lunes, 29 de junio de 2015

Playa de Cavallería y la Cala Roja (Menorca)

Ponemos rumbo hacia el norte de la isla donde nos espera una naturaleza salvaje y poco urbanizada con playas y calas mucho más inaccesibles y recónditas. El paisaje va cambiando completamente, los bosques de pinos van dejando paso a grandes fincas de explotación agraria y el terreno se vuelve cada vez mucho más árido y abrupto. Aún así, el contraste es precioso.


Se puede llegar fácilmente a la playa de Cavallería en nuestro vehículo desde cualquier punto de la isla. Primero nos dirigiremos al núcleo urbano de Es Mercadal para continuar hasta Fornells, tomaremos el Camino de Tramontana en dirección norte y continuaremos en esa dirección por el Camino del Faro. Son pequeñas y estrechas carreteras bastante bien indicadas que van serpenteando entre fincas privadas. Muy pronto veremos el cartel que nos indica el pequeño parking en el que dejaremos el vehículo para seguir a pie durante unos 10 minutos hasta la playa.




La primera impresión que me llevé al contemplar la playa desde el mirador ubicado en lo alto de un promontorio, fue como si hubiéramos salido de la isla y nos encontráramos en un sitio completamente diferente. Es un paisaje completamente distinto al del sur, con un tono rojizo que lo embarga todo y muy poca vegetación alrededor.


Hay que descender una escalinata bastante pronunciada para acceder a la playa, una vez abajo merece la pena y resultara agradable disfrutar de sus aguas poco profundas y tranquilas que invitan al ocio y a la práctica de snorkel.



No hay que abandonar la playa de Cavallería sin acercarnos a la cercana y vecina Cala Roja que debe su nombre a la arcilla roja que baña su orilla.


En esta cala los bañistas se embadurnan la piel con la tierra rojiza, excavando agujeros en el suelo donde se vierte agua y así ablandar la tierra para la extracción de los barros. Aunque no se ha probado científicamente sus propiedades y aseguran que esta actividad produce erosión en el paisaje, por lo que no se recomienda esta práctica, es típico ver que todos los visitantes que se acercan hasta aquí hidratan su piel untándose con el barro.



Como dice el refrán " Allí donde fueres haz lo que vieres", nos embadurnamos de barro para luego darnos un apacible baño disfrutando de la belleza paisajística lejos de toda masificación.



                                                                                                                                                            Loli

4 comentarios :

  1. Está claro que estas son playas diferentes a las que hasta ahora nos has mostrado, Loli. Supongo que cada una siempre tiene su encanto, aunque prefiero las que tienen cerca más vegetación y el entorno es más verde.
    Lo que sí me gusta es lo limpia y clara que parece estar el agua a pesar de la tierra rojiza de alrededor.

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  2. Todas las playas de la isla de Menorca son paradisíacas o al menos eso parece a juzgar por las imágenes. Se nota que disfrutaste intensamente de la isla y que ésta ofrece muchas posibilidades al veraneante. Fantástico trabajo.

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  3. Menorca cuenta con numerosas playas para todos los gustos y esta, a pesar de ser muy diferente de las que están en el sur no deja de tener su encanto. Es una playa magnífica, su arena rojiza y aguas cristalinas crean un hermoso contraste.
    Si estáis por la zona acercaros hasta el faro de Cavallería que también merece una visita.

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  4. Veo que la variedad de playas en Menorca es importante y esa diversidad ayuda a que puedad bañarte en una playa cada día, jeje. Cada vez que leo un artículo de esta maravillosa isla, me apetece más ir. Su ubicación, las playas, la naturaleza casi virgen, me producen sensaciones de un lugar tranquilo para pasar unas vacaciones sin estrés. Enhorabuena Loli, por tus guías menorquinas.

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