Binibeca (Benibèquer) en lengua Menorquina, era una antigua aldea de pescadores levantada frente al mar. Digo era, porque nada queda de aquella pequeña aldea y de sus pobladores. Todos los que se acerquen hasta aquí deben saber que Binibeca Vell no es realmente lo que parece, un antiguo poblado emplazado en un lugar idílico. Si no que es un complejo vacacional construido en los años 60 y 70 por el expreso deseo de un arquitecto barcelonés y un aparejador menorquín que recrearon en este emplazamiento el típico poblado de pescadores que podemos contemplar hoy.
Lo primero que nos encontraremos al llegar a Benibeca Vell será una urbanización con numerosos restaurantes y cafeterías que nos ofrecen la posibilidad de sentarnos en una de sus terrazas a tomar algo, además de un supermercado y tiendas de recuerdos donde encontraréis cerámica y bisutería artesanal de la zona.
Pero todo aquel que se acerca a visitar Benibeca Vell lo hace por otros motivos, quieren conocer el idílico poblado de pescadores. Lo primero que sorprende al visitante será ver la torre de la iglesia sobresaliendo entre las blancas edificaciones, invitándonos a adentrarnos por un laberinto de angostas y sinuosas calles que zigzaguean por todo el pueblo.
Pero todo aquel que se acerca a visitar Benibeca Vell lo hace por otros motivos, quieren conocer el idílico poblado de pescadores. Lo primero que sorprende al visitante será ver la torre de la iglesia sobresaliendo entre las blancas edificaciones, invitándonos a adentrarnos por un laberinto de angostas y sinuosas calles que zigzaguean por todo el pueblo.
Recorriendo su interior nos dará la sensación de que estamos ante un lugar en el que no habita nadie desde hace tiempo, como si fuese el decorado de alguna película. Pero nada más lejos de la realidad, todas las casas están completamente habitadas, son viviendas unifamiliares y pequeños apartamentos que se alquilan.
Lo único que se nos pide a cambio a todos los que visitamos el poblado es guardar silencio, a fin de conservar la esencia de tan apacible entorno y por respeto a aquellos que tienen el privilegio de habitar en tan admirables viviendas.
Así que no nos queda más que perdernos y disfrutar de cada rincón donde iremos descubriendo a través de un agradable y tranquilo paseo las caprichosas fachadas desiguales, pasaremos por pasadizos estrechos, recorreremos intrincadas y estrechas callejuelas empedradas que nos trasladan a una época lejana.
Todo esto en un silencio absoluto, únicamente roto cuando nos cruzamos con algún que otro turista. Pasear por el caótico laberinto de sus calles resultará una experiencia divertida y fascinante donde nos aguardan gratas sorpresas.
Aunque hay quien dice que Benibeca Vell no es auténtico que es una recreación y está prefabricado. He de decir que se hizo respetando la arquitectura, la tradición y la estética menorquina. Además forma parte de los destinos turísticos que no podemos dejar de visitar en nuestro viaje a Menorca, no dudéis en ir a verlo, dejaros llevar por su esencia y meteos de lleno en su silencio. ¡Disfrutadlo!
Loli
No dejo de sorprenderme con los lugares tan bonitos y curiosos que visitaste durante tus vacaciones en Menorca. Sin duda, este enclave cumple con las premisas de pueblito tradicional y tranquilo independientemente de que haya sido reconstruido para el turismo. Desde luego, los que allí habitan son unos verdaderos afortunados. Me trae a la memoria recuerdos del verano que ya se fue.... Precioso lugar, Loli.
ResponderEliminarInteresante lugar nos tras al blog de la sorprenderte Menorca. Me encanta que pidan silencio a la hora de visitarlo, en algunos sitios deberían también aplicarlo ya que a veces hay lugares en los que no oyes tus propios pensamientos. Me parece buena idea lo de la reconstrucción a la imagen y semejanza de un pueblo marinero, mejor será que torres de apartamentos, digo yo. Me encanta leer el blog y perderme en este caso por las calles de Binibeca, eso si en el silencio más absoluto. Buen trabajo Loli.
ResponderEliminar¡Qué preciosidad de pueblo! Parece que esté nevado :D Gracias por este paseo.
ResponderEliminarPues me parece una recreación del antiguo poblado de pescadores muy acertada, tiene unas calles y rincones muy bonitos, aunque sea algo prefabricado si está bien hecho puede resultar agradable. Lo de guardar silencio para conservar el apacible entorno es una idea genial. Muchos lugares turísticos deberían tomar nota ya que a veces el ruido es demasiado molesto y no nos deja disfrutar de lo que estamos viendo.
ResponderEliminarEstupendo y original artículo, Loli.
Cuando se visita Benibeca nadie diría que se trata de una reconstrucción, aún así vale la pena visitarlo para recorrer sus pequeñas calles que nos transmiten una calma y un silencio casi surrealista. Llama la atención sus casas completamente pintadas de blanco, hasta las tejas son de este mismo color, con pequeños carteles repartidos por todo el pueblo que invitan al silencio.
ResponderEliminarEs uno de los lugares más pintorescos de Menorca y desde luego si que parece un auténtico pueblo de pescadores.
Como no van a querer silencio si Binibeca aparte de ser bonita es una urbanización bonita, pero urbanización y el que està alli instalado quiere lo que ha venido a buscar silencio,http://ultimahora.es/noticias/economico/2014/01/10/115821/binibeca-vell-cumple-anos.html, Menorca tiene mas historia y cultura que Binibeca, si venis lo descubrireis. Nina
ResponderEliminarGracias por tu recomendación, Nina. Nos gusta muchísimo la isla de Menorca como hemos demostrado con nuestros 11 artículos dedicados a esta preciosa isla mediterránea. Dejo el enlace para que todo el mundo pueda disfrutarlos tanto como nosotros: http://unosamigosdeparadores.blogspot.com.es/search/label/Menorca
EliminarMaravillosa experiencia pasar por esas estrechas y maravillosas calles , en su completo silencio calor. Apetecia quedarse contemplandolas mas tiempo.
ResponderEliminarGracias por el comentario, un saludo.
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