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viernes, 24 de enero de 2025

Conjunto Monumental de la Fortaleza de La Mota, Alcalá La Real (Jaén)

 


   Frontera entre el Valle del Guadalquivir y la Vega de Granada, fue una ciudad árabe durante más de 600 años. Estaba considerado un baluarte inexpugnable hasta que, en 1341, Alfonso XI la anexiona a Castilla.



   Por su estratégica localización era una población fortificada con triple recinto amurallado.




   Estaba divida en varias zonas, el barrio militar o Alcazaba y La Medina o el barrio noble.





   La Alcazaba era el recinto principal con tres torres, la de la Campana, Torre Mocha y la del Homenaje, todas unidas por lienzos de muralla con altos adarves.

   En la botica se elaboraban las pócimas médicas de la época.  Se pueden visitar los restos de varias bodegas, pozos, aljibes, y un nevero.



   En torno a la ciudad amurallada se construyó en época medieval una red de atalayas para alertar a la población de los ataques del enemigo, hubo hasta 18 torres, quedando aún en pie muchas de ellas.

   La Fortaleza de La Mota era el centro de control de las torres vigía que la rodeaban.











   La iglesia de Santa María la Mayor, fundada por Alfonso XI, es un elegante edificio renacentista. El templo se utilizó como cementerio, y en la actualidad sorprende su interior. Se han instalado varias pantallas en las que se proyecta un interesante vídeo con la historia de la fortaleza.

   Junto a la iglesia están las Casas del Cabildo, que fueron las dependencias del gobierno administrado por el Corregidor.








   Con un amplísimo y perfecto trazado urbano, la villa tuvo un gran esplendor hasta el siglo XVII.

   En 1812 las tropas napoleónicas incendiaron la Iglesia Mayor Abacial y arrasaron gran parte de Alcalá la Real.





   Como complemento se debe visitar el Palacio Abacial, de estilo neoclásico, donde está instalado el Museo Arqueológico de Alcalá la Real. Las salas están alrededor de un patio con galerías abiertas.







   El recorrido por la antigua ciudad amurallada y por el museo nos dará una idea de la importancia que tuvo la capital de la comarca de la Sierra Sur de Jaén.

                                                                                                                                                    Inma

miércoles, 6 de abril de 2022

Parador de Jaén

 


   El Parador Nacional de Santa Catalina, es uno de los grandes emblemas de Jaén, un establecimiento muy ligado a la ciudad y a los jienenses.



   Está construido sobre los restos de la antigua fortaleza  árabe.  El edificio, dado su aspecto exterior defensivo,  parece una prolongación del castillo construido en el siglo XIII.  Desde  la cima del cerro de Santa Catalina se controló durante siglos el paso entre el valle del río Guadalquivir y las tierras de Granada.



   Tiene una situación privilegiada desde donde se divisa toda la ciudad, montes, montañas y valles.



   Después de haber estado en él en anteriores ocasiones, teníamos ganas de volver tras su reapertura.

   La reforma llevada a cabo ha mejorado la accesibilidad del edificio, y los trabajos de decoración han conseguido un cuidadísimo interior.



   En las habitaciones se ha cambiado la carpintería y los baños, se ha renovado la cocina, las cubiertas del edificio y las ventanas, también se han restaurado muebles.





   De la colección artística de Paradores se muestran un bordado del siglo XVI tejido en seda y oro realizado sobre tela de saco,  un tapiz flamenco del XVII representado una historia del Rey David, y otro realizado por la Real Fábrica de Tapices con la escena de la expedición de Bruto a Aquitania.

   Ante la reciente reforma también se ha renovado  su oferta culinaria en su restaurante, siempre con productos de temporada y proximidad.



   El salón principal está decorado con colores neutros, hay chimenea, cómodos sofás y un tapiz representando a Fernando III El Santo.



   Sorprende el alto techo del gran salón entre la cafetería y el restaurante, con unos impresionantes arcos cruzados de 20 metros de altura, en las esquinas se han colocado a modo de esculturas  ramas con hojas simulando las de los olivos.






   No debemos marcharnos del Parador sin antes visitar el Castillo de Santa Catalina.





   En mi opinión se ha realizado una rehabilitación impecable. El Parador de Jaén  está considerado como uno de los diez mejores hoteles-castillo de Europa.





                                                                                                                                             Inma

domingo, 20 de septiembre de 2020

Castillo de Santa Catalina, el balcón de Jaén

En lo alto de un cerro, sobre la ciudad de Jaén y dominando su entorno, se levanta un impresionante castillo. Una fantástica construcción defensiva que nació siendo alcázar árabe y tras la reconquista fue fortaleza cristiana con una iglesia consagrada a Santa Catalina, nombre con el que se lo conoce actualmente. 
Castillo de Santa Catalina

El castillo cristiano que podemos admirar en la actualidad, lo componen tres recintos que formaban una gran alcazaba cuyos muros nos hablan de episodios sangrientos, batallas y conquistas. 

