jueves, 22 de abril de 2021

El Taller de Cezanne en Aix-En-Provence




    Paul Cezanne plasmó en sus obras otra forma de ver  la realidad. Nació en Aix-En-Provence (1839-1906), su padre se opuso a sus aspiraciones artísticas por lo que abandonó sus estudios sobre leyes y se marchó a París para poder realizar su sueño.




   La obra de Cezanne pasó casi inadvertida durante  gran parte de su vida, poco después de su muerte fue cuando se le reconoció como “el padre de la pintura moderna”. Mediante sus pinceladas cortas hizo del impresionismo algo imperecedero, influyendo en casi todos los pintores del siglo XX.



   Si visitamos Aix-En-Provence no se puede dejar de hacer el recorrido  conocido como “Caminando tras los pasos de Cezanne”. Es una ruta de los lugares por los que el pintor empleó parte de su tiempo.  Marcado el suelo con una “C” se pueden seguir sus huellas, que nos llevarán a la institución de caridad donde nació, a la iglesia donde fue bautizado, a su escuela y  a varios domicilios familiares.

   Pasaremos por los sitios donde expuso sus pinturas, por  al café que frecuentaba con sus amigos, entre los que se encontraba el escritor francés Émile Zola.



   Llegaremos a la catedral de Saint-Sauveur donde se oficiaron sus funerales y finalmente al cementerio de Saint-Pierre donde está enterrado.

   Como gran observador que era de la naturaleza provenzal, el cercano macizo de la montaña Sainte-Victorie se convirtió en uno de sus temas favoritos, representándola  en más de 80 óleos y acuarelas.



   La Bastide Du Jas de Bouffan, fue la casa de campo donde pintó muchas de sus creaciones. En esta propiedad construyó un estudio. Desde 1901 hasta su muerte trabajó en "Les Lauves". En L’Atelier de Cezanne se conserva el material de trabajo del pintor así como objetos cotidianos que también utilizaba para sus bodegones. La casa tiene dos plantas, en el piso superior montó  una gran sala de 50 metros cuadrados para poder realizar cuadros de mayor  tamaño. Los amplios ventanales le permitían disfrutar de la luz tan especial de La Provenza.



   En 1969 el taller se convirtió en museo municipal y está gestionado por la Oficina de Turismo  de Aix.

   El jardín que rodea la casa le servía para descansar y como inspiración para sus cuadros. Entre los senderos y árboles es fácil imaginar  al extraordinario pintor .                                                                                                                                           

     


                                                                                                                                         Inma

viernes, 9 de abril de 2021

Aix-En-Provence, Francia


   En el sur de Francia y muy cerca de Marsella, Aix-En-Provence es conocida como la ciudad del arte y las fuentes.



   Cours Mirabeau es el centro y la Fuente de la Rotonda nos da la bienvenida. En el bulevar hay hoteles, restaurantes y un animado mercado con puestos de productos frescos, flores y ropa.  La Ville Comptale es el casco antiguo,  la parte con mayor encanto y  con un montón de rincones para descubrir.



   Paseando llegamos a  la Plaza del Ayuntamiento donde está también la Torre del Reloj y la Sala del grano. Y un poco más adelante nos encontramos con la Catedral de Saint-Sauveur que se levanta sobre los restos del antiguo templo romano de Apolo.











   Aix cuenta con importantes colecciones de arte y muestra de ello es el Museo Granet. Está ubicado en el antiguo Palacio de Malta. Tiene varias series de pintura, escultura y piezas arqueológicas.  En relación al pintor nacido en Aix, Cezanne, posee diez óleos suyos, más otras acuarelas y dibujos que cada tres años se cambian para su exhibición, garantizando así su conservación. En la pinacoteca destaca un autorretrato de Rembrandt y  un cuadro de gran tamaño, "Júpiter y Tetis", de Ingres.






   En la antigua Capilla de los Penitentes Blancos, como extensión del Museo Granet, está expuesta la  Colección Jean Planque.  Este pintor, comerciante y coleccionista de arte suizo consiguió reunir sensacionales obras de arte. En el cuidado montaje de la sala se puede disfrutar de varias obras de Picasso, Van Gogh (Bouquet de fleurs),  Nicolas De Staël (Composition Maloir), Dubuffet (Téléphoniste), Roger de la Fresnaye (Le Pont de Meulan), Sonia Delaunay (Composition) y muchos otros reconocidos artistas.






   Algo más alejado del centro nos acercamos al Pavillon de Vendôme, construido en 1652  por Louis de Mercoeur, duque de Vendôme, para su amada Lucretia de Forbin. En el interior de la bella mansión hay retratos y mobiliario de la época. Ahora se utiliza para exposiciones de arte moderno. Allí vimos la muestra de cerámica de L'Atelier Buffile con sus grandes platos con motivos geométricos.












   El Hôtel de Caumont Centre d'Art es un precioso palacete que fue la residencia de los marqueses de Caumont. Hoy en día se ha convertido en un famoso espacio con museo y exposiciones.







   Las vistosas tiendas con  productos provenzales es otro de los atractivos de Aix. Lo más buscado por los turistas son los jabones, perfumes, hierbas aromáticas, vino y por supuesto lavanda.



   En cuanto a la gastronomía, los calissons es lo más típico. Son pequeños dulces de almendra que se elaboran en las bonitas pastelerías de la ciudad. También es muy popular la quiche de espinacas y champiñones que se puede tomar como parte del desayuno.



   La oferta de restaurantes es amplísima y casi todos cuentan con terraza  en el exterior. Entre los que probamos recomendaría “Le Bouche a Oreille”. Es un local sencillo con una atención amable,  una  cocina deliciosa y un precio asequible. Su pato confitado es de sobresaliente.

   Aix-en-Provence es un destino muy interesante para una escapada. Sus bellas calles,  los museos, sus atractivas tiendas, las  sencillas casas y los  barrocos palacetes, sus cafés y plazas nos harán disfrutar de este lugar  encantador.

                                                                                                                                     Inma



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