Antes de emprender vuestros viajes estoy segura de que os informáis en multitud de foros y blogs acerca de los lugares imprescindibles a visitar en cualquier ciudad del mundo. En esta ocasión me gustaría dejaros mis impresiones y recomendaciones sobre qué ver o hacer en la ciudad de Valencia. Esto no quiere decir que sólo haya que visitar estos lugares de la ciudad pero, bajo mi punto de vista, creo que los diez que voy a mencionar a continuación son casi, casi obligatorios en una primera estancia en la ciudad del Turia.
Blog de Viajes, nacional e internacional, experiencias, gastronomía y Paradores.
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jueves, 1 de junio de 2017
10 razones para visitar Valencia
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jueves, 18 de mayo de 2017
Museo arqueológico de la Almoina, Valencia
Plaza Décimo Junio Bruto desde el museo, a la izda. la Catedral y a la dcha. la Basílica de la Virgen de los Desamparados |
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jueves, 4 de mayo de 2017
San Nicolás, la Capilla Sixtina de Valencia
En el casco viejo de Valencia podréis descubrir el maravilloso tesoro que guarda la Parroquia de San Nicolás sin necesidad de viajar hasta el Vaticano: sus hermosos frescos dedicados a San Nicolás y a San Pedro Mártir.
Retablo y decoración del altar mayor |
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lunes, 3 de abril de 2017
La Lonja de la Seda, patrimonio mundial
En la ciudad vieja de Valencia es donde se encuentran los comercios más antiguos. Algunos de ellos llevan funcionando muchísimos años y han pasado de padres a hijos, generación tras generación. En los aledaños de estas calles han prosperado muchos otros negocios y actividades comos los mercados de monedas y sellos, postales y tebeos. A estas alturas ya habréis adivinado que os estoy hablando de la zona del Mercado Central, que es el mayor centro de Europa en comercializar producto fresco.
Comercio tradicional a un paso de la Lonja de los Mercaderes |
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lunes, 20 de marzo de 2017
La Catedral de Valencia y el Miguelete
Fachada Barroca y Miguelete |
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lunes, 29 de agosto de 2016
Saguntum, la ciudad romana de Sagunto
La ciudad de Sagunto se encuentra al norte de Valencia y es un destino vacacional en la costa mediterránea. Más concretamente lo es Puerto de Sagunto, situado en primera línea de costa donde hemos pasado las vacaciones este año. Sagunto cuenta hoy en día con dos núcleos urbanos y es la segunda ciudad de Valencia en población. Aunque ya se conocía a Sagunto como Arse, una ciudad íbera que fue asediada por los cartagineses durante ocho meses, es su nombre romano Saguntum el que nos ha llegado hasta hoy.
Teatro Romano de Sagunto |
Ubicación:
46500 Sagunto, Valencia, Spain
jueves, 29 de agosto de 2013
La Albufera de Valencia
Uno de los espacios naturales más curiosos de España es la Albufera de Valencia por su extensión y sus características. Se encuentra situada a 10 kms. al sur de la ciudad de Valencia y está considerada el mayor lago de la Península Ibérica con sus 28 km2. Su nombre procede del árabe y significa "pequeño mar".
Se encuentra separado del mar por una lengua de tierra de apenas 1.200 metros de ancho lo que le confiere su peculiaridad.
En la actualidad se han recuperado algunas islas conocidas como "matas" en valenciano mientras que por otro lado los cultivos de arroz le van restando superficie. La profundidad media de la laguna es de 1 metro de agua y debajo hay unos 2 metros de fango entre los que se han encontrado restos de moluscos y ostras cuando se han llevado a cabo labores de drenaje. No es de extrañar, pues el lago se cerró durante la época romana. A pesar de la cercanía al mar no hay mezcla de agua dulce con agua salada y l'Albufera se nutre de varias surgencias de agua dulce procedentes del Turia conocidas como "ullals" que junto con 3 canales ayudan a controlar y preservar este delicado ecosistema.
Pato en su nido |
El arrozal también contribuye a la conservación del ecosistema y la biodiversidad del parque natural que además está declarado como área ZEPA (zona de especial protección para aves) por la Unión Europea. No es difícil avistar garzas, patos, ánades, gaviotas y charranes. Las especies acuáticas más importantes son la anguila, el mújol, la lubina y como especies endémicas el fartet y el samarugo.
