En la provincia de Guadalajara,
entre las localidades medievales de Sigüenza y Atienza están situadas las Salinas de Imón en el valle del río Salado.
La sal se obtiene por evaporación
del agua de mar y en algunos casos, como
este, de los ríos. Las de Imón son salinas de interior y las más antiguas de la
Península. Por su intensa explotación llegaron a ser una de las más importantes
de España.
El origen de estos saladares son
manantiales de agua que atraviesan depósitos de sal subterráneos.