De niña estuve unos meses viviendo en un pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara llamado Trijueque y, con mis padres primero y con Filustro después, he recorrido muchos de los pueblos que conforman la comarca de la Alcarria en mi particular viaje a esta región sin intención alguna de emular al maestro Don Camilo. Lo cierto es que muchos de ellos tienen un encanto castellano y medieval junto con un aire de abandono que los hace románticos y peculiares al mismo tiempo. Los más visitados son los ya conocidos por todos Sigüenza, Brihuega, Jadraque, Torija, pero hoy quiero hablaros de la villa ducal de Pastrana.
Convento del Carmen |
El convento de San José alberga un restaurante para degustar los ricos manjares de la provincia (migas, cabrito, calderetas, gachas, morteruelo, etc.) en el mismo refectorio donde los monjes comían un menú mucho más austero.
Doña Ana de Mendoza, Princesa de Éboli |
Aparte de su patrimonio artístico, si hay un personaje histórico que representa como nadie a la villa y la nobleza de la época ese es Doña Ana de Mendoza, Duquesa de Pastrana, universalmente conocida como la Princesa de Éboli. Ella fue princesa en Italia y duquesa en España y, su misteriosa y desconocida vida llena de intrigas palaciegas, envidias y amoríos, la condenaron a vivir encerrada primero en Pinto, donde aún queda en pie el torreón donde fue encarcelada y después en su palacio de Pastrana donde falleció. Siempre me ha parecido un personaje fascinante, adelantado a su tiempo y muy influyente en la corte española. Debía ser también una mujer independiente y de fuerte carácter que llegó a enfrentarse a Teresa de Jesús y obligarla a ella y la orden a abandonar el convento carmelita de Pastrana, tal era su potente personalidad.
Palacio Ducal |
Plaza de la Hora |
Antes de partir, no olvidéis comprar la afamada miel de la Alcarria y probar los dulces típicos de Pastrana que son los bizcochos borrachos, los abisinios y las yemas de Santa Teresa. Nosotros lo hicimos y estaban para chuparse los dedos.
Susana
fabuloso , preciosas imágenes de un muy lindo lugar ..abrazos
ResponderEliminarLa provincia de Guadalajara tiene lugares cautivadores, Atienza, Imón, Sigüenza, Carabias, Jadraque, Torija, y como no, la villa ducal de Pastrana. Siempre atrae la figura de Doña Ana de Mendoza, debió de ser una mujer de carácter fuerte, que se le castigó cruelmente por ser apasionada e inteligente.
ResponderEliminarMe parece muy bien que el palacio ducal se emplee para impartir cursos y que lo gestione la Universidad de Alcalá, así se mantiene abierto y activo.
Interesante artículo, Susana.
Mira esta página de Facebook https://www.facebook.com/FestivalDucalPastrana?ref=hl
EliminarHace un tiempo visité esta zona y me gustó mucho y que decir de su miel. El Palacio de Pastrana me atrapó, la vida de la Princesa de Eboli me parece tan interesante y apasionante que por su belleza e inteligencia provocó la atracción de los hombres más importante de su época .
ResponderEliminarUna escapada muy interesante Susana.
Este villa alcarreña tiene carácter, la he visitado en varias ocasiones y siempre he descubierto algún con encanto o que no conocía. Por fin esta última vez visité el Palacio Ducal, que aunque esta prácticamente vano, su monumentalidad, la historia que atesora, la azulejería y su artesonado convierten su visita en imprescindible. En definitiva Pastrana por su ubicación e historia merece una visita, para empapare de ese carácter que emana de sus calles. Os gustará.
ResponderEliminarEn Guadalajara podemos encontrar un montón de pueblos con mucho encanto, uno de ellos es Pastrana. Una de las villas más distinguidas tanto por su contenido histórico y artístico como por su gastronomía. Visita obligada es el Palacio que aun conserva los maravillosos artesonados y la habitación conocida como "Cámara de la Reja Dorada” donde paso las ultimas horas la enigmática y poderosa Princesa de Éboli.
ResponderEliminarBuen artículo, Susana.