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lunes, 25 de septiembre de 2023

El Parador de Trujillo, Cáceres

 


   El Parador está instalado en el antiguo Convento de Santa Clara, del siglo XVI, a 5 minutos andando de la Plaza Mayor

   Aunque así  ha sido siempre popularmente conocido (Convento de Santa Clara) en realidad su verdadero nombre es el Convento de La Concepción. En la actualidad las monjas concepcionistas se han trasladado a otro edificio cercano debido a que el número de religiosas es muy pequeño, ahora ocupan un inmueble más asequible y fácil de mantener.




   La entrada al Parador se hace a través de un sencillo patio con una fuente. En él todavia se mantine el torno de madera, el único punto de comunicación al exterior de las monjas de clausura.





   Su bonito  claustro renacentista, con arcos y columnas toscanas, se ha convertido en una terraza magnifica para descansar y  para tomar algo. En un lateral del patio aún se conserva el antiguo pozo.

   Las habitaciones, manteniendo la austeridad inicial del convento, son acogedoras y cómodas.


   

   El Parador es muy luminoso gracias a los muchos  ventanales de sus pasillos y los dos claustros.

  Cuenta con piscina de temporada y un espacio para que se diviertan los niños con una pizarra para colorear y juegos de mesa.

  El desayuno es muy variado, y en su restaurante se pueden tomar platos tan apetitosos como fideos salteados con pato, arroz con productos de matanza extremeña y buenas carnes.





   La visita al Conjunto Histórico Artístico de Trujillo nos llevará tiempo ya que cuenta con muchos sitios para conocer.




   Comenzaremos en su preciosa y famosísima Plaza Mayor con la  estatua de Francisco Pizarro,  la Iglesia de San Martín y el Palacio de la Conquista.




    Paseando por la judería veremos casas que mantienen su primitiva y original arquitectura.

   En la parte más alta está la Alcazaba, monumento del periodo Omeya, construido por los árabes en el siglo IX, con posteriores añadidos de la época cristiana. En el interior del castillo se conservan dos aljibes y la Capilla de la Virgen de la Victoria.






   El Palacio de Juan Orellana Pizarro, protagonista de la Conquista del Imperio Inca, es una bella residencia renacentista, en la que también  se hospedó el célebre escritor Miguel de Cervantes.


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                                                                                                                                                                             Inma

martes, 25 de abril de 2023

El Monasterio de Yuste y los cerezos del Jerte

 


   En la Comarca de la Vera de Cáceres, el monasterio se fundó a comienzos del siglo XV, fue el lugar escogido por el Emperador Carlos  I de España y V de Alemania  para retirarse en sus últimos años de vida. Junto al conjunto monacal se construyó una casa palacio que sorprende por su  sencillez arquitectónica.





   Después de luchar durante su reinado por mantener unido el Imperio, el monarca eligió este tranquilo lugar donde pasó casi dos años hasta su muerte. Con sus facultades físicas bastante deterioradas, el 21 de septiembre de 1558  falleció de paludismo por la picadura de un mosquito.



   Fue enterrado en la  humilde cripta justo debajo del altar de la iglesia. Hasta que  su hijo Felipe II  trasladó sus restos al suntuoso Panteón Real de El Escorial.



   El claustro gótico es de planta rectangular con dos pisos con columnas sin capiteles. El claustro nuevo es de estilo renacentista  de forma cuadrada con columnas decoradas y escudos.



   En la vivienda del emperador está la alcoba, una antecámara, un comedor y el despacho. El Cuarto Real estaba situado al lado de la iglesia para que poder escuchar los actos religiosos desde su cama.



   Un tranquilo jardín junto a una huerta y un estanque plasman perfectamente el sosiego que buscaba el monarca.





   Cerca de la abadía se encuentra el Cementerio Militar Alemán. En 1980, el gobierno de ese país  reunió los cuerpos de sus militares caídos en España durante la I y la II Guerra Mundial. Las cruces de granito señalan el lugar donde reposan los restos de pilotos, marinos y soldados.






   A pocos kilómetros Garganta la Olla es una de las localidades más típicas de La Vera. Paseando por este pintoresco pueblo veremos la Casa de las Muñecas,  un prostíbulo utilizado por la corte de Carlos V durante el tiempo que el Emperador se alojó en el Monasterio de Yuste.








