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lunes, 8 de enero de 2024

Parador de Sos del Rey Católico (Zaragoza)

    El Parador de Sos está situado en la emblemática villa medieval donde tuvo lugar el nacimiento del rey Fernando el Católico.







  Sus empinadas calles y callejuelas son de gran belleza. Sus siete puertas dan acceso al casco antiguo con casas solariegas y edificios construidos en piedra adornados con escudos y medallones.

 


   La monumental iglesia románica de San Esteban está construida salvando el gran desnivel del terreno. Por una estrecha escalera de caracol se accede a la cripta de la Virgen del Perdón, con unas maravillosas pinturas murales, del siglo XIV, muy bien conservadas.

 







   El Parador de Sos del Rey Católico, integrado en el perfil de la villa, se ubica en un extremo de la muralla medieval. Es en un edificio noble de estilo aragonés.

    Su interior es muy amplio, con varios salones cómodos y bien decorados.

 


   Lo que más me gusta de este parador es su terraza, es un gran espacio tranquilo donde disfrutar del entorno y los atardeceres, mientras tomamos algo de su cafetería.

    También tiene una galería cubierta desde la que se divisa una preciosa estampa.







    Las habitaciones son muy acogedoras y bastante grandes, además de muy luminosas. Algunas tienen un amplio balcón  y unas estupendas panorámicas de la zona.

 


   Tiene unos magníficos jardines, también escalonados adaptándose al terreno, con rincones encantadores.


 

   Este parador tiene la gran ventaja de encontrarse ubicado muy cerca de muchos lugares de interés, por lo que desde él se pueden hacer varias excursiones por la Comarca de las Cinco Villas.

                                                                                                                                                        Inma

martes, 5 de octubre de 2021

El Monasterio de Rueda - Zaragoza

 


   Entre los pueblos de Sástago y Escatrón, a unos 60 kilómetros de Zaragoza, se encuentra el Monasterio de Rueda, una abadía cisterciense de las más notables  de Europa.



   El rey Alfonso II cedió a los frailes de esta orden la villa de Escatrón a orillas del Ebro,  donde comenzó a formarse el convento de Nuestra Señora de Rueda,  que no llegaría a estar completamente terminado hasta el siglo XVII.



   A lo largo de los siglos, como la mayoría de abadías, tuvo momentos de esplendor y otros de abandono.



   En 1998 la titularidad pasó a la Diputación de Aragón que quedó encargada de su restauración. El estado de destrozo era tan grande que se han tenido que hacer numerosos estudios arqueológicos y llevar a cabo obras de recuperación casi en su totalidad.



   Se accede por la Puerta Real  a la  Plaza de San Pedro donde está el Palacio Abacial de estilo barroco y una galería de estilo herreriano.





   Desde la sencilla iglesia de portada gótica se llega al claustro. Se puede visitar el refectorio con el púlpito para la lectura, la cocina, el calefactorio y el dormitorio común en la planta superior. La sala capitular es una maravilla y todo el conjunto resulta fascinante.





   La Red de Hospederías de Aragón tiene un hotel en el propio monasterio. 



   Precisamente por existir el hotel, está abierto de noche el claustro y la antigua iglesia. Pudimos, a la luz de la luna y con el silencio nocturno, pasear y disfrutar entre los muros, arcos y columnas de este mágico  lugar.





   Acercándonos a la orilla del Ebro vemos un  azud, una pequeña presa  que permite llevar el agua del río a un canal de derivación hasta la noria y el molino. La noria tuvo su origen en el siglo XIII, ha sido reemplazada en la actualidad por una nueva que por su diámetro es de las mayores que existen. 



   Uno de los grandes atractivos de la zona es la pesca. El Ebro con su  sinuoso recorrido encajonado entre desfiladeros, atrae a muchos aficionados que acuden para capturar carpas, percas y sobre todo siluros.


   La  fundación monástica medieval del Monasterio de Rueda es paso en la Ruta Jacobea, y ha llegado a nuestros días como un singular y hermoso  conjunto monumental.

                                                                                                                                                Inma

martes, 20 de marzo de 2018

Illueca y el Papa Luna



   La localidad de Illueca se asienta en la ribera del Aranda, tierra fronteriza entre Aragón y Castilla.

   Construido sobre un espolón rocoso, el castillo del Papa Luna es uno de los emblemas de la zona.

