La Ribera del Duero es una tierra de grandes vinos, sin olvidar los muchos otros manjares que podemos encontrar por estos contornos como las exquisitas chacinas, entre las que destaca la riquísima morcilla de Burgos, o el delicioso lechazo churro asado en horno de leña. Sólo de pensarlo se me hace la boca agua. Por ello es frecuente que un par de veces al año nos acerquemos a esta zona rica en gastronomía, historia y paisajes para disfrutar de sus caldos y productos en un entorno magnífico.
Aranda de Duero es una ciudad burgalesa que aglutina todos estos aspectos que hemos enumerado; bodegas, platos tradicionales e historia con un mismo hilo conductor, el río Duero, que la atraviesa y otorga su nombre.
Plaza Mayor |
El Duero a su paso por Aranda |
En una esquina de la Plaza Mayor está el Ayuntamiento de la localidad y atravesando los soportales nos topamos con el puente sobre el Duero. Podéis dar un agradable paseo por el espolón.
Portada de la iglesia de Sta. María la Real |
Desde el quiosco de la plaza, por la calle de la Miel, se llega en un periquete a la imponente iglesia de Santa María la Real de Aranda (s. XV). Su fachada, un espléndido ejemplo del estilo gótico flamígero, os dejará sin respiración. Admirad el nivel de detalle con el que está labrada esta portada, orgullo de la ciudad. Su construcción se atribuye a Simón de Colonia aunque se cree que fue terminada por uno de sus hijos. Es una muestra de la pujanza económica de la ciudad en el siglo XVI. En ella se representan diferentes escenas de la vida de Cristo como la Natividad, la adoración de los Magos o el Calvario.
Como curiosidad comentaros que esta iglesia consta de cuatro naves, algo curioso para un templo cristiano que normalmente cuenta con un número impar. Se debe al empeño en mantener la nave donde se levantaba la torre románica del anterior templo.
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De paseo por las estrechas calles de la ciudad encontrareis otros ejemplos de arquitectura civil renacentista como el Palacio Berdugo en la Plaza del Rollo o el Puente Medieval que cruza el río Bañuelos casi en su desembocadura en el Duero.
Palacio Berdugo |
Además hay otros ejemplos de arquitectura religiosa como la iglesia gótica de San Juan de la Vera Cruz, donde se celebró en 1473 el Concilio de Aranda que sirvió para combatir la vida disoluta que llevaban algunos clérigos. Aquí ya no se celebra misa pero en una de sus capillas se encuentra un precioso retablo renacentista. Este templo fue utilizado como defensa de la ciudad y en la actualidad alberga el Museo de Arte Sacro de la Ribera. Junto con el templo de Santa María la Real expusieron durante el año 2014 la colección Las Edades del Hombre haciéndola coincidir con la conmemoración del V centenario de la finalización de la fachada isabelina de Santa María la Real en 1514.
Acceso a San Juan de la Vera Cruz |
Bajo las calles de Aranda de Duero existe otro mundo que, a simple vista, no puede apreciarse pero que tiene una gran importancia en el auge económico de esta ciudad. Se trata de sus bodegas subterráneas. En el centro CIAVIN, Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino, se pueden visitar antiguas bodegas de época medieval que se han conservado para la maduración del vino de la Ribera. Estas galerías forman un laberíntico entramado bajo el suelo del casco histórico. Muchas de ellas se siguen utilizando hoy en día.
Bodega subterránea Lagar de Isilla |
Fue precisamente sobre esta bodega, en el mesón El Lagar de Isilla, donde degustamos un menú típico de la cocina arandina compuesto por sopa castellana, ensalada de pimientos con ventresca de atún, chorizo y morcilla a la brasa y lechazo en horno de leña. Todo ello servido con la torta de aceite y el vino que no debe faltar por estas tierras. Tras la comida, bajamos a visitar su bodega medieval.
Muy cerca de Aranda de Duero, camino de Caleruega, podréis visitar un yacimiento arqueológico, la Villa Romana de Santa Cruz. Pertenece al municipio de Baños de Valdearados y muestra los restos de una mansión tardorromana de los siglos IV y V, una de las mejores conocidas de esa época. Sólo se puede acceder a una pequeña parte de lo que fue la villa - tres habitaciones - pero sus mosaicos son verdaderamente espectaculares. Sobresale el mosaico de Baco en la sala más destacada de la vivienda. Representa al dios del vino en las dos escenas centrales. En la superior rodeado por su séquito y en la inferior volviendo victorioso de la batalla sobre un carro. A su alrededor el maestro representó diferentes elementos importantes para los propietarios de la villa: escenas de caza, los vientos y bustos masculinos en las esquinas que podrían ser cazadores.
Mosaico de Baco |
Las otras dos habitaciones excavadas han sacado a la luz sendos mosaicos también de la primera mitad del siglo V. En el suelo del triclinio o comedor se presentan diversos motivos geométricos (rombos, octógonos, esvásticas...) y en la tercera habitación se ha hallado un mosaico figurado en forma de estrella de ocho puntas en cuyo centro se representa a la diosa Ceres o la diosa Fortuna rodeada de cuatro escenas de animales de las que se conservan dos (un jabalí y un corzo). Los bustos femeninos de las esquinas podrían representar a las cuatro estaciones y el borde está decorado con cráteras, hojas de hiedra y otros motivos típicos.
Bajo el pavimento se han encontrado los restos del hipocaustum, el sistema de calefacción romano o gloria pero sólo en el ala norte. En la parte sur de la villa se utilizaba como estufa un brasero de bronce recuperado en la excavación y que hoy se expone en el Museo de Burgos. Los trabajos en el yacimiento también han revelado un complejo sistema de canalización y evacuación de aguas gracias al pozo y los aljibes situados en los aledaños de la villa.
Susana
Tienes razón, Aranda de Duero es un destino para ir de vez en cuando, para repetir
ResponderEliminarMe parece magnífica la portada de Santa María.
En cuanto a los restaurantes, creo que uno de los mejores es el "Lagar de Isilla", todo está buenísimo y delicioso su lechazo. Hemos ido varias veces y casi siempre comemos en el “Lagar”, también nos gusta el “Asador Casa Rafael Corrales”
Otra de las bodegas subterráneas que está muy bien es "Don Carlos" hicimos una cata y es un buen lugar para comprar alguna botella por la variedad que tienen.
Aprovechando el viaje, es muy buena opción tu propuesta, la visita a este yacimiento arqueológico, tiene unos mosaicos preciosos.
Mira que he pasado veces por Aranda de Duero y no me ha dado nunca por visitarlo. Me ha parecido un buen sitio para conocer, envuelto de riquezas arquitectónicas y buen lugar para disfrutar de sus excelentes vinos y su gastronomía típica.
ResponderEliminarTambién me ha gustado mucho la riqueza arqueológica de la Villa Romana de Santa Cruz.
Interesante propuesta para tener en cuenta en esta localidad preciosa para los amantes de la historia y del arte. Donde hay buenos sitios donde comer y tomarse un buen vino.
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