Pise por vez primera sus desgastados suelos de
barro añejo hace ya unos veinte años.....
Mi visita de entonces me dejo muy buen sabor de
boca, lo pude visitar con calma , disfrutando de cada rincón, con
esa atmósfera casi entre tinieblas, por la escasa luz que se colaba en algunas
de las estancias.
La sensación era como haber entrado en
otra época al traspasar la puerta de la plaza de San Martín .
Aunque se encuentre ubicado en el centro de una
ciudad bulliciosa, cuando te adentras entre sus muros es como si el tiempo se
hubiese detenido y te encontraras en otra dimensión, espiritual, serena y
sosegada, un remanso de paz en el centro de Madrid, un monasterio que incluso
conserva su huerto, donde las monjas aun hoy cultivan algunas hortalizas y cuidan
sus centenarios árboles frutales.
Este, antes de ser monasterio fue palacio, lo
habitaron el emperador Carlos V y su amada Isabel de Portugal , allí nació la
menor de sus hijas Juana de Austria, la que posteriormente lo convertiría en
lugar de retiro espiritual.
Le pusieron de nombre Juana en honor a su
desdichada abuela paterna , mal llamada" la loca".
No pudo disfrutar apenas de su bella madre , pues
esta dejaba este mundo después de dar a luz a un varón que nació sin vida, a
consecuencia del prematuro nacimiento tuvo intensas hemorragias, y casi con toda
seguridad una posterior infección que le causó la muerte.
Juana tenía entonces tan solo cuatro
años. Era una niña inteligente y sensible, aprendió
idiomas con facilidad y también era bastante virtuosa musicalmente
hablando.
A la edad de diecisiete años le desposaron con
su primo Juan Manuel de Portugal, que le dejo viuda enseguida falleciendo de una
tuberculosis.
Juana estaba entonces embarazada y dio a luz a
un niño que seria heredero del trono de Portugal y que recibiría el nombre de
Sebastian. Volvió nuestra protagonista a España dejando a
su pequeño al cuidado de su suegra. El niño creció sin conocer a su madre, nunca mas
se volvieron a ver......triste destino.
El deber la obligaba.....su hijo era el heredero
a la corona de Portugal y tuvo que renunciar a él ,
en España reclamaban a la princesa para ayudar a
su padre el Emperador que estaba cansado y retirado en Yuste, Felipe su hermano
el heredero se encontraba en Inglaterra al lado de Maria Tudor con la que se
había casado,en pos de mas alianzas de estado.
Cinco años regentó la corona de forma impecable
esta fuerte y decidida mujer de carácter, mas tarde seria la primera y única en formar
parte de la compañía de los Jesuitas, gracias a sus amigos Ignacio de Loiola y
Francisco de Borja, y después de su muerte se supo que utilizaba el alias de
Matias Sanchez como nombre en la orden, muy pocos supieron el secreto de la
infanta.
En cuanto quedo libre de la regencia, fundó el
monasterio en el antiguo palacio del arrabal de San Martin donde había nacido ,y
se paso a llamar inicialmente monasterio de la Visitación y de forma posterior
las Descalzas Reales.
Quiso que aquel lugar sirviese para diversas y
piadosas funciones, primera y principal seria su refugio espiritual y estaría
acompañada por hermanas de clausura de la orden de las clarisas venidas desde
Gandia por consejo de su amigo Francisco de Borja.
Serviría también como orfanato para niños
abandonados o huérfanos.
Y como hospital para miembros del clero, otra de
las utilidades de aquel palacio fue la de cobijar a personajes reales que
encontraban en aquel lugar un remanso de paz donde alojarse en sus visitas a
Madrid.
Catorce años vivió allí la infanta y
archiduquesa , intento volver a ver a su hijo Sebastian que seguía en Lisboa a
cargo de su tía y suegra Catalina, pero los portugueses no vieron con buenos ojos
la partida prematura de la madre recién parida y su padre Carlos V tampoco le
animó a volver.
Añoraba a su hijo......encargaba retratos para
ver su evolución y mantuvo con el estrecha comunicación por carta hasta el día
de su muerte.
La infanta era alabada por su belleza ,de
cabellos dorados figura fina y piel de seda, no quiso volver a casarse, guardó luto a su marido durante toda su vida.
Algunos comentaban que mantenía relaciones
amorosas con su sobrino Carlos , pero era del todo descabellado, ella le quería
como a un hijo, pues lo crió cuando este perdió a su madre, que casualmente era la
hermana mayor del que fuera su marido.
Se le propuso para alguna otra alianza pero ella
se negó,y pidió a su hermano Felipe que respetase su decisión de no volverse a
casar.
Las Descalzas Reales fueron su obra y su refugio
y allí descansa eternamente , pues así lo decidió.
Juana de Austria una mujer con desafortunado
destino que siempre saco fuerzas y empuje sin dejarse vencer por las
adversidades que le tocaron vivir, su esencia y su alma inundan los corredores y
galerías de ese monasterio que un día fue su palacio.
(Dedicado a Inma, para que pueda visitar pronto
este bello e histórico lugar)
Escrito por Carolina
Gracias princesa por dedicarme este detallado y bello artículo, como lo son todos los tuyos.
ResponderEliminarSe nos quedó pendiente hacer juntas esta visita, pero siempre estará este Monasterio de las Descalzas esperándonos, seguro que la próxima vez lo conseguimos.
Como tú, también lo visité hace años y recuerdo que me gustó tanto que me dije que tenía que volver, y aún no lo he hecho.
Es verdad que llama la atención la calma y el silencio que hay dentro de sus muros a pesar de estar en un lugar tan céntrico, y también me pareció una maravilla la escalera del claustro.
Un placer leerte, un beso.
Hola Princesa ,me ha gustado mucho tu artículo siempre digo lo mismo pero es que me encanta como escribes.
ResponderEliminarYo también me apunto a visitar el monasterio os acompaño a las dos ,me gustó tanto que no importa visitarlo otra vez y encima con tan buena compañia .
La verdad que para estar en el centro y el ruido que hay cuando pasas dentro se respira paz un lugar mágico.
Un beso enorme Princesa.
Precioso artículo Princesa como siempre . No se si sabrás que he vivido durante muchos años muy cerca de este precioso Monasterio y no lo he visitado hasta hace bien poco . Me gustó mucho y quede cautivado de la escalera, capillas y tapices , son realmente magníficos . No me importaría volver a visitarlo otra vez , así que con vuestro permiso me apunto a la visita . Un abrazo y sigue así que lo haces muy bien .
ResponderEliminarHola Carolina, me encanta leerte como ya sabes. No tengo perdón de Dios, no lo conozco y habré pasado por delante unas cuantas veces, pero ya se sabe se conoce lo lejano y lo cercano se deja a un lado, es así de triste. Espero remediarlo pronto. Siempre he pensado que me equivoqué al escoger ciencias en el instituto, porque cada me gusta más la historia, el arte, el cine, el teatro, y desde hace poco tiempo escribir, un pequeño vicio que he descubierto recientemente y me encanta. Leerte y aprender de ti me anima aún mas a continuar haciéndolo. Un beso y un gran abrazo
ResponderEliminarHola Princesa, yo tampoco lo he visitado pero tras leer tu artículo, inmejorablemente escrito como todos los que escribes, me pica la curiosidad de entrar a verlo. Siempre me han parecido muy interesantes las reseñas históricas que incluyes en muchos de tus escritos.
ResponderEliminarLo he disfrutado mucho.
Un beso.