   Coronando el edificio destaca la galería de arcos de medio punto característica aragonesa. Es una de las fachadas palaciegas más vistosas de esta Comunidad Autónoma.

jueves, 23 de marzo de 2017

El Compromiso de Caspe



   En el paraje natural denominado "Mar de Aragón" se encuentra la localidad de Caspe, formando parte del Camino Jacobeo del Ebro.

   En esta histórica villa tuvo lugar el "Compromiso de Caspe" para elegir sucesor del rey Martín I, que falleció sin heredero.

   Durante dos años hubo un ambiente de desorden y caos fomentado por 5 candidatos y sus seguidores para ver cuál era el más legítimo.

lunes, 18 de enero de 2016

Real Monasterio Cisterciense de Santa María de Veruela



   En un pequeño valle a los pies del Moncayo se levantó en 1145 el Monasterio de Veruela, la primera fundación cisterciense de Aragón.

   Todo el monasterio se encuentra amurallado y perteneció a la Orden del Císter durante casi seis siglos.

   La iglesia, la muralla, el claustro y la biblioteca fueron renovados en la época durante la cual Hernando de Aragón, nieto de Fernando El Católico, fue abad del convento.

jueves, 29 de octubre de 2015

Fuendetodos, cuna de Goya - Zaragoza



   En un pequeño pueblo aragonés, Fuendetodos, nacía el 30 de marzo de 1746 Francisco José de Paula, uno de los seis hijos de la familia Goya Lucientes.

   En una sencilla vivienda de labradores pasaría sus primeros años el genial pintor Francisco de Goya. Su Casa Natal fue declara Monumento Histórico Nacional en 1982. En la planta baja hay una pequeña cuadra, zaguán y cocina. En el primer piso, la sala y dos alcobas. Y la parte alta, bajo el tejado, se utilizaba como granero.

jueves, 8 de mayo de 2014

La Basílica del Pilar desde las alturas

Estamos acostumbrados a ver las ciudades desde el suelo. Sin embargo, resulta interesante y es una experiencia diferente poder observarlas desde lo más alto. Gracias a las alturas de algunos edificios podemos disfrutar de una nueva perspectiva, aparte de unas vistas impresionantes. Este es el caso de la Basílica del Pilar, uno de los monumentos más conocidos y representativos de Zaragoza.

Basílica del Pilar, Zaragoza
Para subir a lo más alto de la Basílica tenemos que dirigirnos a la torre de San Francisco de Borja donde se encuentra el ascensor, solo veinte segundos dura el trayecto, que nos dejará en un mirador a 62 metros de altura. El ascensor tiene los cuatro lados de cristal, lo que permite observar mientras subimos el interior de la torre.
Después queda subir un pequeño tramo de escaleras de caracol hasta un mirador acristalado situado en la parte más alta de la torre, a 80 metros de altura donde deleitarnos con esta imponente Basílica.

Ascensor de cristal y escalera de caracol que sube a la torre


Desde ahí tienes una buena vista de la ciudad, veremos la belleza de las torres y sus cúpulas con tejados de cerámicas coloristas.



Una vez contemplados los tejados, toca descender al suelo. Aprovechamos para dirigir nuestros pasos por el interior de esta joya del arte barroco de imponentes y descomunales proporciones. Considerado como el primer templo mariano de la Cristiandad es visitado por miles de peregrinos y turistas que, venidos de todo el mundo, cada día van buscando la Capilla donde se encuentra la Virgen del Pilar. Mucho más pequeña de lo que uno se imagina, es una imagen de apenas 38 cm de altura que reposa sobre una columna. La Virgen del Pilar es una de las vírgenes que más fervor despierta en España.
Según la tradición, por estas tierras andaba predicando el Apóstol Santiago. Desanimado porque nadie hacía caso a sus palabras, cuando ya se daba por vencido se le apareció la Virgen sobre un pilar, le animó para seguir con la predicación y le encargó que levantara un templo en aquel mismo lugar. Santiago construyó una pequeña capilla que a través de los siglos ha llegado a convertirse en la magnifica Basílica.

Interior del Templo

Recorriendo el interior del templo dejaos absorber por este edificio monumental, tremendamente luminoso y con unas bóvedas de gran tamaño. Fijaros en unas pinturas al fresco que Francisco de Goya realizó en una de sus cúpulas. Como curiosidad, cerca de la capilla de la Virgen en una de las paredes, se pueden ver colgadas dos bombas que durante la guerra civil fueron arrojadas contra la Basílica y no hicieron explosión. Destaca también el retablo del altar mayor realizado en alabastro y la gran cantidad de joyas artísticas que se pueden apreciar en las capillas laterales.


