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lunes, 27 de febrero de 2017

El recinto medieval del Cerco de Artajona

Fueron unos canónigos de Toulouse (Francia), quienes tuvieron la idea de levantar esta construcción medieval en el siglo XI, cuando Pedro de Roda, obispo de Pamplona, les donó estas tierras. Desde entonces, siempre fue lugar codiciado por la realeza, nobles e incluso por directores de cine y es que entre sus gruesos muros, se filmaron algunas de las escenas de la película “Robin y Marian” con Sean Connery y Audrey Hepburn.


Dicen de él que es una de las más importantes fortificaciones medievales del antiguo Reino de Navarra. Llegó a tener diecisiete torreones almenados de los cuales sólo nueve siguen en pie. Su visita te será corta y es un destino muy sugerente. Una vez llegues al caserío de Artajona dirígete a la parte alta, donde te dará la bienvenida tan célebre lugar, encontrarás un parking en el que puedes dejar el vehículo.

lunes, 8 de febrero de 2016

El Monasterio Cisterciense de Santa María de la Oliva, Navarra

Te propongo un viaje a uno de los monasterios más significativos del románico en Navarra y uno de los más importantes de la arquitectura cisterciense en España. Fue fundado en el siglo XII por el rey García Ramírez, al que llamaron "el restaurador", quien lo dotó de abundantes donaciones e hizo que el monasterio tuviera una gran prosperidad durante la Edad Media.


Monasterio de Santa María de la Oliva

jueves, 23 de octubre de 2014

Irati, la serena belleza del hayedo

Propongo adentrarnos en el hayedo más extenso de Europa, después de la Selva Negra en Alemania. Todo un espectáculo para los sentidos y el lugar perfecto para olvidarte de la estresante vida diaria, aunque sólo sea por un día. No todo son hayas, en la Selva de Irati, encontrarás grandes masas de abetos que hacen incrementar aún más el valor estético de estos valles pirenaicos. Un gran tesoro natural que aún se mantiene virgen.


Los accesos para acercarnos a la Selva de Irati son a través de Ochagavía en el valle de Salazar o desde la localidad de Orbaizeta en el valle de Aezkoa. Esta última opción es la que escogen la gran mayoría de los visitantes que se animan a acercarse hasta aquí. Desde Orbaizeta se llega a la presa del embalse de Irabia, allí mismo comienza la ruta que rodea el embalse, encontraremos un pequeño aparcamiento donde debemos dejar el coche. La ruta es circular, muy asequible y fácil de recorrer, son unos 10 kilómetros que nos permiten descubrir la gran belleza de estos parajes. Aunque nos podemos retirar cuando queramos.

Embalse de Irabia

En la Selva de Irati existe la posibilidad de realizar varias rutas perfectamente señalizadas, mi consejo, si queréis sumergiros en el precioso bosque de esbeltas hayas, es el acceso desde Ochagavía, un encantador pueblo de calles empedradas y casas blancas donde podemos visitar el Centro de Interpretación.

Ochagavía

Desde Ochagavía, no hay pérdida, son 23 kilómetros. Tan sólo hay que seguir las indicaciones que nos conducen hasta la Selva de Irati. Una vez abandonado el aparcamiento seguiremos paralelos al río para adentrarnos en el bosque de hayas más extenso y más puro de nuestra península.



En esta inmersión por el bosque, en el más absoluto silencio, sólo roto al cruzarnos con algún que otro excursionista, muchas veces nos parecerá oír el murmullo de duendes y otras criaturas mitológicas entre las hayas. Este es un buen momento de dejar volar nuestra imaginación, pues parece que la fantasía se ha entretenido en tejer esta arboleda.




Entre retorcidos troncos y un manto de hojas secas, caminaremos por estrechos senderos en busca del embalse de Irabia. Una vez llegados al embalse, si aún nos queda tiempo y ganas, podemos dar una vuelta al embalse. De lo contrario, nos sentaremos en la orilla donde todo es quietud, un verdadero alivio para la vista donde poder descansar y recuperar las fuerzas gastadas.

Embalse de Irabia

El regreso al punto de partida lo realizaremos por donde hemos venido o bien por la pista forestal, paralela al río, más ancha y cómoda que el sendero.


