domingo, 1 de enero de 2012

La Crestería Manchega


Los Molinos de Viento que nada o poco tienen que ver con la arquitectura manchega tradicional, se han convertido en el símbolo más universal de la Mancha. Gracias a Cervantes, con su ingenioso hidalgo Don Quijote, hoy estos gigantes son una de las principales atracciones de los turistas que llegan a la comunidad autónoma Manchega.

Molinos con el castillo al fondo

Se cree que fueron los cruzados recién llegados de las batallas quien imitaron las construcciones levantadas en Jerusalén. Otros en cambio opinan que los molinos de viento fueron inventados en torno al siglo XII en la Europa occidental, como ejemplo los típicos molinos de los Países Bajos.
En la Mancha, el origen de estos artilugios que aprovechan la fuerza del viento para convertir el grano en harina, se da en el siglo XVI. Hasta entonces se trituraba el grano en los molinos de agua junto a los ríos o bien a mano sirviéndose de dos piedras pulidas: una llana donde lo depositaban y otra redonda que lo rompía. Aunque por esta zona el agua es uno de los recursos más escasos.


Vista panorámica desde el castillo


Se dispuso su construcción en lo alto de las colinas y cerros, para aprovechar el fuerte aire que corría en aquellas zonas y así fue como los primeros molinos empezaron a girar al ritmo del viento. Siglos después, el uso de la electricidad como principal fuente de energía deja sin uso a muchos de ellos.




Desparramados sobre una suave colina que domina el inabarcable llano manchego donde el viento tiene nombre, dependiendo de donde sople (solano alto, solano fijo, solano hondo, abrego hondo, abrego fijo, toledano, matacabras, vientos del mediodía o moriscote). Encontrarás la imagen más emblemática de Consuegra, doce molinos de los trece que existieron y el castillo. Para llegar a ellos hay que ascender por una carretera que los de por aquí llaman el carreterín y subir al cerro Calderico.

Nos recibe de blanco y azul, el Bolero, parada obligatoria. Ya que en él encontrarás la Oficina de Turismo, verás que conserva completo su mecanismo y en condiciones de trabajar. Le sigue el Mambrino utilizado como bar con productos típicos.




El Sancho, uno de los mejores molinos de La Mancha que durante la Fiesta de la Rosa del Azafrán que se celebra el último fin de semana de octubre, pone en movimiento sus aspas para mover su enorme piedra y realiza la Molienda de la Paz. Allí una vez convertido el trigo en harina, se reparte en saquitos a los visitantes. El Mochilas restaurado hace unos pocos años. Más arriba, el Vista Alegre, dicen que es el tiene las mejores vistas. El castillo de la Muela, aunque se conserva en muy buen estado una grúa nos anuncia que el conjunto sigue en proceso de restauración. Desde lo alto de sus murallas podrás tener unas vistas de los molinos inmejorables. Además existen salas interiores muy cuidadas y bien ambientadas en la época medieval. Rebasando el castillo, en la parte alta una sucesión de molinos entre pequeños riscales, hacen las delicias del turismo japonés. El Cardeño, el Alcancia, el Chispas y el Caballero del Verde Gabán, con excelentes artesanías y recuerdos. El Rucio, el Espartero y para acabar el Clavileño, un trocito de Andorra. El Principado colaboró en su día en la recuperación de este último. 


El Castillo

Tanto el castillo como los molinos pertenecen al Ayuntamiento y están siendo restaurados por la Escuela Taller de Consuegra. Muchos de ellos fueron utilizados para albergar pequeños museos, sin embargo, no todos andan bien de salud, aspas rotas, desconchones, etc.
Recuerdo ver los molinos en un perfecto estado de conservación e incluso, algunos de ellos aún conservaban sus lonas blancas entre sus aspas.


Detalle del aspa

Estas construcciones que antaño sirvieron para la molienda, hoy constituyen un hermoso y decorativo elemento del paisaje manchego.

Para comer son varios los restaurantes que en Consuegra ofrecen la rica gastronomía manchega: las tradicionales gachas, las judías con perdiz, duelos y quebrantos, las afamadas migas o el pisto. También el vino se ha visto recompensado con la obtención de varios premios a nivel regional y nacional.


El Sancho

Consuegra, un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero olvidarme.




 Rafa







4 comentarios :

  1. Rafa me alegra ver este artículo tuyo en esta página. Es muy interesante todo lo que nos cuentas sobre los molinos y me llama la atención los nombres que tienen. Muy bonitas las fotos que has puesto y gracias por los enlaces que nos dejas. Un abrazo.

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  2. Rafa me encanta tu artículo, me ha picado el gusanillo, de esta primavera no pasa conocer Consuegra. La Mancha es amplia, dura, diversa, rica y sus gentes muy acogedoras. Las vistas desde los molinos tienen que ser acojonantes.

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  3. Me alegro mucho que os haya gustado el artículo y las fotos , gracias por leerme . Saludos

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  4. Hola Rafa precioso artículo ,que mejor que tú para que nos cuentes sobre la mancha , donde has pasado tantos veranos y tienes tantas cosas que contarnos de allí .
    Me gusta los nombres de los vientos y de los molinos algunos muy originales.
    El titulo me ha gustado mucho muy original La Crestería Manchega.

    Un beso

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