El poblamiento de la Isla de
Chiloé se inició con la conquista de los españoles. Ancud, el puerto del archipiélago, se
protegió contra los ingleses y holandeses que también estaban interesados en
estas tierras. El gobernador español Carlos de Berenguer fundó la ciudad de
Ancud en 1768.
Ancud llegó a ser la capital
política y militar de estos territorios, en su antiguo puerto internacional se
concentraba el tráfico comercial.
El Fuerte San Antonio aún
conserva siete cañones apuntando a la costa. Se construyó en 1770 para dominar
la entrada a la bahía. Fue la última fortaleza española en Chile.
El día que fuimos hasta Ancud, y
aunque no está muy cerca, quisimos también ir a comer a uno de los restaurantes
más populares y típicos de Chiloé. "El Chejo" está en el pueblecito
de Quemchi, son famosas las empandas caseras que preparan para acompañar el
pescado fresco del día.
De los establecimientos que
probamos durante nuestra estancia en Chiloé, recomendaría "Chancho en
Piedra" (en Castro) y "Mañio" (en Chonchi). Con una excelente
carne el primero, con delicioso pescado
y marisco el segundo.
Otra de las excursiones clásicas
está a 25 kilómetros de Ancud. En Puñihuil hay tres islotes que cuentan con una gran diversidad
de especies: nutrias, gaviotas, patos y cormoranes.
Pero son los pingüinos Magallánicos
y de Humboldt los que atraen a los visitantes a esta zona protegida del
Pacífico.
El Pingüino Magallánico es una
especie que fue reseñada durante la expedición de Fernando de Magallanes por la
región de la Patagonia.
Tienen una altura de 50 a 70 cm.
y un peso entre 4 y 5 kg. Sus patas poseen unas membranas interdactilares, y
sus alas se transforman en aletas. Al nacer están cubiertos de un plumaje
grisáceo, hasta que mudan las plumas. Los adultos tienen la espalda de color negro
y el pecho blanco con una doble banda negra.
El Pingüino de Humboldt tiene más
o menos el mismo peso pero son algo más altos. Su cabeza es de color negro con
una línea blanca sobre el ojo hasta la frente.
La conservación de estas especies
está amenazada por la contaminación del mar y por los depredadores como el
zorro, leopardo, las focas y orcas.
Los paseos marítimos para el
avistamiento de pingüinos se organizan desde la playa. Las embarcaciones parten
hacia ellos movidas por el continuo oleaje.
Volvimos sorprendidos por su
belleza. Durante días habíamos pasado por colinas, lagos y ríos, conduciendo
por carreteras de grava hacía pintorescos pueblos con una rica gastronomía,
navegando por costas espectaculares e inmensas playas, y disfrutando en todo
momento de unas vistas excepcionales.
Inma