La localidad de Illueca se
asienta en la ribera del Aranda, tierra fronteriza entre Aragón y Castilla.
Construido sobre un espolón
rocoso, el castillo del Papa Luna es uno de los emblemas de la zona.
Coronando el edificio destaca la galería de arcos de medio punto característica aragonesa. Es una de las fachadas palaciegas más vistosas de esta Comunidad Autónoma.
Coronando el edificio destaca la galería de arcos de medio punto característica aragonesa. Es una de las fachadas palaciegas más vistosas de esta Comunidad Autónoma.
Después de un gran periodo de
abandono, los herederos de los Luna y los Aranda, la familia Bordiú, donó el
edificio al Gobierno de Aragón para que se encargara de su restauración y
mantenimiento.
Dentro del gran recinto se ha instalado un hotel integrado en la Red de Hospederías de Aragón.
Durante la visita al castillo-palacio
destacan varios salones con grandes techos de madera adornados con decoración
mudéjar.
La Sala Dorada tiene un trabajado artesonado
con emblemas heráldicos. Un friso de yeserías policromadas enmarca este salón de protocolos.
La alcoba privada, donde nació en
1328 el Papa aragonés, tiene un zócalo de arcos en rojo, blanco y azul.
La Sala del Mausoleo, con una peculiar
cúpula interior, fue donde reposaron los restos de Benedicto XIII.
Durante la visita hay audiovisuales en los que se relata el Cisma de Occidente así como la biografía, viajes y reflexiones del Papa Luna.
Durante la visita hay audiovisuales en los que se relata el Cisma de Occidente así como la biografía, viajes y reflexiones del Papa Luna.
Pedro Martínez de Luna y Gotor
fue un personaje muy importante en la Edad Media Europea. Tuvo dividida a la iglesia católica con la
disputa por la legitimidad de su máximo representante.
Tras la muerte del Papa Gregorio
XI hubo una gran polémica para nombrar a su sucesor. Sin ponerse de acuerdo, fueron nombrados dos
Papas.
En esta época existía una
situación compleja por motivos políticos, económicos y culturales, lo que
desencadenó un controvertido periodo.
Benedicto XIII, Pedro Martínez de
Luna y Gotor, fue nombrado Papa en Aviñón. A pesar de contar con numerosos
seguidores y de tener un temperamento combativo y tenaz, se le terminó acusando
de herejía. Tuvo un triste y solitario final en su castillo de Peñíscola.
Inma
Una visita interesante la de este castillo que mantiene todo el encanto de los palacios antiguos. Me ha gustado saber de su historia y ver los artesonados con esa decoración mudéjar que adornan sus salones, son una autentica preciosidad.
ResponderEliminarUn lugar muy atrayente y curioso para visitar.
Me ha encantado los artesonados y los frisos mudéjares de este castillo-palacio del Papa Luna, son sorprendentes. Sus estancias te transporta a la época en la que vivió el Papa aragonés.
ResponderEliminarEste castillo supone una interesante visita que nos acerca algo más a la figura del controvertido Papa Luna, una época algo convulsa de la historia en la que Benedicto XIII sufrió un trágico final. Es un lujo poder alojarse en semejante edificio y admirar sus techos artesonados y la curiosa fachada. Gran trabajo.
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