El Parque Natural del Etna es
zona protegida y uno de los lugares más visitados de Sicilia. El volcán
siciliano es Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Es el volcán activo más alto de
Europa, y uno de los más grandes de todo el mundo. Tiene alrededor de 3.400
metros de altura y ocupa una gran parte del Este de Sicilia.
Su altura ha variado a lo largo
del tiempo por su constante actividad, ya que las frecuentes emisiones afectan
su cumbre, cambiando su forma y tamaño.
Posiblemente comenzó siendo un
volcán submarino en el Mar Mediterráneo, alcanzando volumen y elevación por las
capas de lava, rocas y cenizas de las continuas erupciones.
Normalmente se producen varias al
año. Y cada dos o tres, entra de forma violenta en explosión lazando lava y sedimentos de la superficie.
Existe un centro internacional de
investigación, en el que aplicando la ciencia de la vulcanología y la geología,
estudia sus orígenes y evolución por su importancia científica. Se tienen
apuntes y notas de sus erupciones desde hace más de 2.000 años.
La ruta hacía el Etna parte desde
la misma franja costera. En la parte
baja de las laderas hay higueras, palmeras, robles y castaños. Y los viñedos que cubren este espacio producen
un vino muy apreciado. Las plantaciones de limoneros y pistachos proporcionan
un bonito color verde a sus campos.
A medida que nos acercamos a la
cima la tierra se va volviendo oscura y la vegetación escasa.
Desde el Refugio Sapienza del
Club Alpino Italiano se inician varias rutas. Desde aquí sale un teleférico que
nos deja a 2.500 metros de altitud, donde ya nos encontramos con varios conos. En
nuestro caso no pudimos pasar de aquí por las condiciones climatológicas, la
poca visibilidad y el fuerte aire que repentinamente empezó a levantarse.
Se puede acceder hasta el antiguo
Refugio Torre del Filósofo a 3.00 metros. Existiendo la posibilidad de hacerlo
en vehículos todoterreno, o consultando cual es la vía más adecuada dependiendo
de cada momento.
Desde Sapienza a la cima se tarda
alrededor de cuatro horas. Provistos adecuadamente y con una mascarilla
especial por las permanentes fumarolas y humo, se llega hasta los tres cráteres, siendo el central gigantesco. Está
prohibido subir hasta la cima sin un guía especializado, y un equipo de
salvamento está siempre pendiente por los riesgos que conlleva.
Poder andar sobre esta tierra y piedras
volcánicas es algo épico. Y las panorámicas
de costas, playas y pueblos son fabulosas.
El mítico volcán resulta majestuoso.
El Etna nos muestra su incontenible
fuerza siempre coronado por el humo blanco.
Inma
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