jueves, 25 de septiembre de 2014

La cascada de Sotillo, Zamora

Siempre es un placer recorrer el Parque Natural del Lago de Sanabria y descubrir los maravillosos rincones que nos depara la zona. En esta ocasión, nos acercaremos a la cascada de Sotillo uno de los rincones más bellos y frecuentados por los aficionados al senderismo y por los que buscan alejarse del bullicio del lago, sobre todo en época estival.


Para llegar a la cascada, hay que ir en dirección al Lago de Sanabria y en la población de El Puente tomar el desvío que nos acerca hasta el pequeño pueblo zamorano de Sotillo de Sanabria donde deberemos dejar el vehículo. Comenzaremos a caminar por la parte baja del pueblo en busca de la zona recreativa junto al puente del arroyo de las Truchas, por el camino unos inmensos y centenarios castaños nos darán la bienvenida. La ruta no tiene pérdida tan sólo hay que adentrarse en el bosque por el sendero marcado para seguir las indicaciones y unas balizas de madera de color marrón.


Resulta una ruta de unos 6 kilómetros ida y vuelta con una dificultad media en la que salvaremos un desnivel de unos 400 metros, ascendiendo por un camino estrecho y bastante empinado. Aunque la dificultad de esta ruta no es elevada, no deja de ser algo dura en algunos tramos donde habrá que ir con cuidado porque las piedras pueden resbalar a causa del agua y el musgo.



Después de tanta subida entre acebos, castaños y robles, una bifurcación nos indica el camino a seguir hacía la cascada o la laguna. He de decir que la cascada de Sotillo se nutre de la laguna que se encuentra a 1.600 metros de altitud y es de origen glaciar.


Nosotros continuaremos por el sendero de la cascada que es nuestro objetivo. Más adelante la pendiente cambia de sentido y se inicia un suave descenso que agradecen nuestras cansadas piernas. Aunque esta ruta esta recomendada para primavera y otoño, se puede hacer perfectamente en verano porque por el camino hay bastante sombra y la temperatura no es muy elevada, cosa que se agradece.


Pronto se empieza a oír el estruendo de la cascada y llegamos a un mirador que nos ofrece el impresionante salto de agua.
 

Es el arroyo Cabriteño que se despeña formando la espectacular cola de caballo. No es muy grande, unos 20 metros pero se encuentra en un aislado y bonito entorno que provoca una sensación de paz interior difícil de describir.


La recompensa merece el esfuerzo y una vez recuperados del encantamiento y recuperadas las fuerzas toca iniciar el descenso.



Existe una ruta alternativa que parte a la derecha del mirador que nos llevará de nuevo al pueblo. Pero he de advertir que la bajada es muy empinada e incluso resbaladiza en los primeros tramos. Mi consejo para evitar sobresaltos es que retornemos por donde hemos venido.


                                                                                                                                                               Rafa

4 comentarios :

  1. Es una propuesta perfecta de paseo ahora que vuelven el frío y el otoño. Esta época resulta muy adecuada para hacer senderismo y disfrutar de la gama de marrones, naranjas y rojos en la que se convierten los bosques. Esta zona de Zamora me es desconocida pero no me importaría realizar esta tranquila ruta hasta la cascada eso sí, bien pertrechada con la ropa y el calzado adecuados para evitar sustos. Muy interesante la excursión que nos propones.

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  2. Da gusto ver tanta agua, es muy bonita la cascada y una buena propuesta muy bien explicada, Rafa.
    Seguramente en otoño tienen que estar preciosos los castaños y robles del camino. Me han gustado mucho las fotos, tienen un efecto muy conseguido.

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  3. La visita a esta cascada es imprescindible si os gusta la naturaleza y sobre todo si estáis por la zona del lago de Sanabria. Aunque reconozco que es una gran caminata cuesta arriba, pero tiene una gran recompensa cuando aparece ante nosotros y si tenéis la suerte de estar solos la convierte es un lugar único.

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  4. Preciosa ruta y espectacular cascada. No conozco esta zona pero veo que tiene grandes posibilidades. Me encantan estos paseos con final sorprendente, te motivas, lo degustas, y al llegar al final te sientes realizado. Muy bien descrita la ruta. Buen trabajo Rafa.

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