Nada mejor que dejarse llevar y perderse por Irati en soledad, para así, poder disfrutar de la serena belleza de este hayedo y sentirnos efímeros emboscados.

                                                                                                                                                           Rafa

jueves, 6 de marzo de 2014

La Iglesia-Fortaleza de Santa María de Ujué

 Iglesia-Fortaleza de Santa María de Ujué

Cuando se recorre las estrechas y pronunciadas calles de Ujué, su entorno nos traslada en el tiempo y es fácil imaginarse esta pequeña villa de poco más de doscientos habitantes en la Edad Media.
Aunque el día apareció un poco lluvioso y con una ligera niebla, no impidió que recorriera despacio sus calles empedradas donde disfruté de la belleza de este pequeño pueblo y de la serenidad de sus rincones.

Ujué
El nombre de Ujué, en euskera Uxua, significa paloma. Una leyenda cuenta que un pastor que dirigía su rebaño por estas serranías vio una paloma aleteando fuertemente, entrando y saliendo de una cueva. Al acercarse descubrió la imagen de la Virgen. Tras esta aparición divina en ese mismo lugar pronto se levantó una ermita en torno a la cual terminó agrupándose la población.



Ujué todavía posee el olor medieval impregnado en sus fatigosas cuestas. A pesar de que la niebla amenazó durante buena parte del tiempo, tuvo el detalle de moverse ligeramente, salió el sol y el cielo apareció despejado.


Dominando el pueblo se encuentra la Iglesia-Fortaleza de Santa María de Ujué (construida entre los siglos XI-XIV). En realidad, al observarla, no sabe uno si se trata de una iglesia o de un castillo, pues los dos elementos parecen fundirse en armonía en la misma construcción.


Santa María de Ujué se edificó en estilo románico. Fue Carlos II "el Malo" quien ordenó el derribo de parte de las naves románicas para construir una amplia nave central gótica que guarda en su interior la hermosa talla de la Virgen, una joya del románico forrada en plata. A su lado reposa en una arqueta el corazón de este monarca navarro.


Carlos II también ordenó la construcción de pasos de ronda que rodean la iglesia y de las torres almenadas que dan al conjunto ese aspecto de fortificación.

Paso de ronda

De la iglesia destacaría su fachada sur con una de las portadas góticas más ricamente decoradas de Navarra, pero, sin duda, es el paso de ronda que recorre el perímetro de la iglesia lo que me llamó la atención. Observé con atención los tres espléndidos ábsides románicos que se conservan de la primitiva iglesia románica.

Portada gótica de Santa María de Ujué

Los tres ábsides románicos

Continuando con el perímetro del templo el paso se transforma en una galería abierta desde donde se disfruta de la serena belleza que domina el horizonte.



Para mí este pueblo fue una gran sorpresa por tierras navarras. Para culminar la visita no os perdáis la oportunidad de comprar las almendras garrapiñadas típicas de esta zona y probad las migas de pastor. Dicen que en pocos sitios las preparan como en Ujué.


                                                                                                                                                                  Rafa

lunes, 17 de febrero de 2014

Puente la Reina, donde todos los caminos a Santiago se hacen uno

Muy cerca de donde confluyen los dos ramales principales del Camino de Santiago encontramos la villa medieval de Puente la Reina. A la entrada de esta localidad una leyenda recibe al peregrino: "Y desde aquí todos los caminos a Santiago se hacen uno solo".


En Puente la Reina se debe visitar la iglesia del Crucifijo fundada por los caballeros templarios en el siglo XII, lo que ha originado numerosas leyendas. Nos llamará la atención un curioso Crucificado con forma de "Y" que da nombre al templo. No es extraño encontrar por aquí peregrinos con sus conchas y báculos, de habla y cultura distintas que recorren la Ruta Jacobea.


Después de visitar la iglesia, resulta imprescindible recorrer la calle Mayor con sus bellos caserones de piedra y aleros de madera. Sus bajos están ocupados por comercios, tiendas de recuerdos y algunos restaurantes donde los peregrinos sacian el apetito.

Calle Mayor


A medio camino de la calle ese encuentra la iglesia de Santiago de finales del siglo XII donde destaca una hermosa portada románica. En su interior se puede contemplar la famosa talla gótica conocida como Santiago el negro. Tal denominación se debe al estado en que se encontraba la escultura del apóstol cuando fue hallada en un rincón de la iglesia, cubierta de polvo y suciedad.

