lunes, 29 de septiembre de 2014

Oña y el Monasterio de San Salvador

Recorriendo los alrededores del Parque Natural de los Montes Obarenes en la provincia de Burgos, nos encontramos con la villa de Oña, dentro de la comarca de la Bureba que conserva un espléndido conjunto monumental.
Esta villa se dedicaba tradicionalmente a la extracción de resina que obtenían de los bosques de pinos que rodean la localidad, como pudimos conocer gracias a su Museo de la Resina, situado en la plaza del Ayuntamiento, concretamente en la torre de San Juan que ha sido habilitada como mirador.

Plaza del Ayuntamiento
Destacan también la judería medieval ocupada por casas dispuestas a lo largo de la empinada calle Barruso por la que se accedía a la villa y la iglesia románica de San Juan Bautista con un precioso pórtico gótico cubierto.


Iglesia y Torre de San Juan Bautista
Quedan algunos restos de la muralla en el arco de la Estrella, adyacente a la oficina de turismo y cuya escalera desciende hasta el río. En los alrededores encontramos cerezos con frutos maduros que cogimos directamente del árbol. En cuanto al entorno natural, se puede visitar la Casa del Parque, un sendero de 3 kms. que parte de los jardines y huertos del Monasterio de San Salvador recorriendo los estanques en los que los monjes criaban truchas, los manantiales y los eremitorios donde se retiraban a meditar.


Oña se encuentra al fondo de un estrecho valle por donde discurre el río Oca, afluente del Ebro, que rápidamente se encajona en el desfiladero de la Horadada, único paso medieval entre el mar Cantábrico y la meseta burgalesa. Nobles, caballeros y clérigos debían atravesar este paso si querían alcanzar la costa y pagar el correspondiente tributo para viajar por barco a otros lugares. De ahí la importancia que llegó a tener Oña en la Edad Media. Tanta que en el siglo XI el conde de Castilla D. Sancho García mandó levantar un monasterio en la localidad bajo la orden de Cluny dado el gran número de religiosos que habitaban estos montes en busca de retiro. Su hija mediana, Tigridia, llegó a dirigir el monasterio sin tomar nunca los hábitos. Por este motivo fue una de las mujeres más poderosas de Castilla. En el enorme Monasterio de San Salvador se decidió dar sepultura a los condes de Castilla fundadores de este templo.

Monasterio de San Salvador

De origen románico, el Monasterio de San Salvador que domina la villa, fue ampliado en varias ocasiones para dar cabida a una comunidad de más de 150 monjes benedictinos llegando a alcanzar gran influencia no sólo en la comarca de la Bureba sino también en muchas otras comunidades monacales de la provincia de Burgos, Palencia e incluso Cantabria. Debido a las ampliaciones observamos multitud de estilos arquitectónicos en él (románico, gótico, mudéjar, barroco, renacentista...).
La iglesia abacial se encuentra muy bien conservada y se accede a ella subiendo la empinada escalinata desde la plaza para toparnos con el pórtico que mantiene aún cierta decoración ajedrezada y ventanas de estilo románico aunque las dimensiones de la iglesia son ya las de un templo gótico. En el interior, se conservan la enorme puerta principal de madera de roble y nogal junto con un maravilloso pórtico románico policromado, curioso para la época.


Pórtico de acceso al Monasterio
El tamaño de la iglesia es colosal, es casi como una catedral y debió de estar profusamente decorada. Aún mantiene muchos de sus tesoros como el órgano barroco de más de 1000 tubos y la sillería del coro de madera de nogal en la que cada uno de los 84 sitiales fueron decorados con diferentes motivos. Se han hallado restos de pintura mural y policromía del siglo XIV en varias zonas de la iglesia sobresaliendo el fresco sobre la vida de Santa María Egipciaca. La capilla mayor de estilo barroco tiene forma de arco de triunfo y está consagrada a San Íñigo. Bajo el tabérnaculo se guardan los restos del santo en un cofre en plata y piedras preciosas.

Durante la desamortización de Mendizábal el monasterio sufrió el abandono de los clérigos y el expolio de muchos de sus tesoros. Otros, sin embargo, fueron escondidos para evitar su robo y se han encontrado ocultos muchos años después.

