron la imagen de la virgen. Los monjes trasladaron la imagen a su convento pero al día siguiente desapareció y la encontraron nuevamente en la cueva. Comprendieron entonces los monjes que era voluntad de la virgen permanecer en la cueva y construyeron en el lugar una capilla.

En lo alto de la montaña se encuentra también una estatua con la figura de Cristo 

Cuando llegué a lo más alto del Monte Toro, encontré un santuario presidido por un amplio patio de entrada en el que se encuentra una torre de defensa edificada en el siglo XVI. Desde esta atalaya antiguamente se enviaban señales de humo cuando se avistaban naves enemigas que se acercaban a la isla. En el patio hay un pozo para que los peregrinos que realizaban antiguamente el camino a pie pudieran refrescarse antes de entrar en el templo.

Entrada al santuario que alberga a la patrona de Menorca


El actual santuario se levantó en el siglo XVII con un interior muy sencillo presidido por la talla de la virgen milagrosa, patrona de la isla. Es una imagen de madera que sigue la tradición de las vírgenes negras, tan frecuentes también en las tierras de Cataluña. A los lados de la nave se abren tres capillas laterales, una de ellas es el acceso a la primitiva cueva donde apareció la virgen.

Interior de la iglesia


Aparte del santuario hay una tienda de recuerdos y un restaurante por si queréis comprar o tomar algo. Pero lo mejor para mi gusto es disfrutar del maravilloso paisaje y, si os acercáis a última hora de la tarde, de una bonita puesta de sol. No dudéis en subir al monte Toro si visitáis Menorca.


                                                                                                                                                            Loli

lunes, 14 de julio de 2014

Mahón y su estratégico puerto

Mahón es la actual capital de Menorca desde el siglo XVIII, cuando resultó invadida por los británicos durante la Guerra de Sucesión española. El Tratado de Utrecht de 1713 confirmó la propiedad británica de la isla. Hoy Mahón es española pero la huella inglesa todavía se conserva en muchos rincones de la ciudad que mantiene cierto aire colonial.
Es una ciudad antigua, su fundación se sitúa en tiempos de los cartagineses. Se cree que esta ciudad fue creada por Magón, un general cartaginés que era hermano de Aníbal, a quien el destino hizo recalar por estos contornos aunque en Mahón y en toda la isla hay presencia humana desde hace 4000 años.

Mahón

El puerto de Mahón debido a su ubicación estratégica siempre fue objeto de deseo de las distintas culturas que por aquí pasaron. Sus más de cinco kilómetros de largo le convierten en el más importante del Mediterráneo y uno de los más grandes del mundo.
A mi llegada a Menorca, entré en este trozo de mar que se adentra tierra adentro al amanecer cuando los primeros rayos del sol empezaban a salir. Desde la cubierta del ferry se contempla un paisaje de belleza indiscutible. Aprovechando las vistas que ofrece la altura del buque se puede disfrutar de un fantástico recorrido por este bello puerto natural en el que iremos contemplando los vestigios de varias fortificaciones militares.



Además del puerto, Mahón tiene otros lugares de interés. Un buen punto de partida sería la plaza de la Constitución donde se encuentra el Ayuntamiento con su fachada neoclásica y un reloj del siglo XVIII, obsequio del primer gobernador británico que tuvo Menorca. En la misma plaza, se encuentra también la Iglesia de Santa María, uno de los monumentos religiosos más importantes de la ciudad cuyo interior guarda un Órgano del siglo XIX, toda una obra de arte.



Gracias a su condición de capital, Mahón es un importante centro industrial y comercial donde se concentran la mayor parte de los servicios e instituciones públicas. Podemos continuar nuestro recorrido visitando la Iglesia del Carmen con su claustro o perdernos por la zona comercial con calles peatonales como Nou y Hannover, una de las calles más concurridas de la ciudad y donde se sitúan la mayor parte de los comercios.



A pesar del intenso trasiego de turistas las calles de Mahón siguen transmitiendo una sensación de vida tranquila que invita a disfrutar con calma de cada rincón. Hay varios miradores repartidos por la ciudad donde recrearnos la vista con las hermosas panorámicas del puerto.


Antes de abandonar Mahón y después de un breve descanso, merece la pena conocer El Portal de Sant Roc del siglo XIV, único vestigio de la antigua muralla que rodeaba la ciudad.

Portal de Sant Roc

                                                                                                                                                              Loli

lunes, 30 de junio de 2014

Playa de Son Bou (Menorca)

En el término municipal de Alaior, en la parte sur de la isla, se encuentran las urbanizaciones de San Jaime Mediterráneo y de Son Bou. Esta última es la que da nombre a la playa más extensa de Menorca. Con sus casi dos kilómetros y medio, poco tiene que ver con la imagen que tenemos de Menorca de pequeñas calas tranquilas y recónditas.

Playa de Son Bou

Son Bou a pesar de ser la playa más grande que encontraremos en Menorca, no deja de ser igualmente tan atractiva como las demás. Es una playa de arena blanca con aguas cristalinas y ese color azul turquesa tan característico de esta isla.