Portada románica de la iglesia de Santiago

Pero, sin duda, es el puente sobre el río Arga lo que más me sorprendió. Es una bella muestra del románico de seis arcos, uno de los lugares más emblemáticos del Camino de Santiago y el que da nombre a la población.


Mandado construir por la reina Doña Mayor, esposa de Sancho III, rey de Navarra. La tradición cuenta que en el siglo XI se levantó el puente junto a un pequeña aldea llamada Garés. Durante la Edad Media la pequeña aldea alcanzó gran esplendor debido al continuo trasiego de peregrinos que se reunían y marchaban hacía el sepulcro del apóstol. Este puente era lugar de paso obligado y fue tan provechoso para los peregrinos que pronto Garés paso a llamarse Puente la Reina.


Antiguamente existían dos torres. Hoy sólo se conserva una donde los peregrinos debían pagar una tasa de peaje por cruzar el puente. Tampoco queda en pie una hornacina con una virgen que hoy se encuentra en la cercana iglesia de San Pedro. Hay una bella leyenda relacionada con esta virgen. Según cuentan: un pajarillo limpiaba el rostro de la imagen, sacudiendo sobre ella sus alas mojadas previamente en el río Arga.


Hoy el puente es muy transitado a cualquier hora del día. Un incesante flujo de peregrinos pasan a diario por sus piedras dejando atrás la villa, camino de las torres de la catedral compostelana.



                                                                                                                                                           Rafa

lunes, 3 de febrero de 2014

Santa María de Eunate, la iglesia de los templarios

En el municipio de Muruzábal (Navarra), aislada en medio del campo, formando parte del camino de Santiago y cerca de donde se unen las dos principales ramas del camino, nos encontramos con la silueta de Santa María de Eunate, un lugar cuya visita no quería perderme.


Esta iglesia tan singular ha atraído desde siempre a los hombres por el misterio que le rodea. Se trata de una de las joyas del arte románico mejor guardadas, sin duda una obra maestra.



Cuando se llega a Eunate, la soledad y la belleza del emplazamiento nos transmite mucha paz. Se cree que esta iglesia se levantó en la segunda mitad del siglo XII, aunque su origen es confuso. Su planta octogonal, poco frecuente en las edificaciones románicas, hace pensar que hubiese pertenecido a los caballeros Templarios por su parecido a la planta del Templo de Salomón en Jerusalén. También se cree que en sus inicios fue la iglesia de un hospital de peregrinos.


El misterio no aclarado sobre su origen, la relación con los templarios y un interior inquietante y sencillo, avivan el interés por este templo que sirvió de faro a los caminantes, además de enterramiento para peregrinos y lugar de culto para quienes buscan fuerzas esotéricas.


Como todo lugar misterioso, alrededor de Eunate se cuentan muchas leyendas, de todas ellas me quedo con la siguiente. Cuentan que los templarios encargaron la construcción de la portada de Santa María de Eunate a un maestro de obras de confianza y éste, sin haberla finalizado, se marchó sin dar explicaciones. Como pasaba el tiempo y el maestro no volvía, los templarios contrataron a un viejo maestro con poderes sobrehumanos que terminó la portada en tan sólo tres días.
Pasado un tiempo el primer maestro regresó y viendo finalizada su obra, pidió explicaciones a los templarios. Estos le propusieron que si era capaz de hacer otra portada igual en tan sólo tres días, que era el tiempo que había tardado el otro maestro en terminarla, cobraría su trabajo. Viéndose el maestro de obras en un apuro, vendió su alma al diablo que le ayudó a realizar una nueva portada en el tiempo indicado. El segundo maestro cuando vio la nueva portada, loco de ira, de una enorme patada la mandó hasta el vecino pueblo de Olcoz, donde permanece invertida en la iglesia de San Miguel.

San Miguel
Santa María de Eunate






















Lo que más llama la atención de Eunate es la arquería que recorre la iglesia exteriormente. Es una especie de claustro descubierto que da origen a su nombre porque Eunate en euskera significa "cien puertas" en alusión a este claustro. En realidad son treinta y tres arcos de medio punto, todos diferentes como tampoco son iguales los capiteles, su decoración es muy variada, con motivos vegetales y escenas bíblicas desfiguradas por el paso del tiempo.