   También aprovechamos para acercarnos al Valle del Jerte ya que era la época de la floración de los cerezos.



   Estas  cerezas están consideradas las mejores del mundo. Las variedades autóctonas poseen su propia Denominación de Origen Protegida.



   En la comarca hay más de millón y medio de estos árboles. Sus flores inundan las laderas y la campiña. Su cálido olor y el color blanco te envuelven, formando un precioso espectáculo.



                                                                                                                                                     Inma

miércoles, 4 de mayo de 2022

El Parador de Cáceres y el Museo Yusuf Al Burch

 


   Cáceres está integrada en diferentes redes turísticas: en la Red de Ciudades de la Ruta de la Plata,  en la Red de Juderías Caminos de Sefarad y en el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España.

   El Arco de la Estrella da acceso al casco antiguo desde la Plaza Mayor, a partir de aquí lo mejor es dejarse llevar. Pasaremos por la concatedral de Santa María, por la Torre de Bujaco y la Torre de las Cigüeñas, por la Casa de los Golfines de Abajo y nos perderemos por las calles de la Judería.






   Entre los lugares que se pueden visitar, uno de los que más me gustan es el Museo Yusuf Al Burch. La casa data del siglo XII y pudo haber pertenecido a algún importante mercader musulmán.

    Relacionada con el pasado histórico hispano-árabe, la Casa Museo consta de varias salas de té, patio, cocina y alcobas. La bodega es la sala más fría de la casa por lo que se guardaban en ella la miel, el aceite y la leche.

  El hamman se utilizaba para el baño de agua caliente y baños de vapor, además servía como calefacción para las habitaciones situadas encima.

   Los arcos, las columnas, mesas de madera tallada, teteras, dagas, alfombras, instrumentos de música, cerámica, así como el patio con palmeras, jazmines y naranjos, nos trasladan a la cultura árabe que durante siglos existió en esta ciudad.






   En el Palacio de las Veletas está instalado el Museo Provincial. En su interior se encuentra el aljibe hispano. Este almacén está compuesto por cinco naves con arcos de herradura de ladrillo revocado. Me sorprendió sus dimensiones y el saber que es el segundo en el mundo tras la Cisterna de Estambul.

 



   Otro de los atractivos de la ciudad es su gastronomía, con establecimientos de gran calidad entre los que está el restaurante del Parador.






   Con una excelente ubicación en el centro histórico de Cáceres, el Parador está instalado en el Palacio de los Marqueses de Torreorgaz. Tiene un confortable interior, las habitaciones son amplias, decoradas en tonos crudos y vigas de madera. Todo el edificio mantiene un gran equilibrio entre el estilo tradicional y contemporáneo.

 



Por la noche cuando se encienden las farolas, es un lujo recorrer sus calles, plazuelas, torres y palacios, Cáceres siempre invita a volver.





                                                                                                                                                Inma.

viernes, 15 de octubre de 2021

El Parador de Guadalupe y el Real Monasterio

 


   A finales del siglo XIII, un pastor de Cáceres encontró junto al río Guadalupe una imagen de la Virgen que había sido escondida durante la Reconquista. El pastor levantó una pequeña ermita para colocar la figura. La imagen tomó el nombre de Guadalupe, río escondido.

    En 1330 el rey de Castilla y León, Alfonso XI, mandó edificar en este lugar una iglesia que pronto se convirtió en un lugar de peregrinaje, creándose un pequeño pueblo alrededor de ella. Más tarde pasó a pertenecer a la Orden de San Jerónimo. Los monjes mantuvieron durante más de cuatro siglos el monasterio, el cual llegó a alcanzar un gran desarrollo hasta la Desamortización que tuvo que ser abandonado.

 


   Ya en 1908 la Orden Franciscana recibió el encargo de restaurar estas edificaciones. Así ha llegado hasta nuestros días este bello santuario. Los muros, las torres y las cúpulas le confieren un aspecto de grandeza. Está compuesto por un templo gótico, un claustro mudéjar y otro gótico, varias capillas, un panteón, el camarín de la Virgen, la sacristía y varios museos.

   El arte de los manuscritos miniados fue creado en los monasterios. En el Museo de Miniados de Guadalupe se expone una completa colección considerada una de las mejores del mundo. Siempre me han gustado mucho este tipo de libros y los que hay en Guadalupe me parecen de una gran belleza.