Fue la primera playa que vi en Menorca y por lo que pude comprobar después una de las mejores para mi gusto. Gracias a su gran extensión y a pesar de estar junto a las urbanizaciones no está muy masificada. Es una playa espectacular, ideal para ir en familia con niños ya que la poca profundidad la convierte en una playa muy segura. En la parte más alejada de la playa, en la zona menos concurrida, suele estar frecuentada por los amantes del nudismo.



La playa esta rodeada de un sistema de dunas y humedales en un entorno natural protegido declarado "Área Natural de Especial Interés". En un extremo de la playa hay una zona rocosa donde encontraremos numerosas cuevas excavadas en la roca. Son antiguas necrópolis del período talayótico y a sus pies junto a la playa, los restos de una basílica paleocristiana, una de las iglesias más antiguas de la isla, se cree que el edificio fue construido entre los siglos IV-V d.C. Estaba enterrada por la arena y fue descubierta en el año 1951, en la actualidad está rodeada por un pequeño muro que la protege de curiosos.

Restos de la basílica paleocristiana

En Menorca existe una variada oferta de establecimientos donde alojarse, los hay para todos los gustos y bolsillos repartidos por toda la isla. Yo elegí el hotel Royal Son Bou Family Club, situado en la urbanización de Son Bou en un lugar inmejorable al lado de la playa.
Mi estancia en el hotel fue muy placentera, la amabilidad y el servicio que hemos recibido han sido excelentes. Lo recomiendo sobre todo si viajáis con niños, cuenta con una gran variedad de actividades pensadas exclusivamente para ellos, mientras que los adultos podemos descansar, relajarnos y sobre todo desconectar. Mis hijos disfrutaron muchísimo y quedaron encantados.



Las habitaciones son apartamentos que se encuentran repartidos en torno a una gran piscina. En nuestro caso era un apartamento de dos habitaciones, dos baños, salón y una gran terraza desde donde se contemplaba el mar. El restaurante está muy bien, la comida era realmente excelente. Me llamó la atención a pesar del gran número de comensales que atienden a diario, el extraordinario servicio y amabilidad de todo el personal del restaurante, se nota que tienen experiencia. Así que no tengo nada más que elogios para este maravilloso hotel, al que sin ninguna duda  volveré si vuelvo a visitar Menorca.

Atardecer en Son Bou


Son Bou se encuentra en una zona intermedia de la isla que al ser más bien pequeña hace que cualquier zona sea accesible en muy poco tiempo.


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                Loli

lunes, 16 de junio de 2014

Cova d'en Xoroi (Menorca)

Muchos son los lugares donde he encontrado historias y leyendas sorprendentes, pero esta que voy a contaros es una de las que mejor recuerdo me han dejado. No sólo por ser una curiosa historia de amor sino por el lugar en el que ocurrieron los hechos.


Sucedió en Menorca y según cuentan un buen día un pirata turco, superviviente de un posible naufragio, para ponerse a salvo trepó por los escarpados acantilados y halló estas cuevas que se convirtieron en su refugio y morada durante muchos años.
Pasó el tiempo y el hambre le obligaba a salir de su escondrijo, cometiendo pequeños hurtos por la región. Hasta que un buen día, harto de tanta soledad, secuestró a una joven llevándosela a lo más profundo de la cueva donde vivieron una apasionante y hermosa historia de amor de la que nacieron tres hijos.


Con tanta descendencia aquel hombre se vio obligado a salir en más ocasiones de la cueva en busca de comida mostrándose cada vez menos prudente siendo descubierto en una de sus incursiones por las gentes del pueblo que salieron corriendo tras él. Fue conocido por los habitantes como Xoroi, al observar estos que sólo tenía una oreja.


Un buen día una gran nevada cubrió la zona de un manto blanco y unas huellas sobre la nieve guiaron a los vecinos hasta el escondite de Xoroi. Los hombres armados entraron en la cueva en busca de venganza descubriendo que Xoroi y aquella joven desaparecida hacía años habían formado una familia y tenían tres hijos.


Xoroi al verse acorralado, saltó con su hijo mayor por el acantilado para desaparecer los dos para siempre en el mar. Su compañera y sus otros dos hijos fueron trasladados a Alaior, donde según dicen aún viven descendientes de la pareja.
La Cova d'en Xoroi es ahora una cueva-discoteca y uno de los sitios más conocidos y visitados de todo Menorca. Se encuentra abierta tanto de día como de noche. Durante el día se puede visitar incluso con niños y disfrutar de las vistas y la belleza del lugar. La entrada incluye una consumición y en su interior encontraremos terrazas con sombrillas a distintos niveles que se encuentran al borde del precipicio.


Las terrazas son un lugar insuperable para admirar las increíbles puestas de sol. Por este motivo es al atardecer cuando las cuevas suelen estar más concurridas. El interior esta comunicado por pasillos y rincones oscuros donde parece que va a aparecer Xoroi en cualquier momento a secuestrarnos. Por la noche La Cova d’en Xoroi esta reservada para mayores de 18 años. Se convierte en una de las mejores discotecas de Menorca donde se realizan fiestas de espuma y música en directo.



La Cova d'en Xoroi es un lugar de leyenda y como pude leer en un folleto, es espectacular de día, mágica por la tarde y sorprendente por la noche.


                                                                                                                                                            Loli
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