jueves, 9 de agosto de 2012

Un día de rafting en Campo - Huesca


Después de haberme tirado por tirolinas, haber descendido barrancos, reptado por cuevas, me faltaba esta actividad que la encontraba muy entretenida. Así que decidimos hacer una escapada al pueblo de Campo porque queríamos hacer rafting en el río Ésera y pasar un día divertido realizando alguna actividad conjunta con mi familia y unos amigos.


El rafting tiene como objetivo descender en una embarcación los rápidos de un río. Es un deporte muy interesante que requiere mucha concentración  y sobre todo no tener miedo.

Antes de empezar, un monitor con el que vas acompañado en todo momento, nos hizo una introducción con las instrucciones que debíamos seguir, para no correr peligro. Además de esto, nos proporcionaron el equipo necesario, chaleco salvavidas, traje de neopreno y casco. El descenso se realiza en grupos, lo que lo hace más divertido y con un guía que dirige la embarcación, dándonos las instrucciones necesarias en todo momento. También nos dijeron que el río ese año no llevaba mucha agua, con lo cual los rápidos eran más peligrosos y difíciles de pasar, ya que había que entrar bien para salir sin volcar ni chocar con las rocas.


Nos explicaron como colocarnos en el agua si caíamos al río. Lo más importante no perder el remo, colocarte boca arriba y dejarte llevar por la corriente en dirección a la bajada hasta salir del rápido donde te recogen.
El recorrido en nuestro caso, fue de 12 Km. Inicialmente el río era bastante tranquilo. Supongo que también se empieza por esa zona para ir tomando contacto con la embarcación y posteriormente empieza lo divertido, los rápidos.


Hay que sincronizarse bien a la hora de remar porque sino la barca no avanza. Los dos que se sientan delante llevan el ritmo y los demás tienen que seguirlos, para intentar remar todos al mismo tiempo. Hay que remar con fuerza todos a la vez, me explico: porque si tres están remando muy fuerte y el resto no rema, pues va a ser que no.
Todos muy emocionados comenzamos a remar hasta llegar al primer rápido, para empezar no estuvo nada mal. Lo hicimos todos bastante bien y no hubo ningún problema pero ese era sólo el primero y el más fácil. En los siguientes la adrenalina fluía por mis venas. En algunos lo pasamos apuraditos sobre todo en uno, remando con todas mis fuerzas para evitar la caída. La embarcación se inclinó subiéndose por una roca y estuvimos a punto de volcar. Cuando al final salimos del rápido, mi corazón estaba apunto de saltar de mi pecho. Pase un poco de miedo no por mí sino por mi hijo y su amiga que por poco los perdemos, yo no sabia donde agarrarme para no caerme.


El recorrido duró como dos horas, en las que no sólo tienes rápidos. Hay zonas tranquilas en las vas viendo como el río discurre entre montañas. El paisaje es precioso y la experiencia inolvidable. Es una de las actividades deportivas que más emoción me ha provocado, teniendo en cuenta que hay que realizarla al nivel que te permite tu propia experiencia en nuestro caso era familiar con dificultad baja apropiadas para hacer con niños ¡Cómo será la alta pensé yo!


Mi amiga dice que ya no hace este tipo de actividades con nosotros y yo es verdad que durante el recorrido me acordé alguna vez de mi marido y de toda su familia. Bromas aparte, cuando llegamos todos al vestuario, embutidos en los trajes de neopreno, con esas zapatillas mojadas, los chalecos y el casco a cual más feo, riéndonos los unos de los otros por las pintas que teníamos.


La verdad es que la experiencia fue increíble, nos reímos mucho y me lo pasé genial. Espero repetir, de hecho he repetido otra vez más en otro río, pero no ha sido igual.


                                                                                                                                                         Loli

4 comentarios :

  1. Jajaja, Loli, me ha encantado tu artículo. Vaya una "Indiana Jones" que estás hecha. Desde luego hay que tener un par de ovarios para meterse con niños en ese río. Tuvo que ser una experiencia inolvidable para vosotros. Gracias por compartirla en el blog.

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  2. Que divertido, Loli, sois de lo más intrépido. Las fotos están chulas, aunque en alguna casi desaparece debajo del agua parte de la barca y alguno de los que iban en ella. Seguramente ya se le habrá pasado el susto a tu amiga y querrá volver a repetirlo con vosotros.

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  3. Toda una aventura, con lo poco que me gusta a mi el agua, he practicado rafting y os puedo asegurar que es una experiencia emocionante y divertida. Una autentica gozada, ideal para descargar adrenalina.

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  4. Sois una familia muy aventurera. Tiene que ser una experiencia total. Que envidia me dais. Me habéis recordado mi aventura del Sella, pero por lo visto el rafting tiene un punto más de dificultad y adrenalina. Sois unos campeones.

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