 


   La mejor muestra de cuadros de Francisco de Zurbarán se halla en este priorato. Este pintor, gran maestro de la pintura religiosa, fue uno de los mejores del Siglo de Oro español. Por encargo de los frailes de la abadía pintó ocho cuadros para la sacristía y tres para la capilla.

 


   La Ermita del Humilladero, sobre una colina y a pocos kilómetros de esta villa, se construyó  para que los peregrinos pudieran realizar una oración antes de llegar. Este templete se levantó en ladrillo y tiene decoración gótica. Desde los alrededores se puede disfrutar de una estupenda panorámica de toda la zona.





 



   Frente a la fachada del monasterio se encuentra el antiguo hospital de San Juan Bautista, en este edificio histórico está instalado el Parador de Guadalupe, un lugar lleno de  historia y encanto. Cuenta con agradables jardines para pasear, y con un recoleto claustro de encaladas arquerías con una fuente central rodeada de naranjos y limoneros donde disfrutar del ambiente que nos rodea.

 


   



   

   He tenido la suerte de poder alojarme varias veces en este acogedor parador, pero la última vez que he estado me pareció un lugar aún más especial. Al despertar el domingo por la mañana salí a la terraza de la habitación y me quedé sorprendida al mirar hacia el monasterio. La niebla cubría gran parte del edificio y las cúpulas quedaban desdibujadas, escondidas, como si quisieran guardar un mágico secreto, a la vez que el claro sonido de sus campanas resultaba profundo y relajante.



                                                                                                                                             Inma

sábado, 1 de junio de 2019

San Jerónimo de Yuste, el último refugio de Carlos V


Monumento dedicado al Emperador en Cuacos de Yuste

De Cuacos de Yuste arranca la carretera que nos conduce hasta el Monasterio Jerónimo de Yuste, donde el emperador Carlos V, quiso retirarse de los ajetreos de la corte y pasó los últimos días de su existencia. Cuenta la historia que hasta aquí llegó el emperador, cansado y enfermo, atravesando la sierra desde el Castillo de Jarandilla propiedad de Fernando Álvarez de Toledo, Conde de Oropesa y donde se alojó algo más de dos meses, en espera de que concluyera la construcción de su último refugio en este monasterio.

Monasterio Jerónimo de Yuste

Fundado en los primeros años del siglo XV, llegó a ser una de las más importantes casas de la orden Jerónima. Sin embargo el siglo XIX fue nefasto para el monasterio, primero por la invasión de las tropas francesas y luego por las leyes de desamortización que lo dejaron bastante deteriorado y abandonado. Finalmente en el año 1941 lo adquirió el Estado y se encontró la forma de arreglarlo, acondicionándolo nuevamente para pasar de nuevo a manos de los monjes jerónimos.



El conjunto monástico está constituido por tres zonas importantes: la iglesia, las dependencias conventuales y el palacio del emperador. La visita comienza por las dependencias conventuales que se acomodan alrededor de dos claustros: uno gótico y otro renacentista. El primero es de planta rectangular, con una una sencilla fuente en el centro y dos alturas, tiene hermosos arcos sostenidos por pilares. La decoración esta realizada a base de delicadas molduras góticas y tracerías. La celda del prior, los locutorios y la biblioteca se encuentran en torno a él.

Claustro gótico


El claustro renacentista, conocido como claustro nuevo, es algo mayor que el anterior y también de planta rectangular con una gran fuente en el centro. Si te fijas bien, las galerías son a base de arquerías de medio punto, ricamente decoradas con capiteles y escudos. En torno a este segundo claustro están el refectorio, la sala capitular, el acceso a la iglesia y a la cripta donde quería ser enterrado Carlos V. Sin embargo, su hijo Felipe II trasladó sus restos al Panteón del Monasterio del Escorial.

Claustro renacentista



La iglesia, construida en el siglo XV, es bastante amplia, de una sola nave dividida en cuatro tramos. A la altura de las bóvedas recorre los muros un elegante friso de molduras góticas. El retablo mayor está dividido por columnas de orden corintio, en el centro se encuentra una copia del cuadro, La Gloria de Ticiano y rematando el retablo el escudo imperial junto a cuatro estatuas que representan las cuatro virtudes: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza.