La Albufera no fue nunca una zona muy poblada debido a su orografía y a la propagación de enfermedades como el paludismo, debido a la gran exposición de agricultores y pescadores al agua estancada. Posiblemente el primer núcleo poblado fuera El Palmar, en un principio como un pequeño puerto de pescadores y después con casas que cobijaran a estos en épocas de inundación.
Sin embargo la Albufera no es sólo agua y arroz. Ahora, además de dedicarse a la agricultura, los habitantes de El Palmar se dedican al turismo y a la hostelería. A lo largo de la lengua de tierra que separa la Albufera de la costa podemos disfrutar de agradables paseos por entre los pinos centenarios y descubrir las dunas móviles de sus playas prácticamente vírgenes, degustar la gastronomía en sus pueblos con algunas especialidades como el all i pebre (un guiso de patatas con anguila), las paellas de todo tipo, el arroz caldoso o la fideuá. Platos sencillos pero espectaculares con un gran sabor. Además del arroz existen multitud de huertas dedicadas al cultivo de tomates, pimientos, calabacines y berenjenas.
Canal cerca de El Palmar |
Además, dentro del Parque se pueden practicar deportes como el ciclismo o el golf con el aliciente de realizarlos en un entorno natural único.
Paseo en barca por l'Albufera |
La Albufera cuenta con uno de los mayores atractivos para el visitante como es poder dar un paseo en barca por el lago para contemplar la belleza del lugar, la fauna y la flora de cerca. El mejor momento es al atardecer y se puede contratar desde cualquiera de los embarcaderos ubicados a lo largo de las orillas del lago. Nosotros tomamos una barca desde el mirador de Pujol y pudimos contemplar las aves a muy poca distancia, ver sus nidos en las zonas de matorral y juncos, incluso un pez saltó al interior de la barca durante el trayecto.
Embarcadero de Pujol |
Fue una tarde muy bonita en plena naturaleza. Lo recomiendo totalmente si estáis por la zona de Valencia o en alguno de los lugares de veraneo habituales como Cullera o Gandía. Os llevará apenas 15 minutos llegar y merece mucho la pena por su gran valor natural y paisajístico.
Susana
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lunes, 1 de julio de 2013
Veraneando en un parador de playa.
Este año las vacaciones de verano se han adelantado al mes de junio. Con una tarjeta 5 noches ya comprada decidimos utilizarla en un parador de playa, el elegido ha sido el Parador del Saler. Las razones han sido varias: la cercanía, el clima, la temperatura del agua del Mediterráneo, la ubicación en plena Albufera valenciana, el spa…, vamos que tenía una pinta increíble. Todo esto junto al empujoncito del artículo de Loli en este mismo blog nos hizo decidirnos. Tenía la sensación de que la experiencia sería buena, pero no hasta tal punto de ser una de las mejores vacaciones de mi vida.
http://unosamigosdeparadores.blogspot.com.es/2013/03/la-playa-del-saler-y-su-parador.html
Elegir un lugar a menos de 4 horas de Madrid es una maravilla, poder mojarte el culete la misma tarde en la playa o piscina es un pequeño placer que todo el mundo tendría que darse y si encima la playa es casi privada, no por ser del parador, sino porque es el único acceso en esta zona a las playas de La Albufera., mucho mejor. No hay casi gente y la disfrutas al máximo. Esto añadido a esa temperatura del agua que casi no da sensación produce una sensación muy agradable. Os lo dice un experto en frías aguas cantábricas, años de experiencia. Había que sacarse la espina del año pasado en Galicia. Mis reticencias al Mediterráneo se han borrado de un plumazo. Es lo que tienen los prejuicios, están para romperlos, por un lado es placentero, pero por otro piensas, joder, lo que me he perdido. Es una sensación agridulce.