Aunque muchas zonas están restauradas aún podemos encontrarnos con muchos restos originales. Según dicen, hay que dar tres vueltas alrededor de la iglesia, para entrar en ella y colocarse bajo la clave de la bóveda donde nos cargaremos de energía.



Había oído hablar de la belleza de esta iglesia cuando la ilumina el sol del atardecer. No he tenido suerte y, pese a la lluvia, ha sido un viaje lleno de encuentros estupendos que me han convencido de que por esta zona hay que venir con más tiempo pues guarda cantidad de tesoros escondidos como esta misteriosa iglesia.

                                                                                                                                                            Rafa

jueves, 7 de noviembre de 2013

El Valle del Roncal y la Selva de Irati, naturaleza espectacular en Navarra.




   El Valle del Roncal, es un valle pirenaico con un entorno natural formado por frondosos bosques de hayas, pinos, abetos, arces, fresnos y olmos. En otoño esta zona es aún más especial, los rojos, verdes, ocres y amarillos nos ofrecen un paisaje multicolor de gran belleza.

   Esta boscosa comarca es conocida por sus impresionantes paisajes pero también por sus famosos quesos, con Denominación de Origen de Quesos de España, controlándose su producción para garantizar su calidad, están elaborados de forma artesanal con la leche de las ovejas que pastan en las laderas del Pirineo Navarro.

jueves, 20 de junio de 2013

Monasterio de San Salvador de Leyre, Navarra


                “Los muros de Leyre han visto pasar desde el Rey más poderoso al más humilde de los pastores”




   A 50 kilómetros de Pamplona y a 30 de la localidad de Sos del Rey Católico, formando parte del Camino de Santiago, se encuentra este Monasterio Panteón de los primeros Reyes de Navarra.

   La zona en la que está situado es de una gran belleza y quietud. El gran embalse de Yesa se contempla desde aquí rodeado de montañas, por lo que se puede disfrutar de una bellísima panorámica.

   Supongo que este lugar durante los fines de semana estará a rebosar de turistas, pero como nuestra visita la hicimos un día entre semana no había nadie, con lo cual nos pareció un sitio apacible y aún más hermoso.

   En torno al claustro del antiguo monasterio medieval se desarrollaba la vida diaria. En el Muro de los Canteros se pueden ver las piedras que con signos y letras servían para marcar el trabajo, así se podía saber donde iban colocadas. Estas marcas además se utilizaban para cobrar el salario ya que eran la firma del cantero que las había cincelado.

   Al interior de la iglesia del monasterio se accede por La Porta Speciosa,  un maravilloso pórtico románico del siglo XII, con figuras reales e imaginarias representando el Bien y el Mal. Las esculturas y los diferentes motivos están exquisitamente esculpidos y conviene pasar la mirada detenidamente por cada uno para apreciar los detalles, para luego admirar todo el conjunto.




   La iglesia es románica, menos su bóveda que es ya de estilo gótico. Dentro, tras una reja, se encuentra el mausoleo de los Reyes de Navarra.

   El canto gregoriano de los monjes que lo habitan se puede escuchar, normalmente, durante la celebración de la misa a las 19h. Esta comunidad benedictina mantiene y cuida el monasterio desde 1954, que fue cuando se restableció la vida monástica, ya que había estado cerrado desde 1836 a raíz de la Desamortización de Mendizábal.

   Bajo la cabecera de la iglesia está la parte más bonita, su cripta, un bosque de columnas y pilares que los primeros frailes  utilizaban como almacén y despensa. 




   Aunque tiene algo de iluminación exterior, la tenue luz hace aún más sugestivo y espectacular su interior. Como estábamos solos pudimos disfrutar con calma y sin ninguna prisa de este lugar tan especial. Admirar sus capiteles, pasear rodeando las columnas, pasar bajo los arcos, mirar las sombras que se forman en sus paredes y suelo, apreciar el silencio, todo esto hace que sean  momentos diferentes y únicos que transcurren dentro de un espacio que trasmite paz y sosiego. Al salir, el sol es deslumbrante, y se respira un aire puro y cálido.  Realmente es un lugar único.





