Este excepcional paraje natural enclavado entre las provincias de Soria y Burgos fue declarado Parque Natural en 1985. Se trata de un profundo cañón excavado en la roca caliza por el río Lobos de unos 25 kms. de longitud que ha dejado un paisaje lleno de cuevas, pozas y sumideros muy rico en fauna y flora.
Inicio de la ruta |
En el cañón |
Nuestra ruta comenzó en la localidad de Casarejos. Tras atravesar una pista, dejamos el coche y continuamos a pie. Aquí apenas se percibe el cañón, sino todo lo contrario, una amplia explanada de verdes pastos tapizaba el suelo y el río discurría silencioso y tranquilo a nuestros pies. Se puede cruzar al otro lado sin mayor problema. En pleno mes de febrero una ligera neblina cubría el valle y le daba un carácter misterioso al conjunto.
Poco a poco nos fuimos adentrando en el cañón, las paredes se iban elevando y dejamos de ver gente hasta encontrarnos prácticamente solos. En este punto el sendero se estrecha y en algunos tramos casi se pierde engullido por las aguas del río, tuvimos que vadear la corriente y escalar por las rocas ya que la escalera de madera construida a tal efecto se encontraba en mal estado. En ocasiones el río desaparecía por lo que teníamos la sensación de encontrarnos perdidos en el bosque para luego reaparecer más adelante.
Puente de troncos |
Los buitres planeaban sobre nuestras cabezas, quizás porque les molestamos al pasar al lado de los restos de una vaca de la que apenas quedaba el esqueleto interrumpiendo su festín.
Nos asombramos al ver las extrañas y caprichosas formas que el río ha dado a las rocas que lo rodean y tras atravesar un pequeño puente de madera nos topamos con la enorme entrada a una cueva y con la Ermita de San Bartolomé, de estilo románico cisterciense del siglo XIII entre farallones de casi 200 metros de altura. Es la zona más bella del cañón y está rodeada de numerosas leyendas, muchas de ellas referidas a los Templarios. Pero lo más curioso es su ubicación; unos dicen que se encuentra equidistante de los cabos de Creus y Finisterre, otros que se encuentra orientada a la constelación de Sagitario, otros, que la noche de San Juan un rayo de luna ilumina una losa con un extraño símbolo. Con leyenda o sin ella al lugar acuden multitud de curiosos y devotos.
Yo, personalmente, me quedo con la vista de la ermita desde la cercana cueva en la que se cree que se celebraban rituales y sacrificios. Para mí, es la mejor.
Continuando el sendero, se atraviesa un pinar y salimos a la carretera donde se encuentra el Centro de Interpretación. Allí descubrimos que la mayor parte de los visitantes realiza la senda a la inversa.
En este punto llevábamos ya unas 2,5 horas de camino unos 10 kms. y el cansancio se apoderaba de nosotros por lo que decidimos continuar para alcanzar el pueblo de Ucero y regresar en taxi pues resultaba imposible desandar nuestros pasos sin que se nos echara la noche encima.
Una ruta que nos gustaría volver a realizar ya que como habéis podido comprobar las fotos tienen ya unos 12 años. Soria tiene muchos atractivos. Ese mismo fin de semana además del Cañón del Río Lobos visitamos Calatañazor, Soria, El Burgo de Osma y Medinaceli.
Susana
Se ve precioso el paraje e interesante el recorrido. Es un sitio que no conozco aun y ya son varios los que me lo han recomendado visitar. Ahora que si hay que escalar, va a ser que me quede a mitad de recorrido, pero creo que aun así habría merecido la pena.
ResponderEliminarGracias por compartir el paseo.
Sin duda es uno de los parajes más bellos y conocidos de la provincia de Soria. Recuerdo que realice esta ruta a la inversa que vosotros, entrando por el pueblo de Ucero. Deje el coche en una explanada y caminamos un kilómetro, más o menos, por un cómodo sendero hasta la ermita templaria y la cueva. La mayoría de gente suele quedarse aquí pero yo te recomendaría seguir un poco mas adelante donde el río se estaca envuelto en vegetación con abundantes nenúfares y juncos.
ResponderEliminarUn sitio espectacular para disfrutar de la naturaleza. A mi me gustó mucho la zona donde se encuentra la Ermita de San Bartolomé y la cueva. Un lugar cargado de historias y leyendas donde el tiempo se detiene por completo.
ResponderEliminarLo que te comentaba antes…si pensáis repetir esta ruta, lo podemos hacer en grupo.
ResponderEliminarLas leyendas sobre la cueva frente a la ermita creo que todas podrían ser posibles, me quedo con la de los Templarios, me parece un buen refugio y un lugar adecuado.
Efectivamente, la provincia de Soria tiene muchos atractivos, entre los que citas me encanta Medinaceli.
Muy ameno tu artículo, Susana.
Fue toda una experiencia la realización de esta ruta, en principio iba a ser un paseo, pero por su belleza y encanto que nos envolvió la realizamos, aunque problemas logísticos casi nos supone un problema. La hicimos en invierno y resultó preciosa imagino que en primavera o ahora en otoño tiene que ser espectacular, es de esos sitios que habrá que repetir. Gran artículo Susana, recordar aquella ruta es un auténtico placer, tenemos que volver más pronto que tarde.
ResponderEliminarGracias por compartir, estas bonitas imagenes.Un aludo.
ResponderEliminarMuy bonito , el relato y las fotografías. Un saludo.
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