martes, 31 de julio de 2018

Le Château de Carcassonne



La ciudadela de Carcassonne es la fortaleza medieval más grande y mejor conservada de Europa y es por ello que, muy justamente, forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


El edificio más notable con el que cuenta la ciudadela es su castillo o château.
Aunque pasear por las calles de Carcassonne es completamente gratuito, para poder acceder al castillo hay que abonar 9 euros, lo que os permitirá recorrerlo en su práctica totalidad, subir y bajar por las murallas, adentrarse en algunas de las torres romanas defensivas, en la torre del homenaje, los patios y algunas salas con magníficas obras de arte. Nosotros tuvimos la suerte de no encontrar demasiado público en su interior. Se trata de una visita verdaderamente recomendable que conviene realizar.

El acceso al castillo se realiza a través del foso
Si atravesáis el foso y el puente levadizo entraréis de lleno en el mundo medieval. El patio más grande es el Patio de Honor y se encuentra rodeado por el palacio de los vizcondes de Carcassonne, la familia de los Trencavel, y la muralla galorromana del siglo IV de ladrillo y piedra, que en su parte norte está muy bien preservada. Los Trencavel fueron una de las dinastías más poderosas en la región del Midi en el s. XII y favorecían a los cátaros. En 1208 el Papa Inocencio III emprende una cruzada contra los herejes cátaros y Carcassonne es asediada, rindiéndose en 1209. Posteriormente el vizcondado se convirtió en un senescalado aumentando sus defensas hasta darle el aspecto con el que la conocemos en la actualidad.

Patio de Honor y torre del homenaje
No es difícil imaginarse cómo era la vida en el interior de la fortaleza. La visita nos lleva a recorrer los cadalsos de madera desde los que se defendía la fortaleza. Las vistas desde aquí son espectaculares. Continuamos el paseo por los caminos de ronda de la muralla norte hasta alcanzar la parte superior de la Puerta de Narbona, la puerta principal de acceso a Carcassonne. Desde este punto no queda más remedio que volver sobre nuestros pasos, no hay salida. La parte superior de las murallas y torres nos permiten apreciar perfectamente el pequeño tamaño de la ciudadela y la cantidad de turistas que la visitan. 

Teatro Deschamps rodeado por las murallas
El patio de Midi da acceso a la zona oeste de la muralla que conduce hacia la Puerta del Aude – el río que pasa por la ciudad– donde nos topamos con algunas de las torres mejor conservadas y podemos contemplar desde menor distancia la catedral románico-gótica y el teatro Deschamps, construido en 1908 por el actor y director Jean Deschamps, quien fundó el famoso Festival de la Cité que se celebra cada verano. Este recorrido permite observar muchas de las construcciones de Carcassonne desde las alturas y se puede descender cerca de la basílica de Saint-Nazaire, la catedral, de la que os hablé en otro artículo.

La Basílica de Saint-Nazaire desde la muralla
En el interior del castillo, la torre del homenaje conserva unos murales pintados (s. XII-XIII) que representan un combate entre cristianos y sarracenos. También alberga esculturas paleocristianas del siglo V (sarcófagos) y medievales como un impresionante retablo de alabastro del s. XV, procedente de la derruida iglesia de Saint-Sernin. Aquí también nos encontramos con la estatua original de la dama de Carcas que antaño recibía a los visitantes de Carcassonne delante de la puerta de Narbona, ya muy desgastada por las inclemencias del tiempo, que nos relata su historia.

Reproducción de la Dama Carcas en la Puerta de Narbona
Cuenta una leyenda medieval que cuando el emperador Carlomagno asediaba la ciudadela, el rey musulmán Ballak fallece y su esposa, llamada Dama Carcás, decide ayudar en la batalla. Tras 5 largos años de asedio los defensores de la ciudadela se encuentran en un estado deplorable - hambrientos y cansados. Es precisamente en ese momento cuando la dama Carcás traza un plan. Sola, al resguardo de las murallas, coloca varios muñecos de paja sobre los muros mientras dispara flechas contra los atacantes, haciendo creer que su ejército es aún numeroso. La reina coge el último cochinillo que queda en la ciudad y lo ceba con tanto trigo como para dar de comer a toda la población, lo lanza por encima de la muralla y, al caer al suelo, el puerco explota saliendo de su interior una enorme cantidad de cereales. 

Carlomagno, alertado por sus guardias se acerca a contemplar la escena y exclama: ¡Carcasona tenía tanto trigo que hasta los puercos se lo comían! Por lo que decide levantar el sitio y marcharse. Pero la dama Carcás hizo regresar al emperador tocando las trompetas de su ejército para que éste jurase fidelidad – “Carcas sonne” = Carcas suena –. Y de esta curiosa leyenda se dice que procede el actual nombre de la ciudad.

Rodear la ciudadela por las lizas es casi obligado
La segunda línea de murallas que rodea la ciudadela data del siglo XII y el espacio entre ambas, las lizas, permitía engañar al enemigo que quedaba expuesto a merced de los soldados de la ciudadela. El paseo entre las lizas entraña, hoy en día, muchos menos riesgos. El espacio fue allanado en el siglo XIII y, posteriormente, en el siglo XVII muchos habitantes de la ciudad levantaron aquí sus viviendas. Se derruyeron durante la restauración y en la actualidad se puede rodear la ciudadela en un paseo de media hora para comprender el alcance de la obra llevada a cabo, primero, en su construcción y, más tarde, durante su restauración.


Este recorrido por las murallas y el castillo de Carcassonne nos ha llevado apenas unas cuantas horas pero hemos podido contemplar su historia de 2.500 años por la que pasaron romanos, visigodos, sarracenos y francos.

Susana

3 comentarios :

  1. Pues sí que tuvisteis suerte, tengo entendido que Carcassonne siempre está llenísimo de turistas.
    No sabía el posible origen de su nombre, una curiosa leyenda con la dama Carcás como protagonista.
    Tiene que ser muy agradable el paseo por las lizas.
    Un lugar que impresiona por lo bien conservado que está y por su historia.

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  2. Un castillo impresionante al igual que toda la ciudad, es preciosa. Una belleza de lugar que pese a la gran cantidad de turistas, te traslada en el tiempo. Espectacular visita.

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  3. Carcassonne me parece espectacular desde la distancia parece sacada de un cuento de hadas. Interesante visita a esta ciudad medieval y a su castillo de visita obligada.

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