La mejor imagen exterior de la Basílica del Pilar la obtendremos junto al río Ebro desde el Puente de Piedra. Nos acercaremos al puente al atardecer, cuando el cielo primaveral adquiere esos tonos azulados y nos despediremos con cariño de esta ciudad siempre acogedora y llena de sorpresas.

                                                                                                                                                                 Rafa

jueves, 9 de mayo de 2013

La localidad medieval de Uncastillo en la Comarca de las Cinco Villas - Zaragoza




    Uncastillo, pertenece a la Comarca de las Cinco Villas, en la provincia de Zaragoza, y tuvo sus orígenes en el campamento romano de Unum Castrum.

   El símbolo de esta villa es la Torre del Homenaje, que acoge en su interior un interesante museo. La fortaleza es del siglo XVI y se alza sobre la peña Ayllón, entre los cauces de los ríos Riguel y Cadenas, que hacían la función de fosos naturales.




   Estaba compuesto por un recinto superior, destinado al gobernador y su escolta, y otro inferior donde estaba instalada la tropa. En esta época, los castillos eran propiedad del rey y los ponía bajo la custodia de un caballero de su confianza. Gastón de Bearn, famoso y valiente cruzado, fue uno de estos nobles y cuando estuvo al mando de esta fortaleza,  la villa creció y prosperó alrededor del castillo.

   Este conjunto esta formado también por el palacio gótico de Pedro IV que se encuentra en la zona sur. A Pedro IV se le apodó el Ceremonioso porque era atento, diplomático, audaz, aunque de carácter algo violento, y muy versado en diferentes campos, como en la astrológica y la alquimia. Con él aumentaron enormemente los dominios de la Corona de Aragón. Seguramente construyó este palacio para diferenciar la parte destinada a la defensa de la que  usaba como residencia.

   Levantar una muralla que bordeara una fortaleza era una tarea muy costosa, no sólo por el dinero que había que invertir sino por el esfuerzo que suponía y la gran cantidad de personas que participaban en ello.

   El maestro de obras era el responsable de la construcción y, además de ser un buen arquitecto, tenía que ser un buen gestor ya que coordinaba a los distintos gremios;   en los dibujos medievales se le representaba con un compás, una escuadra, las llaves y una maqueta. Por aquella época se desarrollaron sistemas de ataque y defensa para los recintos amurallados, por lo que existía una especialidad propia de arquitectos e ingenieros.

   Las logias o galerías cubiertas a pie de obra eran asociaciones laborales donde trabajaban algunos gremios, como por ejemplo, los canteros o escultores que eran los mejor considerados y valorados. Los albañiles eran los encargados de elevar y colocar los sillares tallados por los canteros. Los fusteros o carpinteros montaban  los andamios,  los armazones y las puertas. Los herreros eran los que forjaban las herramientas para los diferentes oficios, como clavos, martillos, sierras, y también se encargaban de las rejas; de sus yunques  salían además las armas para la guerra. La espada era el arma del hombre de honor, un objeto personal e inseparable de la figura del caballero; los dos filos de su hoja simbolizaban la Verdad y la Justicia.




 

   Ya en 1836, los habitantes de Uncastillo apoyaron a la reina Isabel II, lo que hizo que los carlistas, partidarios de Carlos V, destruyeran gran parte del recinto.

   En el año 2000 la Fundación Uncastillo completó las excavaciones y rehabilitó la torre, instalando el museo que hoy podemos disfrutar.


   Bajando de la fortaleza, lo mejor es pasear por sus calles ya que esta población conserva intacta su judería. Podemos llegar a la Plaza del Mercado junto a la lonja medieval, y ver también la Casa Consistorial del siglo XVI, de estilo renacentista.



 
   En la iglesia de San Martín está instalado un centro de interpretación y el Museo de Arte Religioso del Peregrino, recreándose con un gran montaje audiovisual antiguos relatos de la zona.

   La localidad de Uncastillo rebosa historia por todos sus rincones, además con sus seis iglesias tiene uno de los mejores patrimonios románicos de España, por lo que este bonito lugar reúne muchísimos motivos para visitarlo.

                                                                                                                                                           Inma


lunes, 22 de abril de 2013

Sos del Rey Católico y su Parador, Zaragoza - Aragón



   La Comarca de las Cinco Villas, en la provincia de Zaragoza, está formada por las localidades de Sádaba, Sos del Rey Católico, Ejea de los Caballeros, Tauste y Uncastillo. Por estas tierras pasaron grandes señores y reyes que alzaron edificaciones defensivas, por ello en toda esta Comarca podemos contemplar torreones, castillos, iglesias, murallas y muchos rincones pintorescos.




