En pleno centro de la ciudad, en la Parte Vieja y al pie
del Monte Urgull, se encuentra el museo más antiguo del País Vasco, el Museo de
San Telmo. Sus instalaciones ocupan un convento dominico del siglo XVI con un
bello claustro herreriano; se le ha añadido una moderna ampliación
arquitectónica donde destaca un muro vegetal. Durante la proyección del
audiovisual "De convento a museo" se nos muestra la evolución de este
edificio.
Con exposiciones permanentes
interactivas y exhibiciones temporales, San Telmo reúne una completa colección
etnográfica sobre la historia de la sociedad vasca; se pueden ver muebles,
herramientas y objetos variados; una de las salas está dedicada a los avances
en tecnología recordando la aparición de la radio y televisión.
Lo que más nos gustó fue la
colección de arte que cuenta con pinturas de El Greco, Rubens, Tintoretto e
Ignacio Zuloaga, y con esculturas de Chillida y Oteiza.
El artista catalán Josep María
Sert cubrió con sus lienzos la antigua iglesia del convento. Son 16 murales con
una extensión de 780
metros cuadrados. Están hechos sobre un fondo metálico a
base de barniz con color, en tonos ocres y dorados, representando escenas de la
historia de Guipúzcoa.