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lunes, 6 de junio de 2016

Las Lagunas de Ruidera


Cuando escuchamos hablar sobre los parajes de La Mancha imaginamos grandes extensiones de terreno llano y baldío pero, nada más lejos de la realidad. La Mancha alberga algunos de los espacios naturales más increíbles y únicos de la Península Ibérica, e incluso del planeta. De hecho, dos de los Parques Nacionales más importantes de nuestro país, se encuentran en territorio manchego: Las Tablas de Daimiel y Cabañeros.

Laguna del Rey
Pero hoy quiero hablaros de otro espacio natural protegido en La Mancha. Me refiero al Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. Este humedal resulta realmente peculiar por su fisonomía ya que, en Europa, solamente existe otro complejo lagunar de similares características y está en Croacia.

lunes, 21 de marzo de 2016

Alcaraz, la cuna de Andrés de Vandelvira

El nombre de esta bella población de claras resonancias árabes, deriva de Al Karrash "palacio fortificado" y fueron estos mismos quienes iniciaron la construcción del castillo del que hoy se conservan escasos restos. Tuvo un pasado denso, repleto de sucesos bélicos y en la actualidad intenta revivir tiempos mejores. Alcaraz se encuentra plagada de edificaciones levantadas en el siglo XVI que constituyen un conjunto monumental formidable.

Alcaraz

jueves, 5 de marzo de 2015

El nacimiento del Río Mundo

La provincia de Albacete, como casi toda la Mancha, es conocida por su extensa llanura salpicada de pueblos pintorescos y paisajes singulares de una belleza natural fascinante. Uno de estos parajes es el Parque Natural Los Calares del Río Mundo y de la Sima, uno de los enclaves naturales más emblemáticos y visitados de Castilla la Mancha donde nace el Río Mundo.


Para visitarlo nos acercaremos hasta Riópar (Albacete), situado en plena Sierra de Alcaraz, para ir en busca del paisaje kárstico conocido como el Calar del Mundo. Advertencia: debido a la gran afluencia de público y como en la mayoría de espacios protegidos las visitas suelen estar limitadas, en este caso a 100 vehículos diarios.


El calar del Mundo es un anfiteatro en forma de herradura, con grandes farallones de paredes calizas donde tiene lugar el nacimiento del río que se precipita al vacío en una espectacular cascada de más de 80 metros. El volumen de agua es muy variable, incluso puede llegar a ser escaso en tiempo de sequía. Así que la mejor época para visitarlo y disfrutar de la cascada es durante la primavera, además en este periodo es cuando tiene lugar un curioso fenómeno.


Debido a la gran cantidad de lluvia y nieve caída en primavera, el agua se filtra por estas sierras, “los Calares”, almacenándose en lagos subterráneos que hay en su interior. Cuando el nivel del agua alcanza su nivel máximo, sale al exterior de una manera brusca produciendo un ruido sobrecogedor, conocido como el “Reventón”.


Este fenómeno no es eterno, como mucho en un par de días, en ocasiones algunos más, el río volverá a recuperar sus nivel habitual que es más bien poco. Aún así, la contemplación de la impresionante pared rocosa y de la cascada impresiona.


El sendero comienza desde el aparcamiento, perfectamente señalizado, no tiene pérdida. Es una agradable ascensión que serpentea entre pinos donde la visita se convierte en un agradable paseo hasta llegar a unas escaleras de piedra que trepan en busca de unos miradores y pasarelas de madera. Las escaleras terminan a los pies de la cascada desde donde se disfruta de un relajante y a la vez espectacular rincón. En esta parte debemos llevar cuidado porque el suelo puede resultar peligroso, el firme suele estar mojado y resbaladizo.


La Cueva de los Chorros donde nace el río cuenta con más de 30 km de galerías subterráneas exploradas, un auténtico paraíso para los amantes de la espeleología. La subida a esta cueva esta restringida por la peligrosidad de alguno de sus tramos y para poder acceder a ella deberemos pedir permiso al organismo de gestión del Parque. Sin embargo, es necesario siempre ir acompañado de un guía y de la equipación necesaria. Hace años cuando no existían tantas restricciones y todo valía, accedí a la cueva con un amigo. Recuerdo que el primer tramo era una subida bastante dura, a veces incómoda y resbaladiza. Una vez superada la fuerte pendiente el sendero se suaviza. En ocasiones hay que trepar y en otras, con cierto peligro, unas cadenas ancladas en la pared nos ayudaron a pasar por una zona complicada y peligrosa, no apta para personas con vértigo.


