martes, 28 de noviembre de 2017

La Basílica de San Jorge, Praga


Deambulando por el interior del Castillo de Praga, otra de las paradas obligadas es la Basílica de San Jorge, uno de los monumentos románicos más antiguos que conserva la capital de la República Checa. Sus orígenes nos remontan al siglo X y se encuentra junto al convento del mismo nombre, actual sede del Museo de Arte Antiguo de Bohemia, donde se expone una magnífica muestra de pintura religiosa.




Al contemplar la basílica, lo primero que salta a la vista es su vistosa fachada roja de estilo barroco añadida en el siglo XVII. Escondido tras la fachada, el interior es de origen románico, un lugar sencillo aunque exquisito y maravilloso en sus formas. Además da cierta sensación de frescura debido a la luz que penetra en su interior.



Un gran incendio destruyó gran parte de la antigua iglesia, fue reconstruida en el siglo XII, adquiriendo prácticamente el aspecto con el que la podemos ver en la actualidad. En el interior de la basílica se encuentran los mausoleos de la dinastía Premislidas, fundadores de Praga, además pueden contemplarse restos de frescos del siglo XIII en su ábside, al que se accede por una doble escalera.




Lo más destacable, la capilla con los restos de Santa Ludmila, primera mártir de Bohemia y abuela cristiana de san Wenceslao. En un lateral del altar cuelga un crucifijo que, según la leyenda, siempre sudaba sangre cuando iba a fallecer algún miembro de la dinastía reinante. La princesa Ludmila solía rezar muy a menudo al pie de este crucifijo cuando, un buen día, le cayó en la frente una gota de sangre. La princesa se dio cuenta de que aquello era la premonición de su muerte.


Se dice que los asesinos, mandados por su nuera, irrumpieron en su aposento del castillo de Tetín y la estrangularon con su propio velo mientras se encontraba arrodillada rezando. Cuando el príncipe Wenceslao llegó a gobernar, ordenó trasladar el cuerpo de su abuela a Praga y sepultarla en la basílica de San Jorge.



Quizás la basílica de San Jorge no sea tan impresionante, ni majestuosa como la Catedral de San Vito, pero ¿cómo pasar por el impresionante Castillo de Praga y no visitarla? No os llevará mucho tiempo.




                                                                                                                                                            Loli

3 comentarios :

  1. Mirando la fachada barroca llaman la atención, por el contraste, las dos torres románicas de la basílica.
    En su interior me gustaron mucho los restos de los frescos del ábside.
    Es un lugar que todos los turistas visitan cuando se está por el Barrio del Castillo.

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  2. Pequeña iglesia románica con una bonita fachada barroca de color rojo dentro del recinto del imponente castillo. Me gustó mucho el interior del edificio, lo más destacado la capilla de Santa Ludmila y las preciosas pinturas murales.

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  3. La sobriedad del interior del templo destaca poderosamente con su fachada barroca pintada de rojo. Es un contraste peculiar y otra manera de descubrir los encantos de la ciudad de Praga a través de su patrimonio. Excelentes las pinturas al fresco del ábside.

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