Volviendo al tema de veranear en un parador, es algo placentero, unir el ambiente, el servicio, la comida, con la playa y la piscina, es cerrar el círculo. Veranear en un hotel de playa, muchas veces, supone esperas en el comedor, música ambiente en la piscina, niños correteando y padres gritando para que no lo hagan, monitores intentando que juegues al waterpolo o a la petanca. Esto al final te acaba pasando factura, no se desconecta del todo, el ajetreo no te permite cambiar el chip, sigues con la sensación de ir con prisas de un lugar a otro. Todo tiene hora, y debido a las muchas habitaciones, tienes que ir pronto a comer o cenar, porque si no es así tienes que esperar cola. La verdad, a veces, esto produce cabreos innecesarios que en época de vacaciones no debería ser así.
Un ejemplo; en la piscina de este parador, ni los niños gritan, creo que se ven poseídos por el ambiente de paz y descanso que se irradia en todo el entorno. El estar rodeado de pinos y de un campo de golf de 18 hoyos, sin duda ayuda. Esta sensación placentera te invade y el disfrute va aumentando según pasan los días.
Poder elegir playa o piscina, en poco más de 100 metros, desayunar hasta casi reventar uno de esos magníficos desayunos, tomarte un sándwich Hoyo 19 para comer o cenar, o visitar el restaurante y pedirte un arroz a banda con sorpresa final, es algo que hay que vivir. Os lo recomiendo, para mí ha sido como hacer taichí o yoga. Unir playa, gastronomía, tranquilidad y buen ambiente supone una sensación de paz interior, de paladear lo bueno de la vida.
Han sido cinco noches y seis días maravillosos, poder bañarse o pasear solos por la playa, ponerme a leer un libro después de bastante tiempo sin hacerlo, relajarte en el spa con una piscina de casi cincuenta metros de largo, comer arroz negro, a banda, senyoret e incluso una fideua de fideo fino, han hecho que sea una semana casi perfecta de serenidad y gozo. Este enclave de pinos, matorrales, dunas y hierba perfectamente cortada es un lugar ideal para olvidarte del mundanal ruido y pensar en el disfrute de uno mismo con pausa, sin horarios, sin casi teléfono, sin preocuparse de llevar dinero encima, lo pasas todo a la habitación. Lo más que había que decidir era si playa o piscina, restaurante o cafetería, sol o sombra, pelota o frisbee. Puro descanso que realmente es lo que buscábamos.
Es la primera vez que me alojo en un parador de playa, pero tengo la sensación que en el resto de los de este tipo la cosa se parecerá, cambiará el enclave, pero lo esencial, el descanso del guerrero será similar. Habrá que repetir.
Parador de El Saler |
http://unosamigosdeparadores.blogspot.com.es/2013/03/la-playa-del-saler-y-su-parador.html
Elegir un lugar a menos de 4 horas de Madrid es una maravilla, poder mojarte el culete la misma tarde en la playa o piscina es un pequeño placer que todo el mundo tendría que darse y si encima la playa es casi privada, no por ser del parador, sino porque es el único acceso en esta zona a las playas de La Albufera., mucho mejor. No hay casi gente y la disfrutas al máximo. Esto añadido a esa temperatura del agua que casi no da sensación produce una sensación muy agradable. Os lo dice un experto en frías aguas cantábricas, años de experiencia. Había que sacarse la espina del año pasado en Galicia. Mis reticencias al Mediterráneo se han borrado de un plumazo. Es lo que tienen los prejuicios, están para romperlos, por un lado es placentero, pero por otro piensas, joder, lo que me he perdido. Es una sensación agridulce.
Volviendo al tema de veranear en un parador, es algo placentero, unir el ambiente, el servicio, la comida, con la playa y la piscina, es cerrar el círculo. Veranear en un hotel de playa, muchas veces, supone esperas en el comedor, música ambiente en la piscina, niños correteando y padres gritando para que no lo hagan, monitores intentando que juegues al waterpolo o a la petanca. Esto al final te acaba pasando factura, no se desconecta del todo, el ajetreo no te permite cambiar el chip, sigues con la sensación de ir con prisas de un lugar a otro. Todo tiene hora, y debido a las muchas habitaciones, tienes que ir pronto a comer o cenar, porque si no es así tienes que esperar cola. La verdad, a veces, esto produce cabreos innecesarios que en época de vacaciones no debería ser así.
Un ejemplo; en la piscina de este parador, ni los niños gritan, creo que se ven poseídos por el ambiente de paz y descanso que se irradia en todo el entorno. El estar rodeado de pinos y de un campo de golf de 18 hoyos, sin duda ayuda. Esta sensación placentera te invade y el disfrute va aumentando según pasan los días.
