martes, 19 de junio de 2012

Cuenca, ciudad entre dos hoces.


En Cuenca todo es arte, historia, monumentos y naturaleza. Cualquier rincón merece ser fotografiado en cualquier época del año y a cualquier hora del día.

Cuenca

Bañada por los ríos Júcar y Huécar, su encanto reside además de su espectacular entorno en el entramado de callejuelas y rincones de gran belleza que le han permitido ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Un paisaje de equilibrio y vértigo. Un nido de águilas como la denominó Pío Baroja.
El origen de Cuenca es bastante incierto pero como en tantas ciudades españolas fueron los musulmanes quienes escogieron el lugar construyendo una fortaleza en un emplazamiento inexpugnable, pensando más en la defensa que en la comodidad de sus habitantes. Fue una de las ciudades españolas que más tiempo estuvo habitada por los árabes. Es Alfonso VIII quien la reconquista y la devuelve a la cristiandad. 
Para iniciar la visita te recomiendo simplemente callejear y perderte por sus pintorescas y empinadas calles empedradas.

Casas colgadas de Cuenca

Sus famosas casas colgadas se convierten en un anticipo de lo mucho de interés que hay en esta ciudad. Su uso ha variado a lo largo del tiempo ajustándose a las diferentes modas y necesidades del momento. Originalmente utilizadas como viviendas particulares, en la actualidad albergan el renombrado Museo de Arte Abstracto y un restaurante.
La Plaza Mayor es el centro del casco antiguo, escenario de las principales fiestas de la ciudad con bellas fachadas coloristas. La majestuosa Catedral inacabada de estilo gótico anglonormando con sus peculiares cristaleras, única en España en este estilo. Fundada por Leonor de Plantagenet, esposa de Alfonso VIII. Sobresale también el Ayuntamiento con su fachada barroca. Muy cerca se encuentra la Torre de Mangana de estilo neomudéjar que formaba parte de la antigua muralla y es la primitiva atalaya del alcázar musulmán.
Adentrándonos en el laberinto de callejuelas es fácil irse encontrando con sorpresas a cada paso que le conceden un especial encanto y te transportan a tiempos pasados. Calles con: recoletas plazas, escalinatas, casonas con portadas, escudos nobiliarios y, sobre todo iglesias y conventos. Algunos de los cuales hoy albergan escuela de arte, hoteles o museos como el de la Ciencia.

Catedral de Cuenca

Otra de las peculiaridades de esta ciudad son sus famosos rascacielos o rascasuelos como los llaman por aquí. Casas que no solo crecen hacia arriba si no que también se prolongan hacia abajo, aferrándose a la roca de la hoz alcanzando hasta los doce pisos.
En el punto más alto de la ciudad se encuentra el barrio del Castillo donde apenas quedan restos de un torreón, parte de la muralla árabe y el arco de Bezudo.
La base de la gastronomía conquense la comprenden platos tan contundentes como: el morteruelo, el ajoarriero o el típico gazpacho manchego. También postres como: el alajú, una especie de torta dulce hecha con miel, almendras y cascara de naranja rallada. La bebida típica es el resoli, compuesta de café, canela, corteza de naranja y azúcar.
Las mejores vistas de la ciudad y de sus casas colgadas las tendrás desde el lado opuesto al barranco, cruzando la mole de hierro del Puente de San Pablo que salva la Hoz del Huécar y que nos conduce directamente al Parador. ¡Desde aquí el espectáculo es impresionante!

Parador de Cuenca 

El Parador se encuentra asentado sobre una gran roca, ocupando el antiguo Convento de San Pablo. La primera impresión que transmite es de paz y tranquilidad. Un enclave privilegiado, rodeado de masas boscosas de pinos en contraste con las caprichosas formaciones rocosas. En su origen fue solo una iglesia después se añadieron diversos edificios que constituyen un bello exponente de la arquitectura religiosa del siglo XVI. La antigua iglesia alberga una exposición permanente del artista conquense Gustavo Torner, una bella conjunción entre un artista del presente y un templo del pasado.

Parador de Cuenca
Interior del Parador


Fueron los Dominicos quien lo habitaron y hoy cualquiera puede disfrutar de su hospedaje. El edificio ha sido ejemplarmente rehabilitado, recorriendo las estancias de este antiguo convento se percibe el ambiente de los siglos pasados. La antigua capilla es hoy una agradable cafetería y el refectorio donde antaño reponían fuerzas los frailes, es el restaurante. Las habitaciones son muy confortables y espaciosas desde muchas de ellas se pueden contemplar unas vistas inolvidables de la ciudad.

Cuando el sol se despide de Cuenca, las luces iluminan el puente y las casas colgadas
Pero Cuenca no es solo la capital cuenta con parajes naturales espectaculares como el Nacimiento del Río Cuervo, Las Torcas, El Ventano del Diablo o la Ciudad Encantada que son parada obligada que bien merecen una visita.



Rafa


5 comentarios :

  1. Una ciudad que bie merece ese título de Patromonio de la Humanidad, tanto por sus monumentos como por el lugar donde encuentra enclavada. Tengo muy buenos recuerdos de cuando la visité, me encantó recorrer sus estrechas y empinadas calles, perderse por ellas y descubrir sus recovecos. Gracias por traernos esta maravilla al blog. Por cierto os recomiendo que de camino a Cuenca desde Madrid hagáis una parada en Uclés y visitéis su monasterio. Una auténtica maravilla.

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  2. Hola Rafa, qué artículo tan bonito.
    Me encanta Cuenca, creo que junto con Toledo y Granada conforman un trío espectacular de ciudades que son de obligatoria visita para el viajero. De noche sus calles tienen un encanto particular y en concreto, el paseo por la hoz del Júcar es una delicia. Su gastronomía bien merecería otro artículo y además cuenta en sus alrededores con unos parajes naturales de gran belleza que hay que conocer.
    Las fotos son muy bonitas y muestran a Cuenca tal y como es, una bella y escondida hechicera.

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  3. Que fotos tan bonitas has incluido en tu artículo. Cuenca es una ciudad con mucho encanto y el Parador está situado en un sitio increíble, desde allí las vistas son espectaculares y la estancia en él es muy agradable.
    Creo que hay que entrar a visitar la Catedral, parece más pequeña desde fuera, su interior es muy bonito y tiene unas vidrieras modernas que me encantaron. También me pareció interesante el Museo de Arte Abstracto y me llamó la atención que estuviera instalado en las Casas Colgadas.
    Un buen lugar para pasear es la parte que está cerca de la ermita de Las Angustias cerca del río Júcar.
    Desde el puente de S. Pablo, por la noche, hay una iluminación impresionante.
    Como dices, por la zona además hay excursiones imprescindibles, la Ciudad Encantada y el Nacimiento del Río Cuervo.
    Gracias por tu artículo y tus fotos, un abrazo.

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  4. Me gusta todo lo que cuentas de esta preciosa ciudad. Aunque no sea una ciudad de la que se suela hablar mucho, tiene muchas cosas bonitas para ver y disfrutar. El parador me gusto mucho, recuerdo las vistas desde la habitación,sobre todo de noche.

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  5. Llegué a tu web sobre los paradores por las fotos, se ven muy chulas, la verdad, yo que soy de Cuenca, y puedo decir que es toda una referencia en cuanto hoteles hay que Cuenca, también estoy contigo en lo de que hay muchas cosas bonitas en esta ciudad que no se suelen destacar ni hablar mucho del tema, al menos hasta que no se popularicen no perderán su encanto original.

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