Una de las muchas leyendas que rodean la bella ciudad de Córdoba está relacionada con la Casa de las Cabezas de la que dicen, hace mucho tiempo, junto a esta vivienda, en la calleja de los Arquillos, fueron expuestas las cabezas de los siete infantes de Lara, decapitados en una emboscada por las tropas del caudillo Almanzor.
Cuentan que Don Gustios González, padre de los siete infantes, era cautivo fruto del engaño y la traición de su cuñado. Sin embargo, he de decir que parece ser era un cautivo un tanto especial porque tuvo amores con una hermana de Almanzor, de los cuales nació un joven llamado Mudarra. Fue aquí, en esta misma vivienda, antiguo Alcázar del caudillo árabe donde, tras un banquete, le presentaron al padre las siete cabezas ensangrentadas de sus hijos que habían sido asesinados tras una emboscada cuando acudían a Córdoba a liberar a su padre.
La Casa de las Cabezas, tras una ardua rehabilitación, es hoy una casa-museo que pasa un poco desapercibida. La encontrarás en una estrecha calle del casco antiguo de la ciudad, alejada del bullicio y junto a ella, el callejón de Los Arquillos o de los Siete Infantes de Lara como también se le conoce por ser el lugar donde, según la leyenda, fueron expuestas en sus siete arcos las cabezas de los infantes a modo de trofeo.
Podrás ver una muestra de lo que es una Casa-Patio Bajomedieval de las que tanto abundan en Córdoba. Cuando traspases la verja, la visita te permitirá retroceder en el tiempo y conocer como era la vida en aquella época de una familia noble y acomodada. Incluso cuentan que este inmueble llegó a ser una sinagoga cuyo dueño fue quemado en la hoguera por hereje.
Una vez en su interior, descubrirás sus patios, ese lugar fresco e íntimo donde se desarrollaba la actividad familiar e iluminaba las distintas estancias. En la Casa de las Cabezas verás cuatro patios, cuando los recorras, te envolverán con su fragancia y colorido.
Además, durante el recorrido, en todas las estancias encontrarás paneles que ofrecen la información suficiente para imaginarte la agitada vida en este lugar y los distintos uso de los aposentos. Para terminar, no te olvides de acceder al callejón de Los Arquillos a través de la casa, pues es la única forma de visitarlo y donde la leyenda aún está presente en cada uno de sus rincones.
Además, durante el recorrido, en todas las estancias encontrarás paneles que ofrecen la información suficiente para imaginarte la agitada vida en este lugar y los distintos uso de los aposentos. Para terminar, no te olvides de acceder al callejón de Los Arquillos a través de la casa, pues es la única forma de visitarlo y donde la leyenda aún está presente en cada uno de sus rincones.
Rafa
Visitar esta casa-museo ha sido toda una sorpresa agradable, es preciosa y el edificio está muy bien restaurado y mantenido. Recorriendo el lugar nos haremos la idea de lo bien que vivían algunos en épocas pasadas. La visita merece la pena y es un lugar interesante, rodeado de historia y misterio.
ResponderEliminarUna de las veces que visité Córdoba entramos a este museo, y me gustó bastante. Está muy bien restaurado y recreado el ambiente de la época. Aunque la historia de los siete infantes es tremenda y no se te va de la mente durante todo el recorrido.
ResponderEliminarEspeluznante esta historia que nos cuentas sobre los 7 infantes Sólo imaginar el callejón con las cabezas de estos hombres expuestas a modo de trofeo me pone la carne de gallina. Una propuesta muy interesante y original a tener en mente, Rafa. Te felicito.
ResponderEliminar