Santillana del Mar está reconocido como uno de los pueblos más bonitos de España. Fue un núcleo importante durante la Edad Media, desarrollándose la villa en torno a la Colegiata de Santa Juliana.
Con una decoración tradicional, el Parador tiene arcos de piedra, suelos de madera y altos techos con vigas.
La habitación y el baño son muy amplios con grandes ventanas con vistas a los jardines.
Desde él se puede fácilmente recorrer andando todo el pueblo, y comenzaremos por lo más llamativo, la Colegiata de Santa Juliana.
Este templo románico se levantó en el siglo XII sobre una
antigua ermita. Tiene una preciosa
fachada, y en su interior guarda el sepulcro de Santa Juliana además de una
gran pila bautismal y un retablo mayor gótico.
Su maravilloso claustro cuenta con unos excelentes capiteles decorados con hojas, animales fantásticos y figuras humanas.
Paseando por Santillana y sus calles empedradas, veremos muchas casas blasonadas, palacios y pequeñas viviendas típicas con balcones de madera.
La Torre de Don Borja, de origen medieval, es en la actualidad la sede la la Fundación Santillana.
En la Torre del Merino estaba instalado el representante del rey, al ser Santillana la jurisdicción más grande de Cantabria durante la Edad Media.
Llaman la atención entre los palacetes el Palacio renacentista de los Velarde con sus pináculos, y el Palacio de Peredo Barreda de origen indiano.
La Casa de la Archiduquesa Margarita de Austria acoge el Museo del Barquillero.
Delante de la estatua al Bisonte de Altamira, las Casas del Águila y la Parra, exhiben un centro cultural de exposiciones.
En el Convento de San Ildefonso ingresaban algunas de las jóvenes de los grandes linajes de la región. Hoy en día en su obrador preparan deliciosos dulces.
De los restaurantes que probamos y recomendaría, además del propio Parador, están el “Gran Duque” y el “Pasaje de los Nobles”
Es imprescindible la visita al Museo de Altamira instalado junto a la cueva original. Con multitud de objetos, en sus salas se recrea la vida de los cazadores recolectores que durante el Paleolítico Superior habitaron Europa.
La Neocueva es una réplica exacta de las primitivas cuevas, que fueron decoradas con dibujos de los animales que veían utilizando pigmentos rojos y negros. Los grabados realizados en sus paredes y techo son un ejemplo único del arte rupestre.
Si tenemos tiempo hay cerca un lugar con mucha magia, la Playa de Santa Justa. Es una pequeña cala con una ermita enclava en la roca y los restos de la Torre de San Telmo, realmente espectacular.
El Parador es el lugar perfecto para alojarse y desde él recorrer todos los rincones encantadores e interesantes de Santillana del Mar.
Inma
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