miércoles, 9 de octubre de 2024

El Alcázar de los Reyes Cristianos (Córdoba)

 


   Junto al río Guadalquivir se sitúa la fortaleza, el palacio y los jardines que forman parte del llamado Alcázar de los Reyes Cristianos.



   Es de origen árabe, aunque hay restos de la época romana y visigoda. Durante el periodo musulmán formó parte de los edificios del alcázar omeya.

   Tras la conquista de la ciudad por Fernando III el Santo, el actual edificio fue mandado construir por Alfonso XI.

   En él pasaron temporadas los Reyes Católicos, ya que desde aquí se organizó la conquista del Reino de Granada.



   El edificio también fue sede de la Inquisición, más tarde fue utilizado como cárcel, y por último albergó dependencias militares hasta que fue cedido al Ayuntamiento de Córdoba.



   En sus esquinas hay cuatro torres, siendo la más importante la del Homenaje. Las otras tres torres se comunican entre sí por adarves con almenas.

   Aún existe un aljibe usado para suministrador agua a los baños reales. Había un horno para calentar el agua que se transportaba a través de conductos de arcilla por las paredes y suelos.

   Está expuesta una importante colección de mosaicos romanos en lo que fue la antigua capilla de la Inquisición.



   En los preciosos y extensos jardines hay palmeras, naranjos, limoneros y variadas especies autóctonas, además de hierbas aromáticas y flores.



   Están adornados con estatuas de reyes y el grupo formado por las esculturas de los Reyes Católicos junto a Cristóbal Colón, ya que en este lugar tuvieron varios encuentros antes de su primer viaje a América.




      Las fuentes, albercas y surtidores de los jardines forman un conjunto realmente espectacular.



   En el Alcázar de los Reyes Cristianos están  representadas  todas las civilizaciones que han pasado por Córdoba a lo largo de su historia.





                                                                                                                              Inma

jueves, 26 de septiembre de 2024

Fusión de Culturas y Sabores, Parador de Sigüenza

 


   Con motivo del IX Centenario de la Reconquista de Sigüenza, el Parador ha elaborado un menú con platos recuperados de la historia de esta villa medieval.



   En 1.124, tras cuatro siglos en manos islámicas, las tropas castellanas al mando del obispo Don Bernardo de Agén tomaban la alcazaba árabe. A partir de entonces se construyó el espléndido castillo que ha llegado a nuestros días.

   Árabes, judíos y cristianos dejaron su legado y costumbres. El menú lo componen ocho platos de las tres culturas mencionadas.



   Babaganoush de berenjenas en pan ácimo: un vegetal muy utilizado por islámicos y judíos. Los árabes fueron los primeros en introducir la costumbre de tomar cremas o purés. El pan ácimo no está fermentado y se mantenía bien a pesar de la humedad.

   Los ingredientes que se utilizan son: berenjenas, ajo, zumo de limón, tahine, comino, sal y aceite. Para el pan: harina integral, aceite, agua y sal.

   Burekitas sefardíes: son los entrantes servidos durante el Shabat. Están rellenos de pechuga de pollo, piñones, huevo cocido, cebolla, ajo, uvas pasas, berenjena y vino blanco.

   Buñuelos de morcilla: algo identificativo de los cristianos, ni judíos ni musulmanes podían comerlo.



   Alboronía: calabaza, calabacín, pimiento verde, tomate, berenjena, comino, ajo, cebolla, pimentón, sal y aceite.

   Almodrote de berenjenas: huevo, berenjenas, salsa de tomate, ajo, cebolla, aceite y sal.

   Olla podrida: presente ya en la Edad Media, forma parte del grupo de los guisos y cocidos. Sus ingredientes son: alubias pintas, panceta, papada y oreja adobada de cerdo, morcilla, chorizo, puerro y zanahoria.



   Cordero confitado en miel y frutos secos con cous cous de verduras: pierna de cordero deshuesada, pimienta, vinagre, miel, pasas y nueces. Para el cous cous: sémola, canela, comino, setas, zanahoria y calabacín.



   Bizcocho de harina de trigo negrillo, arrope de calabaza y helado de frutos secos: huevos, harina, azúcar, aceite, miel y calabaza.



   Resulta un menú muy completo, delicioso y original, lleno de matices y sabores diferentes. Un buen motivo para repetir la estancia en este precioso Parador, a punto de cerrar para reformarlo.

                                                                                                                          

                                                                                                                                              Inma

sábado, 14 de septiembre de 2024

Palacio de los Condes de Alba de Aliste, Parador de Zamora.

 


   En la Plaza de Viriato, en pleno centro histórico de Zamora, el Parador ocupa un elegante y emblemático edificio.



   El Palacio de los Condes de Alba de Aliste se construyó en 1459. Enrique Enríquez de Mendoza, el primer conde de Alba de Liste, fue bisnieto del rey Alfonso XI, y tío del rey Fernando II de Aragón y V Castilla.



   La fachada del edificio es original de la época, y nada más entrar en él nos rodea un ambiente palaciego.



   Armaduras, tapices, suelos y vigas de madera decoran sus salones.



   En el Parador destaca su patio renacentista adornado con escudos heráldicos y medallones;  así como la monumental escalera tallada.








   En la parte superior del patio hay una galería acristalada donde se encuentran las habitaciones más bonitas del Parador.




   Tiene también una gran piscina con vistas al río Duero y una amplia terraza junto a la cafetería.





   Desde el Parador se puede ir paseando a la catedral, su museo expone magníficos tapices flamencos.







   Cerca están las ruinas del castillo desde donde se disfruta de bonitas vistas a la ciudad y al río Duero.



   Zamora es una de las ciudades con más arte románico de España y de Europa. Hay más de 20 iglesias en su casco antiguo, entre las que destaca la de San Isidoro, San Cipriano y la iglesia de La Magdalena con una preciosa portada y un interesante sepulcro.




   Zamora es una encantadora ciudad a la que siempre es un placer volver, si además nos alojamos en su llamativo  y acogedor Parador nos resultará una muy grata experiencia.






                                                                                                                                                  Inma

 





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