Paul Cezanne plasmó en sus obras otra forma de ver la realidad. Nació en Aix-En-Provence (1839-1906), su padre se opuso a sus aspiraciones artísticas por lo que abandonó sus estudios sobre leyes y se marchó a París para poder realizar su sueño.
La obra de Cezanne pasó casi
inadvertida durante gran parte de su
vida, poco después de su muerte fue cuando se le reconoció como “el padre de la
pintura moderna”. Mediante sus pinceladas cortas hizo del impresionismo algo
imperecedero, influyendo en casi todos los pintores del siglo XX.
Si visitamos Aix-En-Provence no se puede dejar de hacer el recorrido conocido como “Caminando tras los pasos de Cezanne”. Es una ruta de los lugares por los que el pintor empleó parte de su tiempo. Marcado el suelo con una “C” se pueden seguir sus huellas, que nos llevarán a la institución de caridad donde nació, a la iglesia donde fue bautizado, a su escuela y a varios domicilios familiares.
Pasaremos por los sitios donde
expuso sus pinturas, por al café que
frecuentaba con sus amigos, entre los que se encontraba el escritor francés Émile
Zola.
Llegaremos a la catedral de Saint-Sauveur donde se oficiaron sus funerales y finalmente al cementerio de Saint-Pierre donde está enterrado.
Como gran observador que era de
la naturaleza provenzal, el cercano macizo de la montaña Sainte-Victorie se
convirtió en uno de sus temas favoritos, representándola en más de 80 óleos y acuarelas.
La Bastide Du Jas de Bouffan, fue la casa de campo donde pintó muchas de sus creaciones. En esta propiedad construyó un estudio. Desde 1901 hasta su muerte trabajó en "Les Lauves". En L’Atelier de Cezanne se conserva el material de trabajo del pintor así como objetos cotidianos que también utilizaba para sus bodegones. La casa tiene dos plantas, en el piso superior montó una gran sala de 50 metros cuadrados para poder realizar cuadros de mayor tamaño. Los amplios ventanales le permitían disfrutar de la luz tan especial de La Provenza.
En 1969 el taller se convirtió en museo municipal y está gestionado por la Oficina de Turismo de Aix.
El jardín que rodea la casa le servía para descansar y como inspiración para sus cuadros. Entre los senderos y árboles es fácil imaginar al extraordinario pintor .
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