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miércoles, 27 de octubre de 2021

Cifuentes, Guadalajara

 


   Con su casco histórico bien conservado, la villa alcarreña de Cifuentes, “centum fontes”, le debe su nombre a la abundancia de agua en el lugar y al río que cruza el pueblo.



   Su castillo, del siglo XIV, fue levantado por el Infante Don Juan Manuel, que compró el Señorío de Cifuentes a la Infanta Doña Blanca. Es  de planta cuadrada con torres en las esquinas.



   Se cree que en él fue donde el Infante, sobrino de Alfonso X El Sabio, escribió "El Conde Lucanor", representativa obra de la  literatura medieval.

   Actualmente la fortaleza se encuentra en proceso de restauración. Quedan también restos de la muralla y la Puerta Salinera, uno de los tradicionales accesos a la villa de los cinco que existían.



   Después nos acercamos a la Ermita del Remedio.  Este pequeño santuario era la capilla de un antiguo hospital.  Junto a ella se conservan las arcadas de un lado del patio.

   Desde su Plaza Mayor triangular se accede al Convento de Santo Domingo con su bonita espadaña. El claustro y sus dependencias se han convertido en el Centro de Recepción de visitantes, y se utiliza  como Biblioteca  Municipal y espacio para exposiciones.




   Pero lo que realmente tiene un valor extraordinario en Cifuentes es la Iglesia del Salvador y su magnífico pórtico románico.



   El  interior del templo es de planta basilical con tres naves y varias capillas, destacando su gran rosetón  y un púlpito  gótico de alabastro.



   Dejamos para el final la contemplación de la portada de Santiago, llamada así  porque se encuentra en la ruta de peregrinos hacia Compostela.



   La extraordinaria puerta tiene un arco de medio punto, arquivoltas y seis  capiteles a cada lado. Está decorada con motivos geométricos, vegetales y con figuras representando la lujuria.



    Con una gran fuerza expresiva los seres monstruosos y las virtudes forman un conjunto fascinante sobre la lucha del bien contra el mal. Y es casi seguro que estaremos un gran rato delante de ella admirando todos sus detalles.



                                                                                                                                              Inma

jueves, 3 de junio de 2021

El Monasterio de San Andrés de Arroyo

 


   En Santibáñez de Ecla, provincia de Palencia, se encuentra la Real Abadía Cisterciense de Santa  María y San Andrés. Se fundó en 1181 por la Condesa Mencía López de Haro, y ella misma al quedar viuda llegó a ser la primera abadesa del convento.

   El conjunto monástico contaba con varias propiedades muchas de ellas recibidas de Alfonso VIII. Desde sus inicios tuvo  el apoyo de la monarquía, por lo que se convirtió en un importante centro de espiritualidad. Sus normas basadas en la Regla de San Benito "Ora et Labora" se centran en la oración, el trabajo y el silencio.





   Las Abadesas de San Andrés tuvieron gran influencia en la Edad Media. Durante el siglo XIII, algunas damas pertenecientes a la familia fundadora hacían de intermediarias entre el monasterio y los poderes laicos,  ostentando el cargo de "Señora del Monasterio".




   La Abadía es románica de transición al gótico. Durante la Desamortización de Mendizábal se interrumpió la vida  en el convento, aunque fue uno de los pocos que volvieron a estar activos en breve  tiempo, por lo que su estado de conservación siempre ha sido excelente.

   Durante la visita destaca el bello Claustro y la Sala Capitular.




   El Claustro se compone de cuatro galerías y alrededor estaban las dependencias del monasterio. En la zona norte y este tenían lugar las actividades litúrgicas. En la parte sur se desarrollaban las labores cotidianas, y en  la zona oeste los trabajos económicos. Es un claustro de gran armonía en el que los magníficos capiteles de motivos vegetales están tallados con una gran perfección.




