lunes, 28 de abril de 2014

Toro y la Colegiata de Santa María la Mayor

A 32 kilómetros de Zamora nos encontramos con este pueblo castellano enclavado en un cerro sobre el río Duero que le sirve de defensa natural. Un detalle que me ha llamado la atención en mi visita a Toro ha sido descubrir que el vino elaborado en esta localidad fue el que llevaron las carabelas en su camino a América pues la denominación de origen de los vinos de Toro es una de la más antiguas de España. 

El paseo por el pueblo es muy agradable y placentero. A las afueras encontramos varias bodegas de renombre en las que el viajero se puede detener a comprar vino y en las que le mostrarán gustosos las antiguas bodegas subterráneas y el proceso de elaboración de estos ricos caldos.

Puerta de la Corredera



Arco del Reloj

De camino al interior de la localidad atravesamos una puerta de acceso a la ciudad vieja, resto de las murallas que protegieron la ciudad, llamada Puerta de la Corredera, simula un arco triunfal, levantado para recibir al rey Felipe III. Enseguida nos encontramos en la calle principal que sube hacia el centro, estrecha y repleta de comercios hasta alcanzar el Arco del Reloj, una altísima torre de la que, según cuentan, en la argamasa para su construcción se utilizó vino en vez de agua por ser más económico y por su gran producción. Nada más atravesar el arco la calle se convierte en una amplia plaza, la del Mercado, porticada, con gran ambiente y antiguos soportales que en su mayoría se han convertido en bares. Aquí se encuentran también el Ayuntamiento y la oficina de turismo.

Colegiata de Santa María la Mayor de Toro
Seguimos nuestro camino en busca de uno de los templos más representativos del arte románico en Castilla y León, la Real e Insigne Colegiata de Santa María la Mayor de Toro. Con semejante nombre uno espera encontrarse una magnífica obra de arte y así es. Construida entre los siglos XII-XIII es de un románico tardío de transición al gótico, por ello, tiene una mayor altura, bóvedas de medio cañón apuntado, grandes rosetones por los que pasa la luz y un monumental cimborrio. 
Pero, sin duda, lo más interesante del templo se halla en su interior donde nos encontramos con el Pórtico de la Majestad, concluido en estilo gótico, es de una gran riqueza escultórica y temática, sin olvidar los colores de su policromado. En el interior de la Capilla del Pórtico un audiovisual narrado por Peridis nos detalla el significado de la complicada iconografía. En él se hallan representados el cielo y el infierno, la coronación de la virgen y todos los estamentos de la iglesia (ángeles, apóstoles, mártires, santos y obispos).





Caben destacar varias esculturas del siglo XIII situadas en la nave central, así como el retablo del siglo XVI, el órgano barroco y la reja del desaparecido coro. En la sacristía se encuentran diferentes obras de arte, entre las que destacan el cuadro de la Virgen de la Mosca del siglo XVI y un calvario de marfil y carey único en España, realizado en una sola pieza, a excepción de los brazos. 

Puente Mayor de Toro
A la salida de la colegiata nos acercamos al mirador sobre el Duero desde el que divisamos los restos del Puente Mayor de Toro, de 22 arcos apuntados, uno de los más antiguos que salvaban la corriente del río que, curiosamente, discurre paralelo al cauce (es probable que el río siguiera otro cauce en la época de su construcción). Caminamos por el recién inaugurado Paseo del Espolón en dirección al alcázar de la ciudad, hoy reconstruido y declarado bien de interés cultural, que fue escenario de una de las más crueles matanzas del rey Pedro I de Castilla.

Alcázar
De vuelta a la Plaza Porticada, nos detenemos a reponer energías en algunos de los bares que ese fin de semana ofertan la III Feria del Puchero. En cada establecimiento sirven un puchero de barro con su especialidad. Nosotros tomamos: judiones con chorizo, patatas revolconas y crema de calabaza con bacon y queso acompañados, cómo no, por los excelentes vinos de Toro.

Judiones con chorizo
Tras la comida nos acercamos hasta el Palacio de los Condes de Requena, actual sede la Policía Local y de la Denominación de Origen del Vino de Toro para visitar su patio, un claustro de piedra labrada dentro de este palacio del siglo XV.

Antes de dejar la ciudad nos hubiera gustado visitar el Convento del Sancti Espíritu, pero en invierno está cerrado. Abren a partir de Semana Santa. En él se encuentra el Museo de Arte Sacro de Toro que alberga una colección única de sargas policromadas siglo XVI, con escenas de la pasión tomadas de estampas ítalo-flamencas de grandes dimensiones. La principal obra de arte del monasterio es el sarcófago mausoleo de Beatriz de Portugal, reina consorte de Castilla y León. Del convento también destacan su coro, iglesia, claustro, sala capitular y refectorio. 

Como habéis podido comprobar, Toro tiene mucho que ofrecer. No dejéis de visitarla.

Susana




7 comentarios :

  1. Muy hermosas imágenes , bello informe

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  2. Toro es un destino imprescindible cuando se está en Zamora. La Colegiata de Santa María la Mayor es magnífica tanto por fuera como en su interior.
    Me ha perecido curiosa la posibilidad de que, para la construcción de la torre del Arco del Reloj, se hubiese utilizado vino en vez de agua.
    Muy buena iniciativa la Feria del Puchero, que buenas las patatas revolconas, algo tan sencillo pero tan sabroso.
    Nos has escrito un completísimo artículo sobre lo que nos ofrece este pueblo zamorano, gran trabajo, Susana.

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  3. Es uno de esos pueblo que te deja un buen sabor de boca, tanto por sus excelentes caldos, por la magnífica colegiata y el gran ambiente que nos encontramos en sus bares por la feria del puchero. El Pórtico de la Majestad me resulto abrumador, la policromía le da una una belleza y un carácter especial. Por sí sola la colegiata ya merece la pena para conocer Toro, pero este pueblo zamorano ofrece una gran variedad de bodegas, restaurantes y bares para degustar sus magníficos vinos y su excelente gastronomía. Es un enclave donde la cultura y el enoturismo maridan magníficamente.

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  4. Toro es una grata sorpresa en la provincia de Zamora. Pese a su pequeño tamaño, posee un interesante conjunto histórico y sobre todo vino, mucho vino de D.O. Toro. El Pórtico de la Majestad es una de las pocas obras que todavía conserva su policromía original. Me impresiono bastante y sólo por verla valdría la pena acercarse hasta Toro.

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  5. Cuando visite Toro por primera vez me cayó una nevada de campeonato. A pesar de la nieve y del frío disfrute mucho de este pueblo, es un lugar con mucho encanto y con muchos monumentos para visitar.
    Pero lo verdaderamente maravilloso es la Colegiata con su Pórtico de la Majestad, una auténtica preciosidad.

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  6. La colegiata de Toro no es "arte románico en Castilla" como se dice en el texto. Cuando se construyó Toro pertenecía al Reino de León (de hecho los fueros se los dió Alfonso IX de León) y posteriormente a la Región Leonesa, formando parte del "y León" de la autonomía, esto es, de la parte leonesa de Castilla y León, que conforman Zamora, León y Salamanca.

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