El disparo del cañón “El
Calminante” (en 1.862) delimitó los 12 kilómetros cuadrados que comprenden la Ciudad Autónoma
de Melilla.
Fue edificada como una ciudad fortaleza en un escarpado terreno. Cuatro culturas conviven en ella, cristianos, hindúes, musulmanes y judíos.
Durante siglos estuvo
prácticamente abandonada, hasta que en el siglo X Abderramán III creó la taifa
de Melilla dependiendo del Califato de Córdoba.
A partir de la conquista de
Granada, la localidad se rebeló contra el sultán de Fez y pidieron ayuda a los
Reyes Católicos, pero antes fue destruida para que los españoles no pudieran
tomarla.
Don Pedro de Estopiñán ocupó la
ciudad en 1497, y los españoles comenzaron a construirla y fortificarla, a
partir de entonces pasó a ser posesión de la corona hispana.
El núcleo medieval está perfectamente conservado.
El Parador en lo alto de un monte, tiene un pequeño jardín y una agradable piscina.
Por su estupenda ubicación tiene unas bellísimas vistas de la ciudad, del puerto y del mar.
Tiene un personal amabilísimo y un excelente restaurante con platos deliciosos, abundantes y muy bien elaborados.
El Parador es pequeño, tranquilo y acogedor, es el mejor lugar para alojarse y desde aquí visitar la bonita ciudad.
Melilla La Vieja, declarada Conjunto Histórico Artístico, es una imponente fortaleza asentada en un peñón que se adentra al mar Mediterráneo. Sus edificios se construyen a partir del siglo XV y está compuesta por cuatro recintos fortificados.
Las Cuevas del Conventico están
situadas en la muralla del primer recinto. Se encuentran junto al antiguo
convento de los frailes capuchinos y la iglesia de La Concepción, hoy
convertido en espacio museístico.
Las cuevas fueron utilizadas como almacenes y en los momentos de asedio como refugio y alojamiento de la población, especialmente durante el sitio que puso a la ciudad el sultán Sidi Mohamed Ben Abdalah (1.774/1.775)
Resulta un complejo sistema de cuevas horadadas en la roca. Debido al mal estado de conservación fueron restauradas y se construyó un impresionante arco parabólico de piedra para sustentar la estructura.
Recorriendo el gran recinto de Melilla La Vieja pasaremos por el Túnel de Santa Ana, la Plaza de la Avanzadilla, varios museos, la capilla de Santiago, los aljibes renacentistas, y el faro, uno de los cuatro faros españoles en la costa de África.
El Museo Histórico Militar está en
el baluarte de La Concepción, en la cota más elevada de Melilla La Vieja. Tiene
tres terrazas desde donde se obtienen unas fantásticas panorámicas. Dentro del
museo llama la atención la máquina alemana de cifrado “Enigma”, que se utilizó para
las comunicaciones entre el Estado Mayor y la División Azul Española.
En el segundo espacio está la
Plaza de Armas y los Baluartes de San José y San Pedro.
En el tercer recinto destaca el Cuartel de San Fernando y la Batería de San Bernabé.
En el cuarto recinto están situados los Fuertes del Rosario y de la Victoria, desde donde se efectuaron los disparos en 1862 que marcaron los límites de la Melilla actual.
Melilla es la segunda localidad española, tras Barcelona, en patrimonio modernista, cuenta con más de 900 edificios de este estilo. Se realizaron a comienzos del siglo XX. En la Plaza de España está el Palacio de la Asamblea y el Casino Militar con el escudo republicano en la fachada. En el barrio llamado “Triángulo del Oro” se ubican los mejores edificios y casas, de gran belleza ornamental y riqueza arquitectónica, con formas onduladas, miradores, detalles decorativos, molduras en las azoteas y miradores.
Melilla, punto de unión entre
España y África, caracterizada por su interesante fusión cultural, tiene un
valioso patrimonio monumental además de un entorno espectacular.
Inma
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