martes, 11 de septiembre de 2018

Briksdal, el brazo más famoso del Glaciar Jostedal



Muchas veces resulta difícil decir qué parte es la que más te gustó de un viaje porque, al menos en mi caso, siempre acabo encontrando algo que hace que ese nuevo lugar sea mejor que el anterior. Un nuevo día comenzaba y, después del impresionante despertar junto al fiordo del Norte, nos dirigimos a una de las visitas naturales más sobrecogedoras de Noruega; El Briksdalsbreen.




La ruta desde el hotel resulta corta y el recorrido es de lo más interesante. Hoy es un día para pasear y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor. Durante el trayecto hacia el Valle de Briksdal nos encontramos aldeas y pequeñas granjas con encantadoras casas de madera y fachadas de llamativos colores además de innumerables cascadas procedentes del deshielo que inundan el paisaje.





Llegamos a un aparcamiento donde termina la carretera asfaltada y donde se encuentra una cafetería y una tienda de recuerdos. A partir de este punto, comienza la ruta hacia la lengua glaciar del Briksdal y donde tenemos dos opciones: subir andando por una pista de tierra o bien coger uno de los pequeños vehículos eléctricos que nos dejarán en un estacionamiento desde donde hay que recorrer andando unos 500 metros para llegar al glaciar.



Mi consejo, si tienes una buena forma física, es preferiblemente subir dando un paseo por el camino y disfrutar del increíble paisaje que nos rodea. Llegar al glaciar es fácil y bastante accesible, la ruta no tiene pérdida pues está perfectamente señalizada y, además de los vehículos eléctricos, suele haber bastante gente andando por el camino. Hace tiempo se podía subir al glaciar en carruajes tirados por caballos pero ahora han sido reemplazados por los llamados coches trolls en los que pueden ir sentadas 6 personas más el conductor.





La ruta asciende y serpentea rodeada por montañas, cascadas y extensos bosques. Un agradable recorrido que te lleva hasta el glaciar siguiendo el curso de un río originado por el mismo. Tras la pequeña caminata, una hora aproximadamente, estaremos ante la gran masa de hielo.





El Briksdal es uno de los "brazos" también llamados "lenguas" del glaciar Jostedal y uno de los sitios más populares de Noruega. Debido al calentamiento global su tamaño cambia constantemente y en los últimos años ha retrocedido bastante por lo que nunca volverá a verse igual dos veces. Todo un espectáculo natural que no debe perderse.





El sendero termina en un pequeño lago de color verde esmeralda llamado Briksdalsbrevatnet donde los excursionistas vagan por sus alrededores para conseguir las mejores vistas y acercarse al glaciar.
Es un lugar fascinante y la visión es realmente increíble, un lugar donde sentarse y relajarse con la belleza del entorno.



                                                                                                                                                            Loli

3 comentarios :

  1. Una excursión perfecta, lo tiene todo, cascadas, bosques, senderos con puentes, lago y un glaciar, me encantan este tipo de entornos naturales.
    Bonitas fotos, chulísima la del coche troll atravesando el puente sobre el río.

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  2. La visita a este glaciar es de lo más impresionante y se puede subir andando perfectamente. Particularmente no recomiendo los trolls porque durante el recorrido se disfruta mucho y se pueden hacer unas fotos fantásticas del entorno, montado en estos vehículos, no te van a parar para que te bajes hasta tu destino. Además el camino está muy bien preparado y la caminata merece la pena.

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  3. Un reportaje con unas imágenes espectaculares e impactantes, Loli. Sin duda, es una excursión que merece la pena realizar. Me ha encantado el pequeño lago de aguas cristalinas. Noruega es un país que cuenta con una bella riqueza paisajística y grandes recursos naturales al alcance de la mano. Sin embargo, conviene que los preservemos por el bien del planeta.

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