Los polacos han tenido que
defender en muchas ocasiones su soberanía y su libertad. Polonia ha sufrido
incursiones tártaras, enfrentamientos cosacos, saqueos prusianos, austriacos y
suecos, la ocupación alemana y la invasión soviética. Tras la caída de la Unión
Soviética, Polonia, por fin, consiguió la plena independencia y hoy en día está
abierta a Europa.
Wawel es el símbolo del pasado
glorioso de Polonia. En esta colina, a orillas del río Vístula, está el
castillo utilizado como residencia por los reyes polacos.
La princesa milanesa Bona Sforza fue
la segunda esposa de Segismundo I El Viejo, rey de Polonia y Gran Duque de
Lituania, así llegaron desde Italia a la Corte de Cracovia costumbres, estilo y
artistas.
Uno de mis objetivos en nuestro
viaje era ver "La Dama del Armiño" que normalmente se encuentra en el
Museo Czartoryski, pero esta pinacoteca estaba cerrada por reformas, menos mal
que el cuadro había sido trasladado a una sala del castillo en Wawel.
La maravillosa pintura "La Dama del Armiño" es el retrato
de la joven, bella e inteligente, Cecilia Gallerani, amante del duque Ludovico
Sforza. Es una de las mejores obras de Leonardo da Vinci y el único cuadro suyo
que pertenece a una colección privada, la Fundación Czartoryski. La princesa
polaca Izabela Czartoryski vivió largo tiempo como rehén en la corte de
Catalina de Rusia y como exiliada en Austria. Adam Jerzy, su hijo, fue
embajador en Roma y allí fue donde compró el cuadro para la colección de arte
de su madre. Hoy en día es una completa y variada recopilación que forma parte
del patrimonio polaco.
El castillo, declarado Patrimonio
de la Humanidad, ha sido remodelado en varias ocasiones. Es de estilo renacentista, y además de los
reyes lo usaron los obispos desde el siglo X hasta XVI, que fue cuando la
capital del país se trasladó a Varsovia.
En Wawel se pueden visitar
diferentes partes: la colección de tapices de Flandes de los siglos XVI y XVII, las Salas Reales, los Tesoros de la Corona y la exposición
"Wawel Perdido" donde se puede ver cómo ha evolucionado la fortaleza
con el paso del tiempo.
Todo me pareció
muy interesante pero lo que más llamó mi atención fue la espada que se
utilizaba en las ceremonias de coronación. Y hubo otra sala que me sorprendió
muchísimo, después de ver innumerables lanzas, hachas, sables y flechas,
aparecieron ante mí las armaduras de los Húsares alados polacos, una unidad de
Caballería que surgió en el siglo XVI. Me quedé fascinada, estos valientes
jinetes procedían de la nobleza y pertenecían al cuerpo más prestigioso de todo
el ejército, una de las mejores Caballerías que ha existido a lo largo de la
historia. Llevaban unas alas sujetas a su coraza y rompían la formación enemiga
con sus pesadas lanzas a una velocidad de relámpago, consiguiendo en numerosas
contiendas grandes victorias para su país.
Y como no podría ser de otra
manera existe la leyenda de que un dragón vivía en una cueva en la colina,
devoraba a los ciudadanos y les tenía atemorizados. Hasta que un día, un
humilde zapatero mató a un carnero y lo rellenó de azufre y alquitrán, el
dragón se lo comió y estando sediento se acercó al río a beber agua, entonces
explotó; lo que liberó a los cracovianos
del temido monstruo. Bajando hacía el Vístula existe la cueva del dragón, es un
lugar muy popular aunque sólo está
abierta en verano.
En la Colina de Wawel también se
levanta la catedral de San Wenceslao y San Estanislao, en ella se coronaba a los reyes de Polonia. En el templo y en su
cripta se encuentran muchos de los sepulcros de los monarcas del país, junto a
ellos también están enterrados grandes artistas y dirigentes estatales, creando
así el más importante panteón nacional. El templo es gótico y tiene 18 capillas
funerarias. Uno de los atractivos de la catedral es subir a la Torre de
Segismundo para ver la campana del mismo nombre. Pesa más de 12 toneladas y es
la campana más grande de Polonia.
En Wawel hay un castillo, un
palacio, una catedral y varios museos, es aquí donde se concentra toda la
historia de Cracovia, un lugar imponente, grandioso, legendario y mágico.
Inma
Inma
Me ha parecido un conjunto monumental magnífico y una visita muy agradable. Es una fortaleza excepcional y su interés histórico es realmente grande, simplemente por pasear por sus alrededores y ver su interior merece la pena la visita, a pesar de la nieve y el frío.
ResponderEliminarUnas fotos preciosas y muy refrescantes sobre todo con este calor que tenemos. Que suerte poder contemplar La Dama del Armiño de Leonardo da Vinci en persona, en un lugar que me ha parecido espectacular. No imaginaba que Cracovia fuera tan bonita, con sitios tan interesantes como este que nos traes al blog.
ResponderEliminarWawel es un lugar con mucho encanto. Su castillo parece el de los cuentos de hadas y, a pesar de la nieve y el frío, visitarlo durante los meses de invierno debe ser muy emocionante con esa luz del norte de Europa y sin tantos turistas que se acercan a descubrir Polonia habitualmente. Me ha gustado la leyenda que nos cuentas sobre el dragón. Te felicito por el reportaje.
ResponderEliminarImpresionante este lugar Inma, y además con la nevada le da un aire diferente. Un castillo espectacular con un Da Vinci nada más y nada menos. La colina de Wawel parece lugar imprescindible en Cracovia, parece todo un lugar de cuento. Parece que en cualquier momento va a salir algún caballero a caballo por cualquier esquina. Tengo ya un par de referencias de esta ciudad por lo que habrá que incluirla en las futuribles escapadas. Gran artículo compañera bloguera.
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