Piscina exterior |
Acceso a la playa |
Playa cercana al parador |
Han sido cinco noches y seis días maravillosos, poder bañarse o pasear solos por la playa, ponerme a leer un libro después de bastante tiempo sin hacerlo, relajarte en el spa con una piscina de casi cincuenta metros de largo, comer arroz negro, a banda, senyoret e incluso una fideua de fideo fino, han hecho que sea una semana casi perfecta de serenidad y gozo. Este enclave de pinos, matorrales, dunas y hierba perfectamente cortada es un lugar ideal para olvidarte del mundanal ruido y pensar en el disfrute de uno mismo con pausa, sin horarios, sin casi teléfono, sin preocuparse de llevar dinero encima, lo pasas todo a la habitación. Lo más que había que decidir era si playa o piscina, restaurante o cafetería, sol o sombra, pelota o frisbee. Puro descanso que realmente es lo que buscábamos.
Campo de golf |
Es la primera vez que me alojo en un parador de playa, pero tengo la sensación que en el resto de los de este tipo la cosa se parecerá, cambiará el enclave, pero lo esencial, el descanso del guerrero será similar. Habrá que repetir.
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El Saler, Valencia, España
lunes, 25 de marzo de 2013
La playa del Saler y su Parador
A muy pocos kilómetros de la ciudad Valencia se encuentra la playa del Saler. Una hermosa playa, alejada de ruidos y grandes urbanizaciones, no se si será la mejor de los alrededores de la ciudad valenciana pero si os puedo decir que es la más tranquila y salvaje que he visto por esta zona. A lo largo de sus cinco kilómetros de longitud se encuentra rodeada de un entorno natural de pinos y dunas, junto al Parque Natural de la Albufera y el mar Mediterráneo.
Su playa es inmensa con dunas de arena blanca y agua muy limpia. Un lugar ideal para disfrutar en pareja o en familia, en cualquier época del año. Ahora que llega la primavera, es una estación muy agradable para dar un paseo por su orilla. Y en este enclave tan privilegiado frente al mar, se encuentra el Parador de El Saler.
Estuve hace muchos años alojada en el Parador antes de la profunda reforma que se ha llevado a cabo. Ahora el edificio a cambiado mucho, parece otro. Es muy moderno y no tiene nada que ver con los Paradores en edificios históricos que tanto me gustan. Las zonas comunes son muy luminosas y amplias donde abunda el cristal por donde la luz entra a raudales. Las habitaciones son muy espaciosas, con terraza y unas grandes contraventanas de madera, muchas de ellas con vistas al mar. Tiene acceso directo por un camino a una playa de arena muy fina que invita a disfrutar del sol y a largos paseos en solitario. Me recorrí la playa de punta a punta, disfrutando del apacible mar Mediterráneo con un ambiente tan agradable y relajado que hay bañistas que también se sienten cómodos y hacían naturismo. Y es que en esta playa hay una zona donde está permitido hacer nudismo. En definitiva es un Parador acogedor y muy tranquilo en un entorno natural envidiable.
El Parador está rodeado de un campo de golf de 18 hoyos, considerado el mejor de España y uno de los mejores del mundo. Aunque no juego al golf, reconozco que es muy relajante ver jugar a este deporte. Además de golf y playa, el Parador cuenta con un relajante spa y tiene un campo de fútbol donde varias veces ha entrenado la selección española.
Muy cerca del Parador y de la Albufera se encuentra El Palmar, donde turistas y valencianos acuden para dar buena cuenta de una buena paella. Me sorprendió ver en un pueblo tan pequeño tantos restaurantes. La paella valenciana es el plato protagonista indiscutible de la gastronomía valenciana, las hay para todos los gustos y colores: de carne, de marisco, arroz a banda, arroz negro o la famosa fideuá. Tras la comida se puede disfrutar de un paseo en barca por el Parque Natural de la Albufera.
Paella de marisco |
A 16 kilómetros del Parador nos espera Valencia con sus innumerables monumentos y con su Ciudad de las Artes y las Ciencias, un complejo educativo y cultural que se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad.
Loli
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Ubicación:
Playa El Saler, Valencia, España
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