domingo, 20 de septiembre de 2020

Castillo de Santa Catalina, el balcón de Jaén

En lo alto de un cerro, sobre la ciudad de Jaén y dominando su entorno, se levanta un impresionante castillo. Una fantástica construcción defensiva que nació siendo alcázar árabe y tras la reconquista fue fortaleza cristiana con una iglesia consagrada a Santa Catalina, nombre con el que se lo conoce actualmente. 
Castillo de Santa Catalina

El castillo cristiano que podemos admirar en la actualidad, lo componen tres recintos que formaban una gran alcazaba cuyos muros nos hablan de episodios sangrientos, batallas y conquistas. 

El Castillo de Santa Catalina conocido como el Alcázar Nuevo, alberga en su interior un centro de interpretación, en el cual podrás realizar un recorrido por toda su historia. Durante la visita se puede subir a la Torre del Homenaje, a la de las Troneras, a la de las Damas o a la Torre de la Vela. También se puede ver la Capilla de Santa Catalina, ubicada en una de las torres albarranas. Aquí se guarda la imagen de la patrona de Jaén y su nombre le viene dado tras la conquista cristiana en honor a Santa Catalina de Alejandría.


También dispone de un Patio de Armas donde encontraremos restos de algunas construcciones entre ellas; dos aljibes, las caballerizas, la antigua prisión y otras dependencias.
 

El Castillo de Santa Catalina tuvo también especial protagonismo durante la Guerra de la Independencia, al convertirse en un importante centro de operaciones para las tropas napoleónicas. En el Alcázar Viejo, se construyeron cuarteles, caballerizas y edificios para las tropas que cuando abandonaron el castillo, destruyeron gran parte de las dependencias.


Con el tiempo el Alcázar Viejo cayó en desuso y su situación era ruinosa hasta que en 1965 se construyó el actual Parador Nacional de Turismo. 
En la actualidad está considerado como uno de los diez mejores hoteles-castillo de Europa y como buen castillo, está rodeado de misterios y leyendas. 
El Parador Nacional de Jaén (Castillo de Santa Catalina), es en sí mismo un regalo para los sentidos, todo un exquisito establecimiento con unas instalaciones que nos transportan a otro tiempo, compatibles con todas las comodidades actuales. 
Tras una exhaustiva restauración en la que se han renovado sus instalaciones, acaba de reabrir sus puertas recientemente. 


Siguiendo un sendero que parte desde el Castillo se llega al punto más elevado del cerro donde se encuentra una gran cruz blanca. Según la leyenda, en su origen fue de madera y representa la espada que el rey Fernando III el Santo clavó como señal de la conquista de Jaén. 

Desde aquí se obtienen las mejores vistas panorámicas de la ciudad y su entorno.


                                                                                                                                                        Loli

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