Quién no habrá soñado alguna vez con viajar a Noruega y ver uno de los lugares más visitados de este país, el famoso Preikestolen. Una maravilla natural que se erige a más de 600 metros de altura, dominando el Fiordo de Lyse. Un paisaje único y uno de los miradores naturales más impresionantes del mundo que sorprende por su grandiosidad y belleza.
Teníamos programada esta actividad desde Stavanger y nos ocuparía casi toda la jornada. La mañana se presenta despejada y el pronóstico del tiempo parece bueno: sol y algo de nubes aunque, como pude comprobar sobre todo en mis primeros días en Noruega, la climatología es un factor muy a tener en cuenta. El tiempo es muy cambiante. La lluvia puede llegar a ser compañera inseparable durante una buena parte del viaje y, según avanza la jornada, salir un sol radiante o amanecer con un sol espléndido y, al poco tiempo, oscurecerse el cielo y comenzar a llover a cántaros.
El Preikestolen (el Púlpito) se encuentra en la región de Stavanger y desde esta ciudad se debe coger un ferry hasta la localidad de Tau, para continuar por carretera hasta Preikestolhytta donde se encuentra un parking y comienza el camino de subida. Nuestro guía nos advierte que la subida hasta el púlpito dependerá del estado físico de cada uno y que se necesita llevar un buen calzado, agua, algo de comida, así como ropa adecuada para las posibles lluvias además hay que andar con muchísimo cuidado e incluso, caminar sobre piedras superando grandes desniveles.
Serán dos horas aproximadamente de subida y otras tantas de bajada, lo que se tarda en recorrer los 3.800 metros que nos separan del púlpito, aunque esto dependerá del ritmo de cada uno. Además también habrá que tener en cuenta el tiempo para sentarse tranquilamente y disfrutar de esta maravilla de la naturaleza. Durante el ascenso es imposible perderse, está indicado por todo tipo de señales e indicaciones además encontraremos gran cantidad de gente subiendo o bajando por el camino.
Nada más empezar, la ruta ya tiene un empinado sendero con una fuerte pendiente que se irá alternando con tramos llanos, pasarelas de madera y subidas con escaleras rocosas donde sufren bastante las rodillas.
Esta ruta está considerada con dificultad media-baja, así que no temáis, pues aunque puede parecer dura, que bajo mi punto de vista lo es un poco, la recorren al día cientos de personas de toda variedad. Se puede ver a familias con niños, personas mayores, señoras con sus bolsos al hombro y con zapatillas de deporte e incluso, personas ataviadas como si fuesen a escalar el Monte Everest.
Desgraciadamente el tiempo va empeorando y durante el trayecto hace acto de presencia la niebla y algo de lluvia. Si al llegar al Púlpito la visibilidad es reducida, ten paciencia porque es posible que abra el día, otra advertencia de nuestro guía. En Noruega el tiempo cambia notablemente, sobre todo en la montaña y no resulta difícil encontrar las cuatro estaciones del año en un mismo día.
El Preikestolen (el Púlpito) aparece ante nuestras retinas y te das cuenta cómo la gente con tal de conseguir la mejor foto hace auténticas barbaridades. Se me pusieron los pelos de punta cuando vi sentarse, balancearse e incluso hacer equilibrios sobre el mismísimo borde.
Llegar hasta aquí merece la pena y es una experiencia que recomiendo vivir una vez en la vida. A pesar del esfuerzo y las agujetas que tuve durante unos días, la visita al Preikestolen (el Púlpito) me dio energía suficiente para seguir conociendo este país y disfrutar de nuestro siguiente destino, Bergen, la puerta de entrada a los fiordos y una de las ciudades más bellas de Noruega.
Es uno de los lugares más conocidos y visitados en Noruega, desde luego no me extraña porque es un espectáculo de paisaje.
ResponderEliminarParece un poco dura la subida por la pendiente y las escaleras del camino hasta allí, aunque está claro que merece la pena, y mucho, llegar al "Púlpito"
Un impresionante lugar de visita obligada aunque la caminata resulta intensa con tramos complicados, la experiencia es increíble. La recompensa unas vistas espectaculares del vertiginoso abismo, peligrosamente atractivas.
ResponderEliminarMe parece una buena caminata con una merecida recompensa al llegar al impresionante mirador. Aunque he de admitir que es de vértigo y no apto para todo el mundo. Por otra parte, es cada vez más habitual que lugares así de espectaculares estén frecuentados por tantos turistas que quieren disfrutar de la maravillosa naturaleza de este paraje noruego. Una bonita ruta.
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