El interior de la Montaña Palentina está repleto de sendas y rincones poco transitados y desconocidos para la mayoría de los turistas. Uno de los mejores "paseos" es la conocida como Ruta de los Pantanos que parte de Cervera de Pisuerga y recorre unos 55 kms. por la carretera P-210 hasta alcanzar la localidad de Velilla del Río Carrión. A su paso podréis disfrutar de la naturaleza con bosques de robles y hayas salpicados de pintorescos pueblecitos y enormes pantanos, como los de Ruesga, Requejada, Camporredondo y Compuerto.
«Mapa Ruta de los Pantanos» de Goldorak |
En Cervera tomamos la carretera P-210 que pasa por la puerta del Parador de Fuentes Carrionas, donde es recomendable detenerse y entrar para deleitarse con las impresionantes vistas de la montaña palentina que se contemplan desde su terraza mirador. A los pies de este establecimiento se encuentra el pantano de Ruesga, uno de mis favoritos, apto para el baño tomando ciertas precauciones, claro está. Este embalse lo forma el río Rivera en su camino hacia el Pisuerga. El acceso está bien señalizado y consta de aparcamiento, zona de acampada y playa, todo ello rodeado de un paisaje de una belleza espectacular con altas montañas como el Curavacas (2.520 m), el Espigüete (2.450 m) o Valdecebollas (2.144 m), ya en el límite con Cantabria. El cercano pueblo de Ruesga se sitúa detrás del pico Almonga y ofrece al turista varios alojamientos rurales. En sus bares y restaurantes se puede tomar uno de sus platos típicos, la cecina de vaca.
Vistas del Espigüete y el Curavacas desde la terraza del Parador |
Existen numerosos senderos en los alrededores del pantano de Ruesga que se adentran en el bosque, ideales para pasar una jornada de baño y relax en la montaña. A la entrada del pantano además se pueden alquilar kayaks para practicar este deporte en las limpias aguas del embalse.
Pantano de Ruesga |
De vuelta al Parador se puede tomar el desvío hacia la pedanía de Arbejal para encontrar el segundo embalse, el de Requejada, que retiene las aguas del río Pisuerga, embravecidas ya desde su nacimiento unos pocos kilómetros más arriba en la Cueva del Cobre. Su entorno posee gran biodiversidad y está protegido.
Volvemos de nuevo a la carretera P-210 donde hacia la mitad del camino descubrimos un mirador en el que detenernos al pie de la carretera para estirar las piernas y empaparnos del paisaje tan inmenso que nos rodea. Ya hemos ascendido muchos metros pero aún nos queda descender hacia la localidad de Triollo por donde pasa el río Carrión en su camino hacia el embalse de Camporredondo. En esta ocasión el pantano se encuentra vacío para acometer algunas tareas de mantenimiento y reparación del muro ya que es uno de los más antiguos de Palencia, enorme y profundo. Fue inaugurado en el año 1930 por Alfonso XIII.
En otra ocasión, hace ya algunos años, nos desviamos de la carretera P-210 hacia la pedanía de Vidrieros para buscar la senda que asciende al pico Curavacas. Finalmente no realizamos la ruta pues son 9 kilómetros y tiene un desnivel de 1400 metros. Es una ruta para montañeros experimentados, con cierta exigencia física, no apta para todos los públicos.
Seguimos por la ruta de los pantanos para bordear el embalse de Camporredondo donde observamos pacer al ganado en las praderas mientras el camino nos lleva a Alba de los Cardaños. Más adelante, en el km. 33, poco antes de entrar en Cardaño de Abajo, encontramos el desvío por el que se accede a la senda de la cascada de Mazobre, nuestro destino del día. Ya se divisan las agujas de Cardaño de Arriba cuando nos topamos con un aparcamiento desde donde parte la senda de Mazobre.
Valle de Cardaño |
Cartel de información de la ruta |
La senda de Mazobre es una ruta corta, de unos 6 kms. ida y vuelta, que remonta el arroyo de Mazobre hasta alcanzar la cascada por la que se precipitan sus aguas y que es visible durante prácticamente todo el año. La única dificultad que presenta el camino es su desnivel de 250 metros a salvar en apenas 3 kms. Nada más comenzar a caminar nos damos cuenta de que el arroyo que debía discurrir a nuestra derecha apenas se ve ya que en ciertas temporadas su cauce desaparece bajo las rocas para aflorar algunos kilómetros más abajo en el Arroyo de las Lamas.
