La isla canaria de Lanzarote alberga grandes y pequeños tesoros en su extensión. Es la cuarta isla en tamaño del archipiélago y la tercera más poblada. Su origen volcánico la hace diferente de las demás islas canarias ya que surgió de los enormes procesos geológicos sufridos hace millones de años en esta zona del Atlántico y su fisonomía ha ido cambiando debido a este motivo.
Se la conoce popularmente como "la isla de los volcanes". Si visitáis el Parque Nacional de Timanfaya, descubriréis por qué. Además de contar con este magnífico parque nacional, completamente distinto a cualquier otro que hayáis podido visitar, son innumerables los parajes protegidos que hallaréis a lo largo de toda la isla.
Hoy quiero centrarme en dos de estos lugares que son de visita imprescindible en Lanzarote. Es más, nadie debería marcharse de la isla sin conocerlos: se trata de Los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes, ambos situados al nordeste del archipiélago, en el municipio de Haría.
Los Jameos del Agua son uno de los espacios naturales más curiosos y bellos que podréis encontrar en Lanzarote. Está formado por unos túneles de lava generados por la erupción del Volcán de la Corona hace 3.000 años. En su recorrido hacia el mar la lava se fue solidificando y formó los túneles. Cuando uno de estos tubos alcanza un ancho mayor a 20 metros, su techo suele derrumbarse dando lugar al jameo. En el interior de esta estructura se filtra el agua del mar, lo que ha creado un precioso lago en el que habita una especie endémica de crustáceo, el cangrejo ciego o "jameito".
Lago interior del Jameo Grande |
El gran arquitecto César Manrique, muy unido a Lanzarote, dio forma en 1968 a esta formación geológica dejándonos el magnífico panorama que podemos observar hoy en día en los Jameos del Agua. La visita, de unos 60 minutos de duración, comienza descendiendo una escalera de caracol de roca volcánica para llegar al Jameo Chico. Desde este punto podemos empezar a maravillarnos con esta increíble estructura natural por la que penetra la luz solar y crecen algunas curiosas plantas tropicales. Aquí, el arquitecto diseñó el espacio en el interior de la gruta como si se tratara de un auditorio donde se celebran conciertos y actuaciones teatrales.
Auditorio subterráneo de los Jameos del Agua |
Si continuamos nuestro descenso, atravesando un jardín alcanzamos la orilla de un lago interior, el Jameo Grande, un amplio espacio de 100 metros de largo y 30 de ancho. Una pasarela nos permite cruzar la superficie del lago por uno de sus lados. Es, sin duda, la parte más espectacular de la visita. A los pies de la cueva se sale hacia cielo abierto por el Jameo de la Cazuela, una bonita piscina de aguas turquesas de la que mana agua salada y donde termina la visita.
Jameo de la Cazuela |
Manrique supo entender como nadie la belleza del paisaje volcánico de su isla, tratándolo como una obra de arte. Con muy poca intervención nos dejó este hermoso paraje donde el carácter salvaje de la isla ha dado paso a un espacio armónico en el que conviven naturaleza y hombre.
Entrada a la Cueva de los Verdes |
A muy poca distancia de los Jameos se halla la Cueva de los Verdes. Esta gruta es también consecuencia del Volcán Corona y está rodeada de leyendas y mitos. En los siglos XVI y XVII fue utilizada por los habitantes de la isla para protegerse de los ataques de piratas del norte de África, que quedaban asombrados al encontrar pueblos completamente vacíos y abandonados a su paso por la isla pues los lugareños se habían refugiado en la gruta previamente y los piratas no hallaban la entrada. Posteriormente fue habilitada para científicos que acudían a Lanzarote interesados en explorar esta formación.
Vivos colores en el interior de la gruta |
En los años 60 se realizó una intervención para poder abrirla al público y descubrir sus secretos. El acceso para visitantes se realiza por uno de estos jameos de los que os vengo hablando, cuyo techo se derrumbó y dejó al descubierto la entrada a este sinfín de pasadizos. A lo largo de un kilómetro observareis las caprichosas formas que ha ido dejando la lava en su avance hacia la costa. Miles de colores, ocres, grises, negros y cobrizos, se abren paso por medio de la luz para deleite del visitante con sinuosas y grotescas formas sobre las paredes y el techo. La cueva consta de unos 6 kilómetros de túneles explorados que se superponen y cruzan entre sí hasta alcanzar el océano en un tramo submarino de un kilómetro y medio conocido como "Túnel de la Atlántida".
Al final de la visita, de una hora aproximada de duración, vuestro guía os revelará el secreto que alberga la cueva pero debéis cuidar de decírselo a nadie. Ni siquiera yo puedo revelarlo. Tendréis que viajar hasta allí y descubrirlo vosotros mismos.
Susana
Todo un espectáculo la belleza de este paisaje volcánico que César Manrique supo modelar sin llegar a alterarlo. Un arquitecto increíblemente imaginativo que tanto contribuyó en la belleza de su isla natal.
ResponderEliminarVisita obligada para todos los visitantes de Lanzarote.
Susana me he quedado con las ganas de saber el secreto que guarda la cueva, habrá que ir a Lanzarote ya que me ha parecido un lugar muy interesante. Además viendo las fotos y con el frío que tenemos aún me apetece mucho más.
ResponderEliminarLanzarote es mi isla canaria preferida. El Parque Nacional del Timanfaya es único y su visita es impresionante.
ResponderEliminarLa Cueva de los Verdes es otra excursión de las clásicas, muy curiosa.
En cuanto a los Jameos del Agua, simplemente es un lugar espectacular, un buen sitio para que los más pequeños disfruten y se sorprendan.
Parece mentira que en esta isla haya tantos lugares a cual más bonito. Nos resultó también muy agradable poder visitar la Casa Museo de César Manrique, magnifico arquitecto que supo hacer destacar la belleza y singularidad de Lanzarote