En la parte más alta de Monforte de Lemos se
encuentra el Conjunto Monumental de San Vicente Do Pino, formado por la Torre
del Homenaje, el Palacio de los Condes de Lemos y el Monasterio de San Vicente,
estos dos últimos incluyen las instalaciones del fantástico Parador al que ya
hemos ido varias veces porque nos encanta
Cuenta con unas habitaciones muy amplias junto a un precioso claustro neoclásico, en el que aún queda el aljibe que se utilizaba para recoger el agua de la lluvia. En sus jardines hay una tranquila piscina, también tiene una zona de gimnasio y de jacuzzi.
Su restaurante presenta una apetitosa carta con platos típicos de la zona, caldo gallego, pulpo, vieiras, empanada, etc
Una de las excursiones que se pueden hacer desde el Parador de Monforte es acercarnos a conocer algunos de los ejemplos del románico de la Ribera Sacra.
El Monasterio de Santa María de Ferreira, también conocido como el convento de las Madres Bernardas, es el único en toda Galicia que ha estado abierto y en funcionamiento desde su creación hasta la actualidad.
Está rodeado de una muralla y se fue construyendo a lo largo de cinco siglos. En la puerta de acceso vemos el escudo de la Orden del Císter. La iglesia románica es de una sola nave. En el interior del convento, que no se puede visitar por ser de clausura, hay un claustro y una habitación en la que venden repostería elaborada por las monjas.
La iglesia de San Miguel de Eiré perteneció a un monasterio benedictino, y llama la atención porque tiene una forma casi cuadrada con una torre rectangular. Una de las puertas está decorada con ajedrezado y tiene una original iconografía.
Santo Estevo de Atán fue un cenobio del siglo VIII, en la torre campanario de su iglesia aún se conservan detalles prerrománicos. Su enclave, escondido en la ribera del rio Miño hace que el lugar tenga aún más encanto.
San Vicente de Pombeiro fue uno de los monasterios más importantes de la zona en la Edad Media. La antigua iglesia tiene una torre circular coronada por un campanario cuadrado. El templo tiene tres puertas con interesantes arquivoltas, columnas y arcos decorados. En la casa rectoral próxima está el escudo del prior que reformó este conjunto religioso. Con el tiempo San Vicente pasó a depender de Santo Estevo de Ribas de Sil, actualmente este es uno de los Paradores más prestigiosos y espectaculares de toda la Red.
El antiguo monasterio de San Fiz de Cangas perteneció a la Orden Benedictina. Su sencilla iglesia tiene una sugestiva puerta decorada con rectángulos concéntricos, el sol, la luna y una cruz griega.
Aunque la mayoría de estas iglesias están cerradas y es complicado acceder a su interior, aun así merece la pena acercarse a ellas. Estas son algunas de las joyas del románico gallego que no se deben dejar de visitar cuando estemos por la preciosa zona de la Ribera Sacra.
Inma
Gracias por una apetecible descripción de un interesante y bonito viaje!
ResponderEliminarGracias a ti. Sin duda resultó un viaje interesante y divertido. La estancia en el Parador muy agradable, y el recorrido por la zona, precioso.
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