martes, 12 de febrero de 2019

Brihuega con otros ojos

Últimamente me ha dado por recorrer lugares en los que ya he estado previamente. Pudiera ser nostalgia por revivir bonitos recuerdos de tiempos pasados, o un síntoma de que me estoy haciendo mayor, o las dos cosas. Sea como fuere me he reencontrado con Brihuega después de muchos años y esta segunda visita me ha resultado muy gratificante y sorprendente. 

Paseando por las calles de la villa
La recordaba como una bonita localidad alcarreña con un hermoso conjunto histórico-artístico y monumentos como la Plaza de Toros, su histórico cementerio o los maravillosos jardines de la Real Fábrica de Paños. También, cómo no, por su deliciosa gastronomía compuesta por manjares como las migas o el cochinillo. En la actualidad Brihuega os resultará conocida por sus bellos campos de lavanda, otro atractivo más para los que aún no os habéis animado a visitarla.

Puerta de la Guía, un coqueto rincón briocense
Sin embargo ahora, que he dispuesto de más tiempo, la he visto con otros ojos. He podido admirar su recientemente restaurado Castillo de la Piedra Bermeja, las Cuevas Árabes, los restos de la muralla también árabe o la románica iglesia de San Felipe, entre otros, y me ha parecido que quizás había dejado pasar por alto muchos de sus encantos en esa primera ocasión.

Puerta de la Cadena
Entramos al recinto amurallado por la Puerta de la Cadena y, tras deambular por algunas de las calles que apenas recordaba, llegamos a la Plaza de Herradores, donde realizamos la primera parada en nuestro periplo para ver la Fuente de los Doce Caños y el Lavadero Municipal (s. XIX), formado por tres pilones de piedra. La villa es rica en fuentes y manantiales subterráneos y las encontraréis repartidas por todo el pueblo. En estas calles se muestran varios ejemplos de arquitectura popular alcarreña con casas de amplios aleros y balcones que serpentean en el irregular trazado de las vías.

Una de las múltiples fuentes de la villa, la Fuente de los Doce Caños
Mas adelante alcanzaréis el centro de la villa. La Plaza del Coso es la típica plaza alcarreña donde nos topamos con la Real Cárcel de Carlos III (s. XVIII), ahora oficina de turismo. Esta cárcel reemplaza a otra anterior que fue levantada por orden de Felipe II y ha desempeñado varias funciones a lo largo de los años - escuela, biblioteca, academia de música -. Aquí nos detenemos brevemente a refrescarnos en las Fuentes del Coso. En la plaza se dispone también el mercado semanal al que acuden los lugareños para abastecerse de productos de la zona.

Fuentes del Coso

Cuevas Árabes

Arcos visigodos tallados en las cuevas
En la esquina diagonalmente opuesta a la oficina de turismo se encuentran las antiguas Cuevas Árabes de los siglos X-XI. Se han conservado como bodegas para almacenar vino y otros víveres y debéis pedir al carnicero de al lado que os las muestre. Están perfectamente acondicionadas para poder realizar el recorrido sin problema y resulta curioso caminar entre tanto recoveco. En principio esta laberíntica red de pasadizos se extendía durante kilómetros (hasta 8) por debajo del pueblo y servía de refugio contra ataques enemigos. Os llevará unos treinta minutos recorrer los 700 metros de galerías visitables donde lo mejor, como casi siempre, se encuentra al final del recorrido. Se trata de un conjunto de arcos visigodos que únicamente podréis contemplar aquí, bajo el suelo de la plaza de Brihuega. Merece la pena pagar dos euros por la visita y admirar una pequeña parte de los túneles que construyeron los visigodos.

Castillo de la Piedra Bermeja
A continuación nos dirigimos a la parte alta de Brihuega donde se localizan los monumentos más característicos de la villa. Traspasamos la Puerta de la Guía y admiramos ya el conjunto formado por el Castillo, la iglesia de Sta. María de la Peña y el Convento de San José. Al fondo tenemos una impresionante panorámica de la Alcarria Alta desde el mirador.