   A 120 kilómetros de Zaragoza está Sos del Rey Católico, emblemática villa medieval y lugar de nacimiento de Fernando El Católico, uno de los monarcas más importantes de la Historia de España.




 
   Sus siete puertas dan acceso al casco antiguo con casas solariegas y edificios construidos en piedra, adornados con escudos y medallones. Las empinadas calles y callejuelas son de gran belleza, en ellas convivieron durante siglos musulmanes, judíos y cristianos, y todavía hoy podemos ver el paso de estas distintas culturas. Es realmente un lujo pasear por sus serenas calles y apreciar lo bien cuidado que está todo. De noche casi tiene aún mayor encanto, cuando el silencio y las sombras inundan las esquinas y sólo se oye el eco de nuestros propios pasos.





   El barrio judío se ubica detrás del Palacio de Sada. Nuestro primer objetivo fue acercarnos a visitar este palacio, donde nació el rey, pero para nuestra sorpresa, estaba cerrado, con lo cual tendremos que volver en otra ocasión, que por otro lado, no es mala excusa para repetir el viaje. Pero esta pequeña decepción se vio altamente compensada con la visita a la iglesia románica de San Esteban, adosada a la torre de la antigua fortaleza. Un amable vecino del pueblo se encarga de tener abierta la iglesia y explicar con buen conocimiento e interés su historia. En su interior se encuentra la pila bautismal, con forma de flor y pétalos, donde fue bautizado Fernando El Católico. Por una estrecha escalera de caracol se accede  a la cripta de la Virgen del Perdón, con unas maravillosas pinturas murales, protogóticas, del siglo XIV, muy bien conservadas.




   El Monasterio de Nuestra Señora de Valentuñana se halla retirado de la villa, y resulta un agradable paseo acercarse hasta allí, ya que se encuentra rodeado de un precioso paisaje. Se puede visitar el claustro y la iglesia, de estilo barroco. En la actualidad, aquí hay un convento de Agustinos que además regentan una hospedería.





 
   El Parador de Sos del Rey Católico se ubica en un extremo de la muralla medieval, en un edificio noble de estilo aragonés. Su interior es muy amplio, con varios salones cómodos y bien decorados. El comedor tiene unas bonitas vistas y en él se puede disfrutar de un completo desayuno, en la línea y calidad que ofrecen todos los establecimientos de Paradores.

   Lo que más me gusta de este parador es su terraza, un gran espacio tranquilo donde se puede tomar un café o cualquier otra cosa, disfrutando del entorno. También tiene una galería cubierta desde la que se divisa una preciosa estampa. Las habitaciones son muy acogedoras y bastante grandes, además de muy luminosas ya que tienen unas estupendas panorámicas de la zona. El personal con el que cuenta siempre está dispuesto a agradar al cliente, y en su recepción explican y aconsejan todo lo que se puede visitar o las excursiones que se pueden hacer. Este parador tiene la gran ventaja de encontrarse ubicado muy cerca de muchos lugares de interés, con lo que le hace ser el punto perfecto para instalarse y desde aquí movernos para conocer otros pueblos o realizar senderismo por las rutas verdes próximas, formando un conjunto de preciosos sitios por descubrir.

                                                                                                                                                           Inma



jueves, 13 de diciembre de 2012

El Monasterio de Piedra y los monjes cistercienses


En medio de un sorprendente paisaje, encontrarás un espectacular entorno donde el agua y el arte se unen para formar esta maravilla de la naturaleza.


Durante el siglo XII, un grupo de monjes cistercienses fueron enviados por el abad del Monasterio del Poblet (Tarragona) a tierras aragonesas con el fin de ampliar los dominios de la Orden del Císter y consolidar la fe cristiana. La belleza del paisaje atrajo a los monjes que buscaban un entorno tranquilo. El lugar era perfecto para la meditación y estaba en perfecta armonía con la naturaleza. Alfonso II de Aragón apoyó y donó las tierras donde se encontraba un antiguo castillo árabe para la fundación del Monasterio. La comunidad cisterciense lo ocupó durante siglos en relativa tranquilidad, hasta la llegada del famoso Mendizábal con su desamortización. Los monjes tuvieron que dejar su hogar y nunca más volvieron a ocuparlo.
Comienza este viaje por este fantástico Monasterio Cisterciense que esconde tras sus muros los rezos y cánticos de los monjes que lo habitaron. Aunque siempre resulta útil hacer la visita guiada, la puedes realizar por libre.
Pasear por el Claustro y observar la belleza de todos sus rincones es algo único, uno casi puede imaginar a todos los monjes haciendo su vida diaria alrededor de este magnífico claustro y en sus dependencias.
La Sala Capitular, era una de las partes más importantes del monasterio. Aquí se realizaban las reuniones después de la misa y también era la sala de confesiones donde se imponían castigos morales.