Primeros metros de la senda |
La senda es empinada y está repleta de rocas puntiagudas que dificultan la ascensión pero por lo demás se disfruta del aire puro y de unas bonitas vistas del Espigüete desde su misma base que, de otro modo no podríamos contemplar. Poco a poco vamos cogiendo ritmo de ascenso y vemos cómo va cambiando el paisaje que nos rodea. El día había amanecido despejado sin embargo, conforme nos hemos ido adentrando en el Macizo de Fuentes Carrionas, las nubes y el viento han aparecido para refrescar un poco el asfixiante día estival.
Explanada |
Los brezos y las escobas están en su máximo esplendor y rodean la senda. Nos detenemos a reponer fuerzas en un claro dejando atrás el desvío que lleva al refugio de la montaña. Parece un anfiteatro natural con el collado del Cerro a la derecha y el Espigüete a nuestra izquierda. Las vacas pastan en el prado justo al otro lado de la corriente. Llevamos algo más de una hora de subida y parece que todavía nos falta un trecho hasta la cascada. Al menos sabemos que lleva agua ya que hemos preguntando a unos caminantes que regresaban.
La cascada de Mazobre desde la senda |
Seguimos adentrándonos en la garganta que ha formado el arroyo mientras los matorrales van desapareciendo para dejar paso a las rocas. Al final de la senda ya se vislumbra el salto de agua. Tenemos muchas ganas de llegar. Dejamos atrás unos escalones que facilitan algo el acceso y una pasarela de madera y sólo nos queda salvar el desnivel entre las rocas cuando por fin, voilà; la cascada de Mazobre. Lleva bastante agua a pesar de que estamos a primeros de agosto. La senda termina justo aquí.
Caída de agua |
Son unos 10 metros de caída en una poza de aguas cristalinas y, ¡¡¡el agua está terriblemente fría!!! Claro, proviene de unos 2.000 metros de altitud. Como teníamos intención de hacer esta excursión fuimos bien pertrechados con embutido y pan para tomar unos bocadillos allí mismo en la cascada mientras el viento nos salpicaba la cara de agua. ¡No hay nada más rico que un bocata después de hacer una excursión por la montaña!
Al poco de llegar a la cascada aparece un montañero. Va solo y se refresca los pies llenos de ampollas en la poza. Es el momento de regresar. En la información de la ruta no figura pero parece ser que remontando el arroyo unos 400 metros más arriba hay una segunda cascada. No nos quedan fuerzas en esta ocasión. El camino de vuelta se hace mucho más llevadero (aunque hay que ir con cuidado para no resbalar) y en apenas una hora hemos alcanzado el aparcamiento.
La ruta de los pantanos continúa hasta Velilla del Río Carrión donde se encuentra el cuarto pantano, el de Compuerto, que se extiende a lo largo de la carretera desde Otero de Guardo y es el último de la ruta. La carretera P-210 finaliza en Velilla pero si no queréis regresar por el mismo lugar podéis continuar hasta Guardo para allí tomar la CL-626 que os llevará de nuevo a Cervera de Pisuerga.
Como habéis visto no todas la rutas de montaña requieren de un alto nivel de exigencia, muchas las pueden realizar grandes y pequeños y la Ruta de la Cascada de Mazobre es una de ellas.
Susana
Os recomiendo que visitéis este lugar, en mi opinión, es una de las zonas más impresionantes y poco conocidas de Palencia, un lugar perfecto para escaparse y desconectar. Desconozco la cascada de Mazobre, pero si la ruta de los embalses que nos propones, una ruta muy bonita a lo largo de los embalses de esta zona, ideal para disfrutar de la naturaleza en todas sus facetas. Hay varios miradores a lo largo del recorrido, dando como resultado un paisaje increíble.
ResponderEliminarConozco poco la zona, pero esta Ruta de los Pantanos parece bonita. El agua siempre es un plus que añade atractivo a una excursión, si además hay una cascada cerca mejor que mejor.
ResponderEliminarLa panorámica desde el Parador de Cervera de Pisuerga es una maravilla.
Una ruta muy interesante para poder disfrutar del paisaje de la montaña Palentina. La ruta de la cascada no la conozco y veo que otra opción más de las muchas que se pueden realizar desde el cercano Parador de Cervera de Pisuerga.
ResponderEliminarLa Montaña Palentina tiene mucho que ofrecer y el senderismo es una de las actividades de las que más se puede disfrutar. Esta ruta es relativamente asequible, eso si para el que anda regularmente, para Susana y para mi, fue un poco dura por la pendiente. Pero mereció la pena por la sorpresa final en forma de cascada. Por cierto la Ruta de los Pantanos imprescindible, os encantará. Susana fue un placer realizar esta excursión contigo, gran artículo.
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