                                                                                                                                                          Inma

jueves, 25 de abril de 2013

Olite y el Palacio Viejo, Parador ¨Príncipe de Viana¨.

Olite es una de las poblaciones más interesantes que podemos encontrar en Navarra, cuyo pasado romano aún esta presente en muchas de sus calles y plazas. En medio de este magnifico pueblo medieval en la plaza de los Teobaldos se encuentra el castillo-palacio que fue levantado por los primeros Reyes de Navarra sobre una antigua construcción existente de origen romano. El antiguo castillo o Palacio Viejo, como se le conoce por ser la parte más antigua de la fortaleza, conserva los antiguos muros y también las torres. En la actualidad es el Parador de Turismo ¨Príncipe de Viana¨.

Parador de Olite

Lo que más me gusta cuando contemplo el edificio son los ventanales góticos que adornan su fachada principal. El Palacio Viejo, que un día diera cobijo a reyes, sería nuestra morada durante un fin de semana que se prometía interesante, si no fuera por la primavera tan lluviosa que estamos teniendo.



En el interior del Parador se conserva el ambiente medieval en los salones y en algunas de sus habitaciones que hacen muy agradable la estancia. En su restaurante disfrutamos mucho de la rica gastronomía navarra. Junto a él en la misma plaza se encuentra la iglesia de Santa María la Real, una construcción gótica del siglo XIII, con su esplendida portada y su claustro descubierto.



Recorriendo el conjunto urbano nos damos cuenta que Olite es mucho más que sus hermosos palacios. Pasear por las estrechas calles permite encontrarnos con nobles caserones con sus escudos de armas y grandiosos aleros de madera. Visitar la iglesia de San Pedro, la más antigua de Olite, de estilo románico y su original torre gótica. Podemos recorrer las galerías medievales que se encuentran bajo el suelo de la plaza de Carlos III junto al Palacio Nuevo o descubrir restos del recinto amurallado romano.



La visita a Olite no será completa sin visitar el Museo de la Viña y el Vino de Navarra, situado en la plaza junto al Parador o degustando sus afamados vinos en algunas de las bodegas que abundan por el pueblo y alrededores.

Parador de Olite
                                                                                                                                                                                     Loli

jueves, 11 de abril de 2013

Palacio Real de Olite, uno de los más bellos de Europa

Dominando la villa el Palacio Real nos recuerda que Olite fue sede de los Reyes de Navarra. Este espectacular palacio provocó la admiración de todos sus huéspedes. Llegó a ser considerado como uno de los más bellos de Europa. A mí también me provocó admiración la primera vez que contemplé y recorrí este palacio, me pareció de ensueño y uno de los más bonitos que he visto.

Palacio Real de Olite

En Olite hay dos palacios situados uno junto al otro: el viejo y el nuevo. Comunicados entre si por las ruinas de la Capilla de San Jorge que fue la antigua capilla privada de los monarcas. Se puede diferenciar claramente los dos recintos: el Palacio Viejo, convertido en Parador Nacional y el Palacio Nuevo.

Castillo o Palacio Viejo, convertido en Parador y el Palacio Nuevo.

Un viajero alemán escribió en el siglo XV: "seguro estoy que no hay Rey que tenga palacio ni castillo más hermoso y de tantas habitaciones doradas. Vilo yo entonces bien; no se podría decir ni aún se podría imaginar cuan magnífico y suntuoso es el dicho edificio".

Plaza de Carlos III

Mandado levantar por el rey Carlos III el Noble quien también decidió la ampliación del Palacio Viejo y convertir Olite en la joya de su reino. Este rey, nacido y criado en suelo francés se casó con Leonor de Trastámara, diseñó un nuevo palacio siguiendo la escuela gótica francesa. La visita al Palacio Nuevo se hace por el antiguo Patio de los Naranjos donde iremos descubriendo los aposentos reales, miradores, galerías y torres con cubiertas de pizarra. Me encantó pasearme por la "Galería de la Reina" con su precioso claustro y el antiguo jardín colgante donde se cultivaban extrañas plantas desconocidas para la época. La "Torre de las tres Coronas" es una de las más pintorescas del palacio o subir a La Torre de los Cuatro Vientos desde donde los monarcas contemplaban los torneos y espectáculos que se celebraban junto al palacio.