Panorama desde el cementerio
El Castillo de la Piedra Bermeja (s. XI-XIII) ha sido muy bien restaurado. Fue construido por los árabes y posteriormente ocupado por los cristianos que lo transformaron en palacio. La sala noble y la capilla de estilo gótico cisterciense con decoración mudéjar que encontraréis en su interior no os defraudarán.

Capilla gótico-mudéjar del castillo
Dentro del recinto del castillo hallaréis el cementerio, la construcción más antigua de la villa. Se cree que fue construido entre los siglos IX y X, en época califal aunque sus más antiguos moradores son del siglo XIX puesto que durante la Guerra de la Independencia fue incendiado y destruido. En mi anterior visita había un guarda muy amable que te guiaba entre las tumbas y te explicaba un poco la historia de este lugar. Me apenó descubrir durante la visita al castillo que había fallecido recientemente. Recomiendo sobre todo visitar la parte alta, adosada al Palacio, pues alberga varias capillas funerarias de origen medieval donde están enterradas algunas personalidades briocenses de los últimos dos siglos como Justo Hernández Pareja, que se hizo cargo de la Real Fabrica de Paños y construyó los hermosos jardines románticos. La capilla central está repleta de lápidas, las más antiguas que se conservan en el camposanto.

Cementerio antiguo de Brihuega

Iglesia de Santa María de la Peña
Nos fijamos ahora en el templo de Sta. María de la Peña, edificado en el siglo XIII. De estilo cisterciense alberga en su interior una venerada talla románica de su patrona. En el lado opuesto se halla el Convento de San José de 1619, actual Museo de Miniaturas del Profesor Max con su interesante colección. Fue fundado por monjes franciscanos de San Pedro de Alcántara y, con la desamortización de Mendizábal, fue utilizado como hospital, cárcel y escuela.

Plaza de Toros
Regresamos al recinto amurallado dejando a un lado el coso taurino, que sólo abre durante los festejos y actos culturales para pasar por el Arco de Cozagón, otra de las entradas a la villa, en nuestro camino hacia la muralla de la que se conservan importantes vestigios. Es de origen árabe y fue finalizada en el siglo XII.

Restos de la Muralla Árabe
En mi primera visita a la villa no dejé de admirar la belleza de los jardines románticos y las vistas que desde allí se obtienen pero, en esta ocasión opté por descubrir la iglesia de San Felipe, un buen ejemplo de transición del románico al gótico del siglo XIII. Es un magnífico templo de líneas elegantes y sobrias que puso la guinda al recorrido. Por supuesto soy consciente de que me dejo en el tintero otros monumentos pero estas fueron mis impresiones durante mi segunda visita a la villa de Brihuega.

Interior de San Felipe
Iglesia de San Felipe (s. XIII)




















Susana

3 comentarios :

  1. He visitado varias veces Brihuega, es un buen lugar para pasar el día. Me gusta mucho el Castillo de la Piedra Bermeja. Según la leyenda una hermosa joven llamó la atención de uno de los guardianes del castillo, a pesar de su insistencia la joven se negó a estos amoríos, y el despechado la mató con su espada. La roca sobre la que perdió la vida la doncella se tiñó de rojo con su sangre.
    Y según otra leyenda, la princesa Elima, hija del rey Al-Mamún, estando alojada en el castillo, un día paseando se le apareció la Virgen con su hijo en brazos. Encontraron una imagen en una gruta y construyeron en su honor la Iglesia de Santa María de la Peña.

    Brihuega es un destino que se ha puesto de moda por sus preciosos campos de lavanda. En la época de sus flores es todo un espectáculo, y se organizan muchas actividades alrededor de este tema., incluidos conciertos al aire libre entre las planta en floración, el aroma que te envuelve es una delicia.

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  2. Nos gustó mucho Brihuega, es pequeño pero mucho que ofrecer al visitante, disfrutamos paseando por sus calles fue un día muy agradable.

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  3. Precioso pueblo donde se puede disfrutar de sus calles y plazuelas sin agobio. Me gustó mucho el castillo y el recorrido por las cuevas bajo la plaza, además tiene que ser muy apetecible hacer un paseo por los campos de lavanda.

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