Siguiendo con nuestro recorrido, encontrarás el refectorio, verás que está muy bien conservado, era el comedor situado al lado de la cocina y de la bodega donde los monjes conservaban frescos sus alimentos, con paja y nieve natural. En la cocina monacal, te encontrarás con el primer lugar de Europa donde se cocinó el chocolate por primera vez. En una de las expediciones de Hernán Cortés al Nuevo Mundo, le acompañó un monje cisterciense que trajo a este monasterio por primera vez el cacao. Su sabor amargo no pareció ser del agrado de los monjes hasta que se les ocurrió la idea de añadirle azúcar. Convirtiendo a este monasterio y a los monjes que lo habitaron en pioneros en la elaboración del chocolate azucarado. Hay documento históricos que así lo certifican.
En los antiguos almacenes, verás el museo del vino de la denominación de origen de Calatayud. En sus tres salas se repasa la historia del vino a través del proceso de elaboración tradicional, los aperos de labranza y las variedades de uva.
Llegarás a lo que en mi opinión es la construcción más interesante del todo el conjunto monástico y lamentablemente la más deteriorada. En su momento tuvo que ser una gran iglesia de tres naves y cinco ábsides. Todavía se conserva la portada románica primitiva, pero la cubierta de la nave ya no existe, quizás se derrumbó al quedarse el monasterio abandonado.
A lo largo de los siglos se hicieron numerosas ampliaciones y reformas en el monasterio. Afortunadamente, una parte de las deshabitadas instalaciones del monasterio se ha convertido en hotel, las antiguas celdas donde dormían los monjes vuelven a cobrar vida ahora son las habitaciones de este hotel del que no os puedo contar nada porque aunque he recorrido parte de sus estancias no he estado alojado nunca. Solo he de decir que está en un entorno realmente paradisíaco.
Una vez visitado el Monasterio, no puedes dejar de visitar el hermoso paisaje que lo envuelve. Nos encontramos ante uno de los parques naturales más conocidos y visitados de España. El río Piedra nace cerca de estos lugares y es el responsable de que surgiera este parque, en parte natural y artificial.



Cualquier época del año es perfecta para disfrutar de este reducto de la naturaleza que como cualquier lugar turístico, encontrarás mucha gente durante los fines de semanas y puentes. Nada más entrar te sorprenderá como el agua brota de cualquier lugar en forma de cascadas que se entremezclan con la vegetación, dando a este paraje un encanto especial. Un recorrido debidamente señalizado te conducen por todo el parque al que le puedes dedicar todo el tiempo que desees, para detenerte en cualquier rincón y admirar la belleza de la naturaleza en todo su esplendor.
Todas las cascadas son impresionantes, hay para todos los gustos. Personalmente la que más me gusta es la "Cola de Caballo", bajo la cual está la Gruta Iris. Sorprende ver como el agua a socavado la piedra caliza con el paso de los años. Otro lugar muy apacible es el "Lago del Espejo", repleto de colores que debido a la transparencia del agua quedan reflejados en ellas todo lo que le rodea.


El Parque Natural del Monasterio de Piedra, atrae y sorprende a quien lo visita, como atrajo al grupo de monjes que encontraron en él, el lugar perfecto para levantar un Monasterio. Sin duda, hará las delicias de todo aquel que por aquí se acerque, donde disfrutarás del agua y de la historia.

                                                                                                                                                           Rafa

viernes, 16 de marzo de 2012

Descubriendo Zaragoza

Zaragoza es mucho más que la Basílica del Pilar, la Seo y el Ebro. Precisamente al pie de este río, que dio nombre a la Península Ibérica y a sus habitantes, surgió una importante urbe comercial durante la dominación romana.