Por aquí habitó también el Príncipe de Viana, nieto de Carlos III el Noble y hermanastro de Fernando el Católico. El Príncipe era aficionado a los animales llegando a crear una especie de zoológico con animales exóticos y desconocidos donde había camellos, avestruces, leones y hasta una jirafa.
Con la unión de Navarra a la Corona de Castilla comenzó el deterioro del palacio, cuyo interior estaba decorado con azulejos, artesonados, pinturas y tapices que revestían sus muros; hoy no queda nada porque fue incendiado durante la Guerra de la Independencia por las tropas de Espoz y Mina, para que los franceses no pudieran hacerse fuertes dentro de sus murallas quedando el palacio derruido y vacío, hasta su restauración.



Si estáis dispuestos a subir y bajar por las estrechas escaleras y respirar el ambiente medieval que está presente en todo el conjunto os recomiendo esta visita al que fue uno de los palacios más lujosos de Europa que asombra a todo aquel que lo visita por su perfección.



                                                                                                                                                                          Loli          

jueves, 7 de febrero de 2013

Foz de Lumbier y Foz de Arbayún - Navarra


   Estas dos hoces, situadas en la provincia de Navarra, están declaradas Reserva Natural, en ellas se puede contemplar un impactante paisaje y disfrutar plenamente de la naturaleza.


    La Foz de Lumbier es una garganta excavada en las rocas por efecto del agua del río Irati, al pie del Pirineo Navarro.

    En un parking a la entrada del cañón se dejan los coches, ya que sólo pueden acceder bicicletas. A partir de aquí el paseo se va adentrando por una parte cada vez más estrecha, hasta convertirse en un desfiladero con paredes de 130 metros de altura, con grietas y cuevas donde anidan aves rapaces. Es una excursión de alrededor de dos kilómetros, fácil y en llano, por lo que se puede  ir con niños, y también es accesible para discapacitados.

   La ruta recorre una antigua vía de ferrocarril, el tren del Irati, que comunicaba Pamplona con Sangüesa. Fue proyectado inicialmente como mercancías para transportar sobre todo madera pero, como en su trayecto unía varias poblaciones, fue también utilizado para el traslado de viajeros. En algunos tramos quedan los postes de hormigón que sostenían el tendido eléctrico para su funcionamiento.




  
 
    Se atraviesan dos túneles, sin luz artificial, construidos en las rocas y que discurren a través de ellas, siendo uno bastante largo, incluso en un tramo se pasa por él totalmente a oscuras, hasta que se tiene como referencia el haz de luz que va entrando poco a poco por el otro de sus extremos. Resulta muy divertido, a la vez que original, andar por lo que era este antiguo recorrido del tren. A lo largo del sendero, hay momentos en los que se ve el río y se escucha el rumor del agua junto a las verticales paredes, pero también durante un rato se pasa por zonas cubiertas y en total silencio.

   Ya casi al final del trayecto, pero no incluido en él, se llega a los restos de un puente, el Puente del Diablo, destruido por los franceses durante la Guerra de la Independencia. Aunque este camino es bastante peligroso, y así está anunciado en un cartel, se puede, con precaución, llegar hasta lo que queda del puente y contemplar unas bonitas vistas.





    Si en vez de volver por donde hemos venido, al salir del segundo túnel, subimos por una ladera rodeando la foz, se completa un recorrido en forma circular de 5,5 kilómetros y que termina en el aparcamiento.

   En el interior de la hoz hay colonias de aves rapaces, como águilas, halcones y buitres leonados que nos pasan por encima con su majestuoso vuelo.





  
   A unos 15 kilómetros de Lumbier se encuentra la Foz de Arbayún declarada Zona de Especial Protección para las Aves. 

   Es un profundo cañón horadado por el río Salazar. El desfiladero tiene más de 6 kilómetros de longitud con unas escarpadas paredes, en él hay una gran colonia de buitres leonados con más de 250 parejas.

   Desde el mirador de Iso se obtiene una inmejorable panorámica, disfrutándose desde aquí de un paisaje impresionante.




                                                                                                                                                          Inma

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