lunes, 30 de noviembre de 2015

El Palacio de Pimentel, Valladolid

Recorriendo el casco histórico de Valladolid, nos vamos a encontrar con este edificio que, aunque su apariencia externa no sea espectacular, se trata de un bello ejemplo de la arquitectura palaciega que podemos admirar en esta ciudad. Quizás el elemento arquitectónico más singular de su sencilla fachada sea, sin duda, la bella ventana de estilo plateresco que se abre en la esquina.

Palacio de Pimentel


La construcción de este palacio fue ordenada por el Marqués de Astorga, pasando posteriormente a ser propiedad de Don Bernardino Pimentel. El mismo Carlos I, tuvo gran amistad personal con el propietario y lo ocupó en varias ocasiones cuando asistía a las Cortes celebradas en la ciudad.

Ventana plateresca decorada con el emblema de los Pimentel

Sus muros vieron nacer al Príncipe Don Felipe que reinaría con el título de Felipe II. Cuenta una tradición local que encontrándose en la ciudad la emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos I, dio a luz un 21 de mayo de 1527 al príncipe heredero. Quince días después de su nacimiento fue el día elegido por el rey para el bautizo. Los reyes querían que fuese la cercana iglesia de San Pablo el templo en el que celebrasen las ceremonias aunque, según la tradición, si el recién nacido salía por la puerta debería ser bautizado en otra parroquia diferente.

El Palacio junto a la Iglesia de San Pablo  


No se sabe bien a quien se le ocurrió la idea de construir un pasadizo de madera elevado entre el palacio y la iglesia de San Pablo, para que la familia real pasase por él sin salir por la puerta, ni pisar la calle. Para ello fue preciso romper las rejas de una de las ventanas. Aunque no se sabe con certeza cuál pudo ser por la que fue sacado Felipe II, dicen que una cadena enrollada en una de las rejas da testimonio del aquel suceso.

Puerta del zaguán que da acceso al patio 

Actualmente el palacio de Pimentel es sede de la Diputación Provincial de Valladolid y sólo se puede visitar en horario de mañana. En su interior podréis ver el amplio zaguán y el bello patio porticado con su pozo en el centro, además de distintas estancias que cumplen la función de sala de exposiciones temporales donde se exponen obras de artistas locales y de la región.

 Patio porticado


En el zaguán una colección de azulejos de Talavera nos ilustra con algunos pasajes históricos de los momentos más destacados que tuvieron lugar en la ciudad, entre los que se encontraréis el propio bautizo de Felipe II.

  Alguno de los azulejos expuestos en el zaguán 



                                                                                                                                                            Loli

4 comentarios :

  1. Curioso lo de construir el pasadizo elevado para poder bautizar al Príncipe en la iglesia de San Pablo.
    Muy bonito el patio porticado del Palacio y la ventana en esquina de la fachada.

    ResponderEliminar
  2. Es un palacio precioso y cargado de historia. Además está muy bien situado y me parece genial que se utilice hoy en día como edificio para la administración. Su exterior me ha recordado en ciertos aspectos a los palacios extremeños construidos por los indianos a su regreso de América. Sin duda, una excelente propuesta a incluir en la visita a la ciudad de Valladolid.

    ResponderEliminar
  3. Un lugar entrañable junto a la Iglesia de San Pablo y en una de las plazas más emblemáticas de Valladolid donde se encuentran uno de los conjuntos más monumentales de la ciudad. El palacio es un austero edificio del que destaca tan solo la ventana esquinada que da cierta prestancia a su fachada, aunque no hay que olvidar que es un emplazamiento histórico y lugar de nacimiento de Felipe II.

    ResponderEliminar
  4. No tenía ni idea que en este palacio hubiera nacido Felipe I. Veo que Valladolid ofrece mucho al visitante, a nivel histórico y monumental. Otro razón para visitar Pucela, cada vez me está apeteciendo más visitarla. Buen trabajo Loli.

    ResponderEliminar

"