La Bahía de La Concha es la zona
más emblemática de San Sebastián, desde
la llamativa barandilla que separa el paseo de la arena se contempla una de las
playas urbanas más bonitas que existen.
La ciudad cuenta con tres montes
(Igeldo, Urgull y Ulia) tres playas (Ondarreta, La Concha y Zurriola) una isla
(Santa Clara) un río (Urumea) que junto a su sobresaliente gastronomía, su
variada oferta cultural y la amabilidad de su gente hacen de esta población un
atractivo destino turístico.
San Sebastián era una ciudad que
vivía de la pesca, la agricultura y la explotación forestal. Durante el siglo XI su puerto adquirió un
gran auge por la pesca de las ballenas. Sancho VII mandó levantar una
fortificación sobre el Monte Urgull, el Castillo de La Mota construido en el
siglo XII protegía la ciudad y su acceso por el mar.
Desde Urgull la panorámica de la bahía y de toda la ciudad
es magnífica. A través del bosque numerosos caminos, pasadizos y escaleras nos
llevan hasta la Muralla del Mar, el Baluarte del Mirador, la Batería de Napoleón y la
Galería de Tiro. En la Casa de la Historia se nos muestran documentos sobre los
variados sucesos acaecidos a lo largo de los siglos en la actual Donostia.
Pasando la desembocadura del río
Urumea y el barrio de Gros, en un extremo de la ciudad está el Monte Ulia y la
Playa de Zurriola, en ella siempre hay un ambiente divertido con
incondicionales aficionados al surf. Junto a la playa y a la desembocadura del
río se levanta el Kursaal. Una vez superada la polémica sobre el nuevo Palacio
de Congresos, estos dos cubos traslucidos se han convertido en una original
seña de identidad de esta capital. Los cubos de cristal y aluminio diseñados
por el arquitecto Rafael Moneo acogen festivales, conferencias, audiciones y
certámenes.
En 1845 Isabel II y su madre, la reina regente María Cristina de Borbón-Dos Sicilias escogieron como lugar de vacaciones San Sebastián, poniéndose de moda la playa de La Concha. En 1893 la reina María Cristina fijó la residencia estival de la corte en el Palacio de Miramar. Este palacio que parece una casa de campo inglesa está en un alto entre las playas de la Concha y Ondarreta. Sus jardines que descienden hacía el mar, son en la actualidad parque municipal y el edificio se está dedicando a diversas actividades culturales.
La Playa de Ondarreta tiene por
un lado el Monte Igeldo, enfrente la isla de Santa Clara y está separada de la
playa de La Concha por el Pico de Loro, unas rocas situadas bajo el Palacio de
Miramar.
El antiguo funicular de 1912 que
sube hasta Igeldo, nos proporciona un divertido viaje hasta la cima del más
alto de los tres montes costeros. Desde aquí se obtiene una panorámica de las más completas de la
bahía, una visión realmente espectacular. La cima está coronada por un torreón que alberga una exposición sobre la
historia de la población con una curiosa colección de viejas fotografías. En lo
alto también hay un nostálgico parque de
atracciones de principios del siglo XX.
Junto a las laderas del Monte
Igeldo, colocado en una parte de la costa azotada por las olas, está El Peine del Viento, uno de los rincones que más me gustan de San
Sebastián. El conjunto es obra del arquitecto Luis Peña Ganchegui y del
escultor Eduardo Chillida. Perfectamente integrado en el paisaje, las esculturas parecen que forman parte del mar, dando la
sensación de que el cielo se funde con el agua y las olas se reúnen con el viento.
Inma
Inma
Un interesante recorrido por esta preciosa ciudad. Sólo he tenido ocasión de visitarla en una ocasión y con escaso tiempo pero coincido contigo en que una de las mejores postales de Donostia es la zona de La Concha, con la bahía flanqueada por los montes Urgull e Igueldo y su exclusiva playa. Del paseo sobre La Concha cabe destacar su barandilla y los edificios que miran al mar desde la primera línea. Un gran trabajo, Inma, estupendo para finalizar este 2014.
ResponderEliminarDicen que es una de las ciudades más bonitas de España, yo opino lo mismo tiene un encanto especial, pasear por su paseo marítimo en un día solado no tiene precio, aunque en cualquier época del año tiene también su encanto.
ResponderEliminarSon preciosas las fotos, Inma.
Elegante ciudad con un paseo marítimo siempre lleno de gente en cualquier momento, dispuestos a dar largos paseos y disfrutar de un de las mejores playas urbanas de nuestro país. La subida al Monte Igueldo con el funicular es toda una experiencia, desde lo más alto las vista de la bahía de San Sebastián son espectaculares, sobre todo al atardecer.
ResponderEliminarUn bonito recorrido por una ciudad impresionante.
Una preciosa ciudad, elegante, en un enclave que sin duda ayuda mucho. La conozco casi de paso, estuve pocas horas en ella, tendré que volver y seguro que consultaré este artículo para saber lo que no hay que perderse de San Sebastián. Gran trabajo Inma. Otra de las cosas que me llama la atención de esta ciudad vasca es su oferta gastronómica de primer orden. Prometo volver y conocerla más en profundidad.
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