viernes, 16 de marzo de 2012

Descubriendo Zaragoza

Zaragoza es mucho más que la Basílica del Pilar, la Seo y el Ebro. Precisamente al pie de este río, que dio nombre a la Península Ibérica y a sus habitantes, surgió una importante urbe comercial durante la dominación romana.

Teatro Romano de Caesaraugusta

Los restos de la antigua Caesar Augusta se pueden visitar hoy gracias a la ruta que la ciudad ofrece a los visitantes y que puede iniciarse en la emblemática plaza del Pilar. Nosotros adquirimos el bono que incluye la entrada al Foro, el puerto fluvial, las termas y el teatro. Desde la plaza se desciende hacia el fondo de la antigua ciudad para también retroceder unos 20 siglos adentrándonos en otra plaza, la que ocupó el Foro Romano del siglo I d.C. Se conserva parte del Decumano (eje principal), los muros de algún puesto del mercado y parte de la canalización (cloacas) que vertía directamente al río. Hay que señalar que estos hallazgos se realizaron durante los años 1988-1991 durante unas obras de excavación que se llevaron a cabo en plaza de la Seo.

A muy pocos pasos de estos restos salió a la luz el Puerto Fluvial de la ciudad. Zaragoza fue un enclave fundamental en el comercio de productos importados y exportados con salida directa hacia el Mediterráneo y también un punto de reclutamiento y movilización de tropas romanas. Dos curiosidades de esta visita; el Ebrómetro, donde se reflejan las marcas máximas de 2 de las avenidas del río y la otra curiosidad, se puede comparar el nivel del suelo de la época con el actual de la plaza.

Las Termas Públicas se encuentran separadas del foro por tan sólo unas calles y merece la pena su visita para ver el alcance y la importancia que estos baños tuvieron ya en el siglo I y que demuestran la presencia de una gran población asentada en la ciudad. En este lugar se situaban además las letrinas que posteriormente fueron derribadas para construir una piscina porticada. De esta "natatio" se conservan los restos del vaso de unos 10 metros de largo con suelo de mármol y rodeado de columnas. Se cree que completaban la decoración de este espacio unas esculturas así como un mosaico del que se conservan restos en una de las paredes.

Sin atisbo de duda, podemos afirmar que los restos mejor conservados de la ciudad romana se pueden admirar en el Teatro de Caesaraugusta. Este grandioso monumento permaneció oculto hasta los años 70 del siglo XX, fecha en la que se realizaron obras para construir un edificio en una calle aledaña, saliendo a la luz un enorme solar y un entramado de estancias bajo un graderío. Parece increíble que un edificio tan grande e importante como éste pasara inadvertido durante tanto tiempo. Pero tras el declive del Imperio romano y la posterior dominación musulmana esta zona pasó a ser ocupada por la comunidad judía que construyó sus casas y calles sobre este lugar quedando oculto durante más de 10 siglos. Anexo al teatro se ha creado el museo del teatro con los restos hallados en las sucesivas excavaciones que hicieron ver la luz al monumento y que explican los usos que se le dieron al edificio en su época de mayor esplendor durante los siglos I y II.

Palacio de la Aljafería, foso y muralla

La visita a la ciudad de Zaragoza no puede completarse sin emplear parte de nuestro tiempo en recorrer el Palacio de la Aljafería, a las afueras del casco histórico en las inmediaciones de la estación del AVE. 
Su nombre proviene del monarca que lo mandó construir, Al-Jafar. Este bello palacio islámico bien merece un par de horas para recorrerlo en su totalidad y admirar la belleza de sus frisos y los techos de las salas taifales que se asemejan a las de la Alhambra de Granada o a los Reales Alcázares de Sevilla, muy bien restauradas. La conocida como la Torre del Trovador es la construcción más antigua, del siglo IX y de estilo omeya así como la mezquita octogonal y el Patio de la Alberca. En el siglo XII, tras la reconquista de la ciudad,  fue convertido en palacio cristiano y ampliado al estilo medieval imperante en la época. Posteriormente fue nuevamente ampliado por los Reyes Católicos para incluir un gran salón del trono con un soberbio artesonado y las salas de los pasos perdidos, anexas al gran salón.
Durante la Edad Moderna, el palacio fue amurallado y dotado de un foso, un puente levadizo y varios torreones de estilo neoclásico para fortificarlo.
Su recuperación tras varios años de abandono se realizó durante la segunda mitad del siglo XX y en la actualidad parte del palacio es la sede de las Cortes de Aragón.



La Aljafería tiene un encanto especial al ser recorrida a última hora de la tarde justo cuando cae el sol. El rumor del agua de su patio mudéjar y el recorrido por sus estancias medievales transportan al visitante a otros tiempos en los que se pueden imaginar las diferentes épocas y personajes que lo habitaron.

Así pues, el visitante de Zaragoza tiene mucha historia por descubrir y recorrer y, quien sabe si en este siglo se recuperarán otros monumentos y edificios tan importantes que permanecen ocultos bajo siglos de historia, como los que hoy os he acercado con este artículo.

Susana

5 comentarios :

  1. Un auténtico descubrimiento la capital maña. nos sorprendió su pasado romano y el Palacio de la Aljafería. Este último con mucha historia, un edificio con una mezcla de estilos impresionante. Te quedas con la boca abierta. si a esto le unes la Basílica del Pilar, La Seo, El Ebro y lo bien que se come y tapea por allí, hace que su visita sea un acierto seguro. Gracias Susana por traernos esta otra Zaragoza que menos se conoce.

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  2. Gracias por tu interesante artículo. La verdad es que no conozco Zaragoza, sólo he estado de paso. No sabía que tuviera tantos restos romanos, con lo que me gustan estos hallazgos arqueológicos, tengo que pensar en ir a esta ciudad con tiempo.
    La Aljafería, también me gustaría visitarlo. Estos palacios islámicos son preciosos con sus patios y fuentes, guardan aún como un embrujo que te atrapa.

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  3. Gracias Susana por traernos una Zaragoza desconocida, al menos para mí. Tuve la oportunidad de visitar la capital "maña" pero apenas estuve unas horas, por lo que sólo pude visitar la Basílica del Pilar y sus alrededores. Sin duda, merecerá la pena volver para visitar los restos de los que nos hablas y de paso, degustar su gastronomía.

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  4. Un estupendo artículo Susana , no conocía el pasado tan esplendoroso de Zaragoza con tantos restos romanos . Tengo muchas ganas de conocer esta ciudad , gracias por contarnos esta historia . Cuando la visitemos la veré con otros ojos recordando tu relato . Un Abrazo

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  5. Gracias por tu artículo , me ha gustado todo lo que nos cuentas . Todavía no he visitado Zaragoza y tengo muchas ganas de hacerlo , esta ciudad tiene mucho que visitar , el Palacio de la Aljafería , la Basílica del Pilar y ese pasado romano que desconocía por completo . Muy interesante .

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