Garrovillas de Alconétar

Uno de los pueblos que más me sorprendieron en las inmediaciones de Alcántara fue Garrovillas de Alconétar y no sólo por su nombre sino también por su hermosa plaza porticada, sus calles tranquilas y el carácter de sus gentes.

Vista de la plaza porticada con la iglesia de S. Pedro al fondo

La localidad fue conocida como Garrovillas hasta el año 2001 cuando añadió a su denominación la coletilla de Alconétar, un antiguo pueblo con fuero y territorio propio del que huyó su población debido a las luchas entre moros y cristianos refugiándose en la aldea de Garro que más tarde obtuvo el título de villa de donde procede su nombre.

El nombre de Alconétar también hace referencia hoy en día al Puente romano que cruzaba el río Tajo por la Vía de la Plata cerca de la desembocadura del río Almonte. Fue mandado levantar en tiempos de Trajano y Adriano en granito y tenía 250 metros de longitud que formaban 13 arcos de medio punto. En el año 1969, debido a la construcción del embalse de Alcántara, fue trasladado piedra a piedra a otro punto del término municipal de Garrovillas y así se salvó de ser engullido por las aguas del Tajo.

Restos del Puente de Alconétar

Garrovillas de Alconétar alberga un casco histórico y un patrimonio dignos de ser admirados. La plaza de la Constitución (s. XV-XVI) está declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional y es una de las plazas mayores más bellas de España. Sus casi 4.000 m2 están flanqueados por casas de 2 y 3 plantas que forman soportales con un trazado muy irregular que no se corresponde con un rectángulo o cuadrado. En total hay 65 arcos de estilo gótico y mudéjar y cuenta con cinco accesos.

Casa-Palacio de los Condes de Alba y Aliste

Al norte de la plaza se levanta la magnífica Casa-Palacio de los Condes de Alba y Aliste, señores de Garrovillas, que fue edificada en el siglo XV. Actualmente es propiedad de la Junta de Extremadura y funciona desde hace algunos años como la Hospedería de 4* Puente de Alconétar. Allí tomamos un café y salimos al jardín en el que se iba a celebrar un certamen de cocina y ya había participantes preparando algunos guisos. 

Corral de comedias

En el lado opuesto de la plaza se esconde el Corral de Comedias de Garrovillas. Construido en el s. XX a imitación del corral de Almagro sobre un solar que antes ocupaban las antiguas carnicerías, la casa del alguacil y la cárcel. Pudimos visitarlo gracias a la amabilidad de un vecino que nos lo enseñó. Desde la última planta se obtienen una hermosas fotografías de la plaza y su entorno.

Barrio de la judería

Balcón en una esquina de la plaza

Saliendo de la plaza por la calle de San Pedro llegamos a la iglesia homónima. Es un buen ejemplo de templo gótico del siglo XV levantado en granito con su estructura de tres naves. Destaca la portada de la Epístola que contiene los escudos de los señores de la villa. En esos momentos se encontraba cerrada.

Muy cerca se encuentra el Monasterio de la Salud edificado sobre unas casonas del s. XVI al que tampoco pudimos acceder.

Detalle de ventana

Por todo el pueblo encontramos casas blasonadas, balcones y portadas de piedra que nos dan cuenta del importante pasado de la villa. Regresamos a la plaza porticada y nos dirigimos a las calles que formaban la judería muy estrechas, llenas de casas encaladas y con curiosas chimeneas de ladrillo. Los judíos se establecieron en Garrovillas durante el siglo XIV y convivieron con cristianos y musulmanes durante más de 100 años.

Muy próxima se encuentra la iglesia de Santa María de la Consolación del siglo XVI. Su portada principal está formada por un gran arco de medio punto con arquivoltas decoradas con bolas.

El retablo mayor es de madera policromada en honor a la Asunción de la Virgen, una pieza de bella manufactura. En el coro, situado encima de la entrada del templo, se ubica un órgano, considerado uno de los más antiguos de la Península.

Interior de la iglesia de Sta. María

Saliendo de Garrovillas se hallan las ruinas del convento de San Antonio de Padua fundado por los Condes de Alba y Aliste como panteón funerario lugar de reposo de los restos mortales de la familia. Los restos dejan entrever un claustro abovedado de dos alturas de estilo renacentista que debió ser majestuoso. Una pena su estado tan lamentable de deterioro.

Restos del Convento de S. Antonio de Padua

Por último no conviene abandonar Garrovillas sin antes haber probado sus chacinas de calidad, sus quesos de oveja y cabra o sus deliciosos dulces como las perrunillas, las flores o los cagajones, elaborados con azúcar y almendras.

Susana