Teatro Romano de Caesaraugusta

Los restos de la antigua Caesar Augusta se pueden visitar hoy gracias a la ruta que la ciudad ofrece a los visitantes y que puede iniciarse en la emblemática plaza del Pilar. Nosotros adquirimos el bono que incluye la entrada al Foro, el puerto fluvial, las termas y el teatro. Desde la plaza se desciende hacia el fondo de la antigua ciudad para también retroceder unos 20 siglos adentrándonos en otra plaza, la que ocupó el Foro Romano del siglo I d.C. Se conserva parte del Decumano (eje principal), los muros de algún puesto del mercado y parte de la canalización (cloacas) que vertía directamente al río. Hay que señalar que estos hallazgos se realizaron durante los años 1988-1991 durante unas obras de excavación que se llevaron a cabo en plaza de la Seo.

A muy pocos pasos de estos restos salió a la luz el Puerto Fluvial de la ciudad. Zaragoza fue un enclave fundamental en el comercio de productos importados y exportados con salida directa hacia el Mediterráneo y también un punto de reclutamiento y movilización de tropas romanas. Dos curiosidades de esta visita; el Ebrómetro, donde se reflejan las marcas máximas de 2 de las avenidas del río y la otra curiosidad, se puede comparar el nivel del suelo de la época con el actual de la plaza.

Las Termas Públicas se encuentran separadas del foro por tan sólo unas calles y merece la pena su visita para ver el alcance y la importancia que estos baños tuvieron ya en el siglo I y que demuestran la presencia de una gran población asentada en la ciudad. En este lugar se situaban además las letrinas que posteriormente fueron derribadas para construir una piscina porticada. De esta "natatio" se conservan los restos del vaso de unos 10 metros de largo con suelo de mármol y rodeado de columnas. Se cree que completaban la decoración de este espacio unas esculturas así como un mosaico del que se conservan restos en una de las paredes.

Sin atisbo de duda, podemos afirmar que los restos mejor conservados de la ciudad romana se pueden admirar en el Teatro de Caesaraugusta. Este grandioso monumento permaneció oculto hasta los años 70 del siglo XX, fecha en la que se realizaron obras para construir un edificio en una calle aledaña, saliendo a la luz un enorme solar y un entramado de estancias bajo un graderío. Parece increíble que un edificio tan grande e importante como éste pasara inadvertido durante tanto tiempo. Pero tras el declive del Imperio romano y la posterior dominación musulmana esta zona pasó a ser ocupada por la comunidad judía que construyó sus casas y calles sobre este lugar quedando oculto durante más de 10 siglos. Anexo al teatro se ha creado el museo del teatro con los restos hallados en las sucesivas excavaciones que hicieron ver la luz al monumento y que explican los usos que se le dieron al edificio en su época de mayor esplendor durante los siglos I y II.

Palacio de la Aljafería, foso y muralla

La visita a la ciudad de Zaragoza no puede completarse sin emplear parte de nuestro tiempo en recorrer el Palacio de la Aljafería, a las afueras del casco histórico en las inmediaciones de la estación del AVE. 
Su nombre proviene del monarca que lo mandó construir, Al-Jafar. Este bello palacio islámico bien merece un par de horas para recorrerlo en su totalidad y admirar la belleza de sus frisos y los techos de las salas taifales que se asemejan a las de la Alhambra de Granada o a los Reales Alcázares de Sevilla, muy bien restauradas. La conocida como la Torre del Trovador es la construcción más antigua, del siglo IX y de estilo omeya así como la mezquita octogonal y el Patio de la Alberca. En el siglo XII, tras la reconquista de la ciudad,  fue convertido en palacio cristiano y ampliado al estilo medieval imperante en la época. Posteriormente fue nuevamente ampliado por los Reyes Católicos para incluir un gran salón del trono con un soberbio artesonado y las salas de los pasos perdidos, anexas al gran salón.
Durante la Edad Moderna, el palacio fue amurallado y dotado de un foso, un puente levadizo y varios torreones de estilo neoclásico para fortificarlo.
Su recuperación tras varios años de abandono se realizó durante la segunda mitad del siglo XX y en la actualidad parte del palacio es la sede de las Cortes de Aragón.



La Aljafería tiene un encanto especial al ser recorrida a última hora de la tarde justo cuando cae el sol. El rumor del agua de su patio mudéjar y el recorrido por sus estancias medievales transportan al visitante a otros tiempos en los que se pueden imaginar las diferentes épocas y personajes que lo habitaron.

Así pues, el visitante de Zaragoza tiene mucha historia por descubrir y recorrer y, quien sabe si en este siglo se recuperarán otros monumentos y edificios tan importantes que permanecen ocultos bajo siglos de historia, como los que hoy os he acercado con este artículo.

Susana
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