Llegué a la cueva por donde brota el agua, un gran agujero de 25 metros de diámetro, adentrándome en su interior tan sólo unos pocos metros con una pequeña linterna, hasta que la oscuridad y el frío se adueñaron del lugar. Reconozco que fue una irresponsabilidad por mi parte y no lo volvería hacer, pero la experiencia y el espectáculo merecieron la pena.


                                                                                                                                                           Rafa

jueves, 3 de abril de 2014

Albacete, en árabe "Al-Basit" que significa "La Llanura".

Aproveché la estancia en el Parador para descubrir esta ciudad que para muchos puede ser completamente desconocida pero que merece la pena visitar. Aunque no está considerada como uno de los principales destinos turísticos de España, cuenta con una interesante patrimonio arquitectónico e innumerables paseos, plazas y zonas verdes que, desde luego, a nadie dejan indiferente. Es una ciudad acogedora y moderna que sorprende gratamente a quien la visita.

Catedral de San Juan

En Albacete se visita la catedral, quizás su monumento más representativo. Iniciada en el siglo XVI y terminada a mediados del XX. En su exterior se distinguen los estilos neorrománico y neogótico. Su interior es muy luminoso y son muchos los elementos que hay que admirar como sus cuatro columnas jónicas que sustentan las bóvedas, diseñadas por el gran maestro Diego de Siloé. Notables son también las pinturas murales que decoran sus muros y las capillas laterales con techos abovedados.

Columnas jónicas diseñadas por Diego de Siloé.

La ciudad también cuenta con varios museos interesantes, pero hablar de Albacete es hablar de sus famosas navajas y es que en esta ciudad la cuchillería es un arte y un oficio. Frente a la Catedral se encuentra la Casa del Hortelano con una interesante fachada neogótica. Alberga en su interior el Museo de la Cuchillería donde se exhibe una colección de más de 500 piezas con los distintos tipos de navajas que han existido a lo largo de la historia.

La Casa del Hortelano

Otro de los lugares que no debe perderse es el Pasaje de Lodares. Este bello pasaje es una muestra de la arquitectura modernista de principios del siglo XX, una galería comercial y residencial con una cubierta de hierro y vidrio sostenida por columnas renacentistas.

Pasaje de Lodares

Una buena opción para alojarse en Albacete es el Parador. Una construcción que nos recuerda la arquitectura rural manchega, rodeado de un agradable pinar y zonas verdes. Todas las estancias se encuentran alrededor de un gran patio y están comunicadas por largos corredores con grandes ventanales donde el agradable sol primaveral entra a raudales. Las habitaciones son muy amplias y en el restaurante se come bien, con una excelente gastronomía donde los protagonistas son los platos manchegos.
El verde de las plantas y de los árboles del jardín contrasta con el marrón de la madera y la cal de las paredes del edificio. Todo el entorno invita al relax. Es cierto que es una construcción más bien sencilla, pero su sencillez intensifica la grandeza de lo esencial, permitiendo olvidarnos del estrés y de la vida cotidiana.



Albacete me pareció una ciudad cómoda y tranquila. Pienso que con buena calidad de vida. Además la provincia ofrece miles de posibilidades turísticas magníficas, sus pueblos y paisajes hacen que disfrutemos de la más pura esencia de La Mancha.

                                                                                                                                                            Rafa

jueves, 20 de marzo de 2014

Chinchilla de Montearagón

Por la llanura manchega que se extiende por la provincia de Albacete, encontramos uno de esos pueblos de largo y denso pasado que llegó a ser capital de la provincia, con un conjunto monumental que rezuma historia por los cuatros costados.


En Chinchilla me encontré con los sólidos muros de su imponente castillo levantado en lo más alto de la cima. Fue el marqués de Villena quien levantara este impenetrable castillo allá por el siglo XV, sobre unas antiguas fortificaciones musulmanas.
El castillo es de enormes dimensiones y, aunque sufrió graves desperfectos durante sucesivas guerras, aún conserva la monumental puerta de acceso enmarcada por dos cubos circulares. Lástima que no se conserve la torre del homenaje donde estuvo preso César Borgia, hijo del famoso papa Borgia, acusado por el asesinato del duque Gandía.

Castillo de Chinchilla de Montearagón


Aparte del castillo, me sorprendió sobre todo el gran foso que lo rodea de seis metros de profundidad y excavado en la misma roca. Sólo pude visitar el castillo por su parte exterior ya que se encuentra cerrado por rehabilitación.
Desde esta privilegiada situación se observa hasta donde la vista alcanza, una soberbia panorámica de la llanura manchega.



Después de disfrutar del castillo me esperaba la plaza mayor, un espacio irregular donde se encuentra la fachada barroca del Ayuntamiento con su balconada, sobre ella, un medallón de Carlos III y la Iglesia de Santa María del Salvador que presenta una variada sucesión de estilos desde el mudéjar al barroco. No hay que perderse la espléndida reja gótica de la capilla mayor.