   La Sala Capitular tiene la particularidad de que carece de apoyos centrales ya que el techo pudo construirse a gran altura. En ella están enterradas las principales abadesas del priorato. Realzando la estancia hay una imagen románica de San Andrés y el sepulcro de Doña Mencía. Es un interesante sarcófago tallado con imágenes de la Anunciación, la Adoración de los Magos y la Crucifixión,  decorado con la Cruz de San Andrés, el Báculo Abacial y el Escudo de los Lara.




   El Monasterio lleva ocupado casi 850 años. En la comunidad monástica actual, monjas Bernardas del Cister, hay un pequeño grupo de religiosas que viven de la venta de la repostería que ellas mismas elaboran, y de las entradas para visitar la Abadía.






                                                                                                                                         Inma

jueves, 25 de marzo de 2021

Monasterio de Bonaval, Guadalajara

 


   En la provincia de Guadalajara, cerca del pequeño pueblo de Retiendas y perdido en un valle se encuentran los restos del Monasterio de Bonaval. Aunque su estado es ruinoso, es un lugar que merece la pena conocer.

   Después de dejar el coche junto a un puente que cruza el río Jarama, un paseo entre robles y chopos nos conduce al sitio en el que había una importante abadía cisterciense, una de las primeras que han existido en España.



   La sencillez y la austeridad de los monjes de la Orden del Císter les llevaron a constituir comunidades dedicadas a la oración, al trabajo y a la meditación. Lugares aislados en plena naturaleza para alcanzar el estado de espiritualidad que buscaban.

   Con el fin de repoblar estas tierras, Alfonso VIII entregó a los frailes los terrenos para fundar el Monasterio de Santa María de Bonaval. Durante la Edad Media  el cenobio llegó a tener un gran auge gracias a las donaciones por parte de los nobles. Hasta que tuvo que ser abandonado en la época de la Desamortización. Pasó después a manos privadas y desde entonces el proceso de deterioro ha ido creciendo, hasta el punto de sufrir continuos expolios.



   Se conserva la cabecera de la iglesia, parte del crucero y una torre almenada con una escalera de caracol. Los gruesos muros, arcos apuntados, sobrios capiteles con motivos vegetales y estrechos ventanales son característicos de la transición entre el románico y gótico.



   Una enorme higuera ocupa gran parte de lo que fue el atrio. Restos de muros y paredes nos indican donde se encontraban las dependencias utilizadas por los monjes.



   No está permitido el acceso, una alambrada rodea el recinto, y se nos avisa del peligro de derrumbe, aún así  es casi inevitable acercarse más para admirar lo que queda del antiguo monasterio. Las piedras cubiertas de vegetación, el silencio y la quietud le envuelven de magia y atractivo.



   Un debatido proyecto de restauración no ha conseguido aún concretarse, y se lleva esperando desde algún tiempo las decisiones políticas y administrativas capaces de evitar su  total derrumbamiento. Así al menos no se perdería algo que reúne tanta  belleza, cultura e historia.

                                                                                                                                                Inma



miércoles, 10 de febrero de 2021

El Románico desde el Parador de Cervera de Pisuerga




   En el paisaje fluvial y de alta montaña del Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, y junto al Embalse de Ruesga se encuadra el Parador de Cervera de Pisuerga.




   En este lugar privilegiado de la montaña palentina, el acogedor edificio, con paredes, vigas y techos de madera, tiene sala de juegos, biblioteca y  varios salones, uno de ellos con chimenea. La gran terraza de la cafetería tiene unas vistas excepcionales.




   El personal que trabaja en él es muy amable. El desayuno nos pareció muy completo con deliciosos productos de la tierra. Las habitaciones son amplias y todas tienen balcón,  las que dan a la parte del pantano tienen unas panorámicas preciosas. Aunque es cierto que necesitarían algo de reforma. Pero desde luego es un lugar tranquilo perfecto para descansar desde donde hacer múltiples excursiones.











