jueves, 16 de enero de 2014

El Monasterio de San Pedro de Casserres, junto al Parador de Vic- Sau

Cuenta una leyenda que el hijo de los vizcondes de Osona y Cardona a los tres días de haber nacido, habló para decir que no viviría más de treinta días y que, una vez muerto, su cuerpo fuera colocado encima de una mula que caminaría a su antojo y donde se detuviera el animal se edificase un monasterio dedicado a San Pedro. Después de un largo viaje la mula se detuvo y murió. Allí levantaron el monasterio de San Pedro donde depositaron el cuerpo del niño dentro de un arca detrás del altar. Unos monjes benedictinos quedaron al cuidado del monasterio donde las reliquias del niño fueron muy veneradas y objeto de peregrinación. Se dice que en épocas de sequía, se bajaba en procesión hasta el río Ter donde se sumergía el arca que guardaban los restos del niño.


Leyendas aparte, el origen del monasterio se remonta al año 1006 cuando los vizcondes de Osona y Cardona decidieron convertir un primitivo castillo, que existía en dicho lugar, en un monasterio benedictino.


Años más tarde el monasterio perdió su independencia lo que, unido a un periodo de inestabilidad, la escasez de dinero y a la despoblación del lugar, provocó su decadencia. A finales del siglo XV tan sólo había dos monjes. En un estado de abandono, la conservación del edificio era lamentable cuando fue adquirido por el Consejo Comarcal de Osona que procedió a su restauración. Hoy el monasterio de San Pedro de Casserres se ha convertido en uno de los monumentos románicos más importantes de Cataluña.


Para visitar el monasterio hay que acercarse hasta el Pantano de Sau donde se encuentra el Parador de Vic- Sau. Una vez allí tenemos dos opciones: subir andando o en coche. Si decidimos subir andando, son unos tres kilómetros caminando a través del bosque por un sendero que comienza junto al Parador con continuas subidas y bajadas. La recompensa; un paisaje espectacular en un lugar de ensueño.


En cambio si decidimos subir en coche, la carretera también parte desde el Parador hasta llegar a un parking. Lo primero que nos encontramos es un restaurante y tienda de recuerdos, hay que entrar y atravesarlo para encaminarnos hacia el monasterio donde se compran las entradas para su visita.



Una vez visitado el monasterio para descansar y conocer la zona podemos alojamos en el Parador de Vic- Sau, situado en un lugar magnífico, rodeado de abetos y castaños. El edificio reproduce una masía tradicional catalana, con unas vistas del pantano de Sau,  ¡preciosas!



Desde este Parador se puede visitar el encanto de la ciudad de Vic, pueblos medievales como Rupit o acercarnos a la increíble zona volcánica de la Garrotxa.

                                                                                                                                                            Loli

3 comentarios :

  1. Una propuesta interesante siempre que se visite esta zona. El Monasterio parece precioso y está ubicado en un paraje de mucha belleza apenas a unos minutos del Parador. Alojarse en Paradores es siempre un privilegio pues casi todos los edificios de la marca son monumentos en sí mismos llenos de historia. Gran trabajo.

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  2. Vaya lugares elegían los monjes para sus monasterios, tenían un ojo clínico. Me encanta el románico y veo que este lugar promete, tiene muy buena pinta. En cuanto al Parador parece un lugar muy acogedor, ideal para relajarse y disfrutar de su entorno. La piscina invita a darse un baño, y además con unas vistas espectaculares. Una gran propuesta la que nos traes Loli.

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  3. Pues, Loli, nunca había oído hablar de este monasterio. Su leyenda es bastante triste, pero está ubicado en un sitio muy bonito.
    El Parador de Vic-Sau seguro que es muy agradable, me gusta su aspecto amplio y luminoso. Gracias por tu sugerencia.

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