Plaza mayor

Santa María del Salvador

Pero Chinchilla de Montearagón aún guarda muchas sorpresas en su amplio conjunto monumental como el convento de Santo Domingo, la casa de la Tercia, el antiguo Pósito de los Pacheco, palacios como el de Barnuevo o el de Nuñez Robres. Además en Chinchilla se encuentra el Museo de Cerámica, testigo del esplendoroso pasado alfarero de la población.



Había oído hablar de un tipo de construcción muy singular por estos contornos. Son las casas cueva excavadas en la roca. Viviendas que ofrecen una mínima parte de su totalidad y que aprovechan en su interior, tanto la frescura durante los calurosos días de verano como el calor en invierno.
Casas cueva


Abandonadas muchas de ellas, encontré algunas que han sido reconvertidas en alojamiento rural y otras ocupadas por artesanos.


Rápidamente llegó el atardecer, había llegado el momento de abandonar este pintoresco pueblo, no sin antes disfrutar de la tranquilidad del lugar y de la luz que me cautivaron.



                                                                                                                                                           Rafa

jueves, 19 de abril de 2012

Alcalá del Júcar y su impresionante Hoz



En la comarca de La Manchuela, provincia de Albacete, Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos de Castilla-La Mancha. Enclavado en un singular paraje se encuentra este mágico lugar que tenia muchas ganas de conocer y me impresiono bastante por su originalidad urbana. Enclavado en un entorno espectacular, la Hoz del Júcar.


La erosión fluvial ha provocado un corte, una profunda hendidura en el terreno y ha creado una garganta conocida como la Hoz del Júcar. Es increíble la capacidad del hombre para adaptarse al terreno y como sus habitantes eligieron el lugar más inaccesible.

No es una población asentada sobre la pared de un cerro casi cortado a tajo, sino que una gran parte del pueblo está incrustado en él. Como una gran esponja de piedra habitada por humanos.
Lo más aconsejable es dejar el coche aparcado en alguno de los aparcamientos públicos a la orilla del río Júcar. Para proseguir ascendiendo por sus pintorescas callejuelas hasta llegar al Castillo.


También puedes llegar a este en coche y comenzar el recorrido descendiendo hacia el pueblo. Comenzaremos por el Castillo de origen árabe, posiblemente su monumento más representativo. Desde su privilegiada posición elevada domina la localidad. Sometido a una importante restauración, muestra un impresionante aspecto. Está constituido por un torreón y dos torres de planta circular, con tres plantas en su interior. En su exterior aún se conservan restos de la muralla defensiva primitiva. Desde lo más alto las vistas del pueblo con su original plaza de toros con forma irregular y de la Hoz son espectaculares.



Recorrer sus calles estrechas con empinadas cuestas, observando los detalles de sus casas excavadas en la roca, tienen un encanto particular y original. Fachadas y poco más asoman al exterior, mientras la pared guarda la mayor parte de la estructura interior . Horadadas por decenas de cuevas que incluso atraviesan la montaña entera asomándose a la Hoz. Estas cuevas se han utilizado desde la antigüedad como viviendas, establos y bodegas. Algunas se pueden visitar como las Cuevas de Masagó, del Diablo y la de Garadén.
Estas cuevas se encuentran muy bien indicadas. Sin duda son uno de los muchos reclamos turísticos que tiene el pueblo.


Por una entrada de 3 euros incluida una consumición. Puedes adentrarte por la Cueva de Garadén y recorrer un gran trecho de su interior, es un auténtico museo de antigüedades, con laberínticos pasillos, pasadizos excavados en la propia roca y luego descender varios pisos de escaleras para llegar a una zona con un bar y una discoteca. Con una decoración muy recargada (muebles antiguos, aperos de labranza, tinajas, billetes antiguos de todo el mundo y muchas fotografías del dueño con personajes famosos).


Repón fuerzas en una curiosa terraza mientras tomas un refresco y disfrutar de unas maravillosas vistas. Para más tarde salir por la Cueva del Diablo que se encuentra unida a la anterior donde conocí al dueño de la cueva, un personaje muy peculiar. También se puede visitar el Museo del Cine, propiedad del mismo dueño.

Otros lugares interés en Alcalá del Júcar, es la Iglesia de San Andrés con una esbelta torre que destaca sobre las humildes viviendas y el puente de origen romano. Restaurado en varias ocasiones debido a la fuerza de las aguas, desde donde se obtiene una bonita panorámica del pueblo.


En conclusión, Alcalá del Júcar es una población muy pintoresca, un lugar ideal para disfrutar de su entorno paisajístico. Estoy seguro que no te dejará indiferente.


Rafa

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