   El notable y variado arte románico es uno de los atractivos cercanos. Ermitas, iglesias y monasterios forman el legado románico de esta zona, de incalculable valor y de una  gran belleza.




   Quizás una de las más conocidas es la Iglesia de San Martín de Tours en Frómista. Es uno de los símbolos del Camino de Santiago. Tiene un cimborrio octogonal y  torres cilíndricas.








   La Asunción, en el pueblo de Perazancas de Ojeda,  cuenta con una preciosa portada, y en su interior hay una pila bautismal románica y un Cristo gótico.



   La iglesia de San Salvador de Cantamuda tuvo categoría de colegiata. Formaba parte de un monasterio fundado por la Condesa María Elvira, sobrina del rey  Fernando I. Mantiene su estructura inicial, la cabecera está rematada por tres ábsides semicirculares, destacando en ella su gran espadaña.




   En Moarves de Ojeda, la Iglesia San Juan Bautista tiene una de las fachadas más emblemáticas del románico palentino. Sus capiteles están tallados con escenas de músicos, bailarinas y soldados con espadas. En su impresionante friso están representados los doce Apóstoles y un precioso Pantocrátor. El color que tiene no es el propio de la piedra, se tiñó sumergiendo los sillares en agua, cal y oxido de hierro para protegerlos, por eso tiene esa curiosa tonalidad.








   Santa Eufemia de Cozuelos, pertenece en la actualidad a una finca particular. Fue un importante cenobio de la Orden de Santiago, del que se conserva la iglesia  de una sola nave en dos tramos.




   En Vallespinoso de Aguilar se encuentra la ermita de Santa Cecilia, está sobre un peñasco adaptada al desnivel de la roca. Es de sencilla estructura y tiene capiteles decorados con arpías, grifos, centauros luchando y restos de un calendario agrícola en piedra.




   Santa María de Mave en Becerril del Carpio, es en la actualidad una famosa hospedería. La discreta iglesia del siglo XII tuvo modificaciones posteriores.








   También nos podemos acercar a ver la solitaria iglesia rupestre de San Pelayo. Y desde aquí ir a Olleros de Pisuerga donde está el  conjunto,  también rupestre, del antiguo eremitorio de los Santos Justo y Pastor. Está excavado en la roca y es de origen mozárabe. Tanto su exterior como el interior son realmente sorprendentes.




                                                                                                                                Inma

domingo, 10 de enero de 2021

El Parador de Monforte de Lemos y el románico de la Ribera Sacra


 En la parte más alta de Monforte de Lemos se encuentra el Conjunto Monumental de San Vicente Do Pino, formado por la Torre del Homenaje, el Palacio de los Condes de Lemos y el Monasterio de San Vicente, estos dos últimos incluyen las instalaciones del fantástico Parador al que ya hemos ido varias veces porque nos encanta


La entrada al Parador tiene una bonita fachada en la que destaca el escudo y la imagen de San Benito


   Cuenta con unas habitaciones muy amplias junto a un precioso claustro neoclásico, en el que aún queda el aljibe que se utilizaba para recoger el agua de la lluvia. En sus jardines hay una tranquila piscina, también tiene una zona de gimnasio y de jacuzzi. 

  Su restaurante presenta una apetitosa carta con platos típicos de la zona, caldo gallego, pulpo, vieiras, empanada, etc



 

   Una de las excursiones que se pueden hacer desde el Parador de Monforte  es acercarnos a conocer algunos de los ejemplos  del románico de la Ribera Sacra.

 


   El Monasterio de Santa María de Ferreira, también conocido como el  convento   de las Madres Bernardas, es el único en toda Galicia que ha estado abierto y en funcionamiento desde su creación hasta la actualidad.

 


   Está rodeado de una muralla y se  fue construyendo  a lo largo de cinco siglos. En la puerta de acceso vemos el escudo de la Orden del Císter. La iglesia románica es de una sola nave. En el interior del convento, que no se puede visitar por ser de clausura, hay un claustro y una habitación en la que venden repostería elaborada por las monjas.