Refectorio

Cripta donde quiso ser enterrado Carlos V

Por lo que respecta a la última zona del monasterio, se encuentra el palacio donde se encuentran los aposentos reales. Verás que el aposento de Carlos V es un austero espacio que se levantó en el flanco sur de la iglesia para que el emperador pudiera asistir a los santos oficios incluso desde la cama, cuando la enfermedad le impidió levantarse; un gran ventanal hizo posible ese deseo del emperador.

Jardines del palacio

Palacio de CarlosV


Aquí murió, Carlos V, emperador y rey de España un 21 de septiembre de 1558, cumpliendo la promesa de terminar su vida en un monasterio.

                     
                                                                                                                                                           Rafa

miércoles, 16 de agosto de 2017

El Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe

Un viajero del siglo XV relató que tienen los monjes de este monasterio por regla, que si alguien yendo a la guerra o peregrinación para visitar los santos lugares, llegase aquí y cayese enfermo, están obligados a recogerle y a proporcionarle todo lo necesario; si muere le han de hacer funeral proporcionado y si convalece de su dolencia, y él lo pide, han de darle los medios de que llegue a donde iba, costeándole el viaje, pues así se manda en su Regla.

Monasterio de Guadalupe

Este monasterio es, sin duda, uno de los más importantes de nuestro país y es tal su importancia que la UNESCO lo incluyó en su lista de Patrimonio de la Humanidad. Motivos no le faltan y es que, además de una arquitectura extraordinaria, es rico en museos. Su interior alberga un Museo de Bordados y otro de Libros Miniados, además de varios lienzos de Zurbarán, así como de El Greco, de Francisco de Goya o de Lucas Jordán.

El monasterio es una mezcla de elementos góticos, mudéjares y renacentistas entre otros


Su vista exterior es impresionante y el interior te sorprenderá también. Es un monasterio digno de admirar. Hay que decir que aquí se postraron ante la virgen monarcas y emperadores. Por aquí pasó Cervantes para ofrecer sus cadenas de cautivo cuando estuvo preso en Lepanto. También a este monasterio acudieron Santa Teresa de Jesús, San Vicente Ferrer o San Juan de la Cruz, entre otros ilustres personajes.

El claustro mudéjar está entre lo mejor del monasterio

Llama la atención el templete de estilo gótico-mudéjar situado en el centro


No sé si sabrás que, de los muros de este monasterio partió la autorización para que Cristóbal Colón tomara el mando de las carabelas y, aquí fue recibido por los Reyes Católicos a su regreso del Nuevo Mundo. También fue aquí donde fueron bautizados los dos indios que trajo consigo en su segundo viaje.

El monasterio custodia recuerdos históricos y tesoros artísticos de gran valor


El monasterio contaba con una célebre botica, escuela de medicina y hospital  


Tras cumplir visita al interior de la iglesia, cuyo acceso es libre, tendrás que sacar una entrada para visitar el resto del monasterio y el Camarín de la Virgen  donde podrás ver de cerca la talla medieval de la Virgen con el niño sobre las rodillas. Visitarás el soberbio claustro mudéjar, presidido por un bello templete. En mi opinión, el claustro es sencillamente espectacular, uno de los más bellos y singulares de todos los monasterios españoles. Además, en torno a un claustro gótico, el monasterio ofrece al visitante una hospedería regentada por los propios monjes.

Interior de la iglesia

 Gran número de peregrinos acudían al monasterio, a quienes los monjes acogían según su regla 

  Una zona del monasterio está destinada a la hospedería 


A la sombra de este imponente monasterio nació la puebla de Guadalupe, un caserío de calles estrechas y bellas balconadas de madera, en la que la vida parece carecer de agobios y prisas.

Calles de la puebla de Guadalupe


No os debéis perder el Parador, justo enfrente del monasterio ocupando el antiguo Colegio de los Infantes en el cual se impartían clases de canto y gramática junto con el antiguo hospital de San Juan Bautista, donde los monjes llevaron a cabo arriesgadas operaciones quirúrgicas. Hoy es un lugar confortable donde se respira tranquilidad por todos lados.

Interior del Parador de Guadalupe

                                                                                                             


                                                                                                                                                           Rafa
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