En la ciudad vieja de Valencia es donde se encuentran los comercios más antiguos. Algunos de ellos llevan funcionando muchísimos años y han pasado de padres a hijos, generación tras generación. En los aledaños de estas calles han prosperado muchos otros negocios y actividades comos los mercados de monedas y sellos, postales y tebeos. A estas alturas ya habréis adivinado que os estoy hablando de la zona del Mercado Central, que es el mayor centro de Europa en comercializar producto fresco.
Comercio tradicional a un paso de la Lonja de los Mercaderes |
Al lado del mercado se sitúa la iglesia de los Santos Juanes o San Juan del Mercado, un ostentoso templo gótico donde destaca principalmente la decoración de su fachada trasera, obra del maestro Vertéis. Parece un gran retablo de piedra asentado sobre una terraza donde se representaban obras de carácter religioso. Bajo la terraza se abrían las "covetes de Sant Joan", una especie de semisótanos abiertos a la plaza en los que se vendía de todo (artesanía, cacharros...) en el s. XVIII. En la actualidad han sido tapiadas y cerradas. La parte superior del edificio está coronada con una torre con un reloj, y todo ello rematado por una veleta que representa un águila, o "pájaro de sant Joan" que porta un tintero en la boca. La tradición cuenta que hace algunos años aquellas familias que no podían alimentar a todos sus hijos solían traer al menor de ellos hasta esta plaza a la espera de que algún mercader o comerciante se hiciera cargo de él o le enseñara un oficio. Sin embargo, esto no era siempre así y algunos padres decían a los niños que se fijaran en lo que "el pajarito tenía en el pico". Los pequeños creían que se trataba de golosinas, mientras los padres se alejaban dejando al pequeño abandonado a su suerte mirando la veleta.
Iglesia de los Santos Juanes |
Enfrente mismo de este templo en la Plaza del Mercado se halla uno de los edificios más emblemáticos y destacados de la ciudad de Valencia, la Lonja de la Seda. Se trata de una construcción al más puro estilo gótico flamígero que comenzó a edificarse en 1482 por los mercaderes más sobresalientes de la ciudad. La obra fue llevada a cabo por el maestro Pere Compte y no se escatimó en materiales para mostrar la influencia y pujanza que los nobles y comerciantes aportaban a la ciudad. La lonja es un monumento portentoso construido en dos fases. En un principio se levantó la sala rectangular donde se ubica el enorme Salón de la Contratación, con sus columnas helicoidales y su imponente bóveda de crucería. En este salón de grandes dimensiones se llevaban a cabo las operaciones bancarias y transacciones de la época en la llamada "taula de canvis", una mesa que hoy se encuentra en el archivo de Valencia. Mientras que la decoración interior tiene un gran simbolismo relacionado con el comercio la exterior asemeja a una gran fortaleza medieval con sus almenas y torres.
Lonja de la Seda |
El tamaño y la altura del Salón de Contratación son realmente impresionantes. La luz se cuela a raudales por los amplios ventanales que parten casi del suelo. A su lado se asienta una torre de 2 plantas que servía de cárcel a aquellos mercaderes que eran declarados en quiebra mientras que en el piso inferior estaba la capilla. El edificio de la Lonja de los Mercaderes ha permanecido como testigo del poder económico y social que tuvo Valencia durante el siglo XV, en su período de mayor esplendor, conocido como el "Siglo de Oro valenciano", cuando llegó a alcanzar los 75.000 habitantes.
Salón de Contratación |
Techo policromado del Consulado del Mar |
Anexo al torreón se levantó con posterioridad el Consulado del Mar (1498) un edificio en el que se trataban temas marítimos y que consta de dos plantas a las que se accede por una escalera de piedra desde el patio. Destaca sobre todo su fachada exterior muy ornamentada con una galería superior corrida de arcos con ventanas y medallones que representan emperadores romanos y personajes del Renacimiento. Otro elemento decorativo del palacio son las gárgolas y molduras que representan animales fantásticos y personajes en actitudes satíricas y poco decorosas. El mejor lugar para admirar los detalles de esta fachada es la acera de enfrente bajo la iglesia de los Santos Juanes. En el interior no dejéis de levantar la vista al techo para contemplar el bello artesonado de estilo gótico rescatado de la antigua Casa de la Ciudad antes de ser derribada e instalado aquí a comienzos del pasado siglo. En él se representan los signos del zodiaco, motivos vegetales, musicales y el escudo de la ciudad, entre otros.
Consulado del Mar |
El acceso a la lonja en la actualidad se hace por la calle del mismo nombre a través del Patio de los Naranjos que se comunica con el Salón de Contratación por una puerta gótica esculpida con gran detalle. Aquí encontramos un pequeño remanso de paz bajo la sombra de los naranjos y cipreses y una fuente con forma de estrella. Es un agradable rincón para reposar y admirar los numerosos detalles del edificio y desde el que parte la escalera de acceso a la planta superior del Consulado del Mar.
Patio de los Naranjos |
Quizás os estéis preguntando a qué debe su nombre, Lonja de la Seda. Pues bien, durante los años en que el edificio fue levantado, la seda era una de las industrias más prósperas de la ciudad con casi 300 maestros sederos y miles de telares. Las transacciones comerciales de la seda eran tantas que la Lonja de Mercaderes pasó a recibir el nombre por el que la conocemos en la actualidad.
No os marchéis de Valencia sin antes visitar este magnífico ejemplo de arquitectura civil que ha recibido la distinción de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1996 junto con el Tribunal de las Aguas y, cómo no, las Fallas.
Susana
Precioso edificio este de la Lonja de la Seda en Valencia. La primera vez que lo vi me sorprendió que los comerciantes de aquella época mandaran construir tamaño edificio. Se nota que fue una época importante en la ciudad, cuando los mercaderes impulsaban el florecimiento de la sociedad.
ResponderEliminarEl Salón de Contratación, con las columnas y crucería, es una maravilla.
Una visita imprescindible cuando se visita Valencia.
Un sitio muy recomendable este antiguo mercado de la seda donde admirar su interesante arquitectura interior, las columnas en espiral y las bóvedas. Sin duda es uno de los edificios más espectaculares de Valencia.
ResponderEliminarEs un monumento que normalmente no se visita y es un error, animo a entrar porque merece la pena. El edificio es espectacular, con su impresionante techo y las columnas que lo sostiene, toda una maravilla. Sin ninguna duda una visita que no debe perderse.
ResponderEliminar