Probablemente, el elemento más destacado en el monasterio es el Panteón Real con los sepulcros de los condes de Castilla y los reyes de Navarra, en un principio tallados en piedra, que se ubicaban en el exterior del monasterio. Más tarde los restos fueron trasladados a un lugar más prominente en el interior del templo y se mandó tallar unos nuevos sepulcros, más nobles, en madera de nogal con incrustaciones de madera de boj para las inscripciones, únicos en Europa. Tallados por los propios monjes de la abadía, se encuentran situados bajo 2 baldaquinos decorados con frescos hispano-flamencos que representan escenas de la Pasión.
En total son 8 sepulcros en los que descansan D. Sancho García, el fundador del monasterio, su mujer Doña Urraca, su hijo García Sánchez, Sancho II el Fuerte, rey de Castilla (cuyos restos fueron traidos por el mismísimo Cid Campeador), Sancho el Mayor de Navarra, su mujer y sus dos hijos, los infantes Alfonso y Enrique.
Claustro gótico
La sacristía, de grandes dimensiones, atesora los restos de las mortajas con las que fueron enterrados algunos de los reyes hechas de sedas árabes bordadas con hilo de oro (siglo X). A través de ella se accede a la sala capitular. Ésta conserva ciertos elementos románicos pero fue modificada al derribar el claustro románico y construir el gótico de mayor altura y tamaño. Aquí se exponen los restos de una arquería románica policromada del siglo XII de increíble belleza. Es una verdadera lástima que apenas se conserven elementos del románico en la estructura del monasterio porque debió de ser impresionante.
En el claustro, de estilo gótico flamígero construido en el siglo XVI, se halla un sepulcro de uno de los obispos de Burgos realizado en alabastro y adornado con una hermosa verja de talla románica. Desde este punto se podía acceder a la iglesia de nuevo o bien al otro edificio que pertenece a la diputación de Burgos y que no se puede visitar. Nos comentan que fue dormitorio de los monjes, colegio jesuita, hospital psiquiátrico y residencia de ancianos pero que debido a su mal estado de conservación se ha cerrado a la espera de poder afrontar su reforma.

Monasterio de San Salvador

En el año 2011 se ha festejado el milenario de la fundación del Monasterio de San Salvador que durante el 2012 albergó la exposición Monacatus de las Edades del Hombre. Ya veis que se trata de toda una sorpresa que tenéis que descubrir en vuestra visita a Oña.

Susana

6 comentarios :

  1. Hola Susana, Oña es muchas cosas y de un valor histórico y paisajístico de primer orden, pero...no es la capital de la Bureba, a día de hoy sigue siendo Briviesca la capital de la Comarca.
    Además como he puesto en facebook, no avisaste para tomar un café, cachis.
    Besos

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    1. Cachis, es que, como siempre, vamos con poco tiempo y mucho que ver, Abilio. Ya he corregido el error de la capital de la Bureba. Gracias por avisarnos. Saludos.

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  2. Tengo muchas ganas de conocer este pueblo, siempre me ha parecido muy interesante. Cuando lo vi por primera vez a través de una revista de viajes, me pareció junto con Frías, uno de los sitios mas bellos que podemos encontrar por la zona. Recorrer sus calles estrechas, disfrutando de sus construcciones medievales y de la historia de sus monumentos, como la del Monasterio de San Salvador tiene que ser toda una maravilla.

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  3. La verdad es que muy cerca de nosotros tenemos rincones maravillosos por descubrir. Oña, por lo que veo es un pueblo precioso y una vez más nos trasladas a un lugar que tendremos que visitar, ya se nos van acumulando. Burgos y su provincia se merece un viaje pausado para poder disfrutar de todos y cada uno de sus rincones.

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  4. Susana, me ha gustado leer el artículo y ver tus fotos. En nuestra última visita a la provincia de Burgos, se nos quedó pendiente entrar en el monasterio de Oña, llegamos a la hora de la comida y claro, estaba cerrado, eso sí comimos muy bien en un restaurante frente a la imponente fachada de San Salvador.
    Me vendrá fenomenal tener a mano lo que, tan bien y con tanto detalle nos cuentas, para la próxima vez que nos acerquemos por la zona.

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  5. Esta pueblo y toda la región de la Bureba ha sido un gran descubrimiento. Pasear por Oña y alrededores es Una maravilla, pero no hay que irse de allï sin visitar el Monasterio de San Salvador. Es una gozada hacerlo con la visita guiada de la oficina de turismo. Ver la iglesia recorriendola palmo a palmo es un punto a favor, me gusto la grandeza del monasterio, en tiempos tuvo que ser muy importante ya que las dimensiones de nota. El Panteón Real es una obra de primer orden, una pena no poder enseñarla no estaban permitidas las fotos,cpor lo que os invito a que lo visitéis si o si. Susana te felicito por un artículo completísimo.

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