   La iglesia de San Miguel de Eiré perteneció a un monasterio benedictino, y llama la atención porque  tiene una forma casi  cuadrada con una torre rectangular. Una de las puertas está decorada con ajedrezado y tiene una original iconografía.






   Santo Estevo de Atán fue un cenobio del siglo VIII, en la torre campanario de su iglesia aún se conservan detalles prerrománicos. Su enclave, escondido en la ribera del rio Miño hace que el lugar tenga aún más encanto.







   

  San Vicente de Pombeiro fue uno de los monasterios más importantes de la zona en la Edad Media. La antigua iglesia tiene una torre circular coronada por un campanario cuadrado. El templo  tiene tres puertas con interesantes arquivoltas, columnas y arcos decorados. En la casa rectoral próxima está el escudo del prior que reformó este conjunto religioso. Con el tiempo San Vicente pasó a depender de Santo Estevo de Ribas de Sil, actualmente este es uno de los Paradores más prestigiosos  y espectaculares  de toda la Red.








   El antiguo monasterio de San Fiz de Cangas perteneció a la Orden Benedictina. Su sencilla iglesia tiene una sugestiva puerta decorada con rectángulos concéntricos, el sol, la luna y una cruz griega.





   Aunque la mayoría de estas iglesias están cerradas y es complicado acceder a su interior, aun así merece la pena acercarse a ellas. Estas son algunas de las joyas del románico gallego que no se deben dejar de visitar cuando estemos por la  preciosa zona de la Ribera Sacra.

                                                                                                                                                                                                                                                                                   Inma

domingo, 12 de abril de 2020

Roda de Isábena



Roda de Isábena es un delicioso y apacible caserío del prepirineo aragonés cuya dilatada historia se remonta a tiempos anteriores al reino de Aragón.



Vista la calma de que hace gala este lugar, nadie diría que al abrigo de sus piedras se tomaron decisiones que afectaron a la vida de millares de personas; hoy está habitado por agricultores la gran mayoría, sin embargo, este bucólico emplazamiento estuvo frecuentado durante siglos por nobles y eclesiásticos.




Aquí se instituyó una corte que gobernó, en lo material y en lo espiritual, un extenso territorio. Roda de Isábena era ya obispado del Condado independiente de Ribagorza a mediados del siglo X y su territorio como su catedral, fueron objetos de intrigas y constantes disputas.




En Roda no sólo se nombra sacerdotes y obispos, se dispone de vidas y haciendas e incluso la ciudad amurallada de Alquézar. Además cuenta entre sus filas con un santo, San Ramón a quien en vida se conocía como Ramón Guillermo, también obispo de Roda, siendo un importante mecenas y hizo construir numerosa iglesias románicas, entre ellas la famosísima de Tahüll (Lleida).



En cuanto a la catedral, en el siglo XII se construyó la cripta donde fue enterrado San Ramón, cuyo sepulcro es una importante obra de arte. La diócesis de Roda perdió importancia a partir de la reconquista de la ciudad de Lleida en el siglo XII, momento en el cual quedó bajo el gobierno de la sede episcopal catalana que siglos más tarde ordenaron el traslado de las reliquias de San Ramón a Barbastro.





Hoy Roda de Isábena es más villa que la sede episcopal que extendía sus influencia sobre las tierras del pirineo aragonés. Es un lugar pintoresco de rancia historia y duro presente que cuenta con una bella catedral, centro espiritual del condado independiente de Ribagorza.





La villa fue varias veces devastada y de aquellos tiempos de esplendor han llegado hasta nosotros algunos restos del recinto amurallado, el Palacio Episcopal, o del Prior y la antigua catedral que aunque fue quemada durante la guerra civil española, conserva el retablo mayor del siglo XVI , considerado una de las obras más importantes del renacimiento aragonés y un bello claustro románico del siglo XII.


                                                                                                                                                           Rafa
"