El Castillo de Santa Catalina conocido como el Alcázar Nuevo, alberga en su interior un centro de interpretación, en el cual podrás realizar un recorrido por toda su historia. Durante la visita se puede subir a la Torre del Homenaje, a la de las Troneras, a la de las Damas o a la Torre de la Vela. También se puede ver la Capilla de Santa Catalina, ubicada en una de las torres albarranas. Aquí se guarda la imagen de la patrona de Jaén y su nombre le viene dado tras la conquista cristiana en honor a Santa Catalina de Alejandría.


También dispone de un Patio de Armas donde encontraremos restos de algunas construcciones entre ellas; dos aljibes, las caballerizas, la antigua prisión y otras dependencias.
 

El Castillo de Santa Catalina tuvo también especial protagonismo durante la Guerra de la Independencia, al convertirse en un importante centro de operaciones para las tropas napoleónicas. En el Alcázar Viejo, se construyeron cuarteles, caballerizas y edificios para las tropas que cuando abandonaron el castillo, destruyeron gran parte de las dependencias.


Con el tiempo el Alcázar Viejo cayó en desuso y su situación era ruinosa hasta que en 1965 se construyó el actual Parador Nacional de Turismo. 
En la actualidad está considerado como uno de los diez mejores hoteles-castillo de Europa y como buen castillo, está rodeado de misterios y leyendas. 
El Parador Nacional de Jaén (Castillo de Santa Catalina), es en sí mismo un regalo para los sentidos, todo un exquisito establecimiento con unas instalaciones que nos transportan a otro tiempo, compatibles con todas las comodidades actuales. 
Tras una exhaustiva restauración en la que se han renovado sus instalaciones, acaba de reabrir sus puertas recientemente. 


Siguiendo un sendero que parte desde el Castillo se llega al punto más elevado del cerro donde se encuentra una gran cruz blanca. Según la leyenda, en su origen fue de madera y representa la espada que el rey Fernando III el Santo clavó como señal de la conquista de Jaén. 

Desde aquí se obtienen las mejores vistas panorámicas de la ciudad y su entorno.


                                                                                                                                                        Loli

viernes, 10 de enero de 2020

El Castillo, el Parador y la Catedral de Jaén




   Cuando nos acercamos a la ciudad jienense se divisa en el horizonte una inmensa fortaleza. El Castillo de Santa Catalina se levanta desafiante en lo más alto, desde aquí se controló desde siglos el paso entre el valle del río Guadalquivir y las tierras de Granada.

   Esta alcazaba, de origen musulmán, fue entregada por el rey Alhamar de forma pacífica al monarca Fernando III a cambio de la autorización para formar la dinastía nazarí.




   La fortaleza ha sufrido todo tipo de invasiones a lo largo de la historia. Ataques de cartaginenses, romanos y musulmanes, incluso las tropas francesas de Napoleón destruyeron gran parte del recinto.




   El conjunto arqueológico  se adapta perfectamente al cerro y aquí mismo encontramos uno de los 10 mejores hoteles-castillo de Europa, el Parador de Jaén. Desde él las esplendidas vistas sobre el valle son impactantes.










   Este bello edificio monumental tiene también un cuidado interior. Está decorado con tapices y armaduras, siendo muy bonitas las salas de techos abovedados y vigas de madera, destacando el salón principal con sus impresionantes arcos cruzados de 20 metros de altura.




   Aunque pienso que algunas de sus  habitaciones  necesitarían una renovación, cuentan con una agradable terraza con bonitas panorámicas del campo  y las montañas. El inconfundible paisaje de olivos que nos rodea explica que toda esta zona sea un referente en la producción de aceite de oliva Virgen.





   Bajando hasta el centro de Jaén nos encontraremos con la catedral de Nuestra Señora de la Asunción.

   El majestuoso templo es proporcionado, de formas equilibradas y de gran belleza. Está considerado como uno de los mejores ejemplos de arquitectura renacentista religiosa en España. La catedral actual fue diseñada en el siglo XVI por el arquitecto Andrés de Vandelvira para sustituir el anterior templo derrumbado. Su construcción duró varios siglos pero los posteriores encargados de las obras respetaron con gran acierto el proyecto de Vandelvira.




   La enorme  fachada principal cuenta con una sobresaliente colección de esculturas. En su interior, tres naves y diecisiete capillas con retablos, imágenes y cuadros completan el conjunto.







   Por la noche tanto la imagen iluminada del castillo como la de la catedral resultan fascinantes, siendo los símbolos de esta capital.

                                                                                                                                                          Inma

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