lunes, 23 de septiembre de 2013

Parador de Hondarribia (El Emperador)

La primera vez que viaje a Hondarribia era un día frío y oscuro de invierno, sólo fui para un día y no pude disfrutar bien de los encantos de esta antigua ciudad. Así que hace poco hice una escapadita y volví a recorrer sus calles ¡lo que no me imaginaba es que me iba a gustar tanto!

Entrada al casco antiguo de Hondarribia

En su condición de villa fronteriza fue testigo de innumerables batallas, su casco antiguo transporta al visitante a tiempos más lejanos y para descubrir los tesoros que alberga, nada mejor que alojarnos en el edificio más impresionante de la ciudad, el antiguo Castillo del Emperador Carlos V, convertido en Parador de Turismo.


Se encuentra en la parte mas alta de la ciudad, junto a la plaza de armas, lugar escogido para todo tipo de celebraciones y actos públicos. Fundado por el rey navarro Sancho Abarca en el siglo X, aún hoy mantiene su aspecto defensivo en un entorno monumental que le imprime una belleza sin igual.
Cada vez que estallaba una guerra que enfrentaba a España con Francia, Hondarribia, debido a su situación fronteriza, era la primera localidad en ser atacada por los franceses. Fue Carlos V quien le restaura y le da su aspecto actual. Sus gruesos muros fueron testigo de innumerables batallas y aún hoy en la fachada del Parador se pueden apreciar gran cantidad de impactos de balas de cañón.


Este Parador es uno de los más bonitos de la red de Paradores. Así que merece la pena entrar aunque solo sea para tomar algo en su cafetería. Pero si no estás alojado, no te dejan entrar a las zonas comunes donde se encuentra su patio y sobre todo la terraza con unas hermosas vistas de la desembocadura del Bidasoa y de la costa francesa.


Antes de ser castillo fue palacio real. Poco queda ahora de aquella zona destinada a dependencias reales que acabó reducida a escombros durante la invasión francesa. Pero el Parador ha sabido mantener aquella atmósfera con un interior magníficamente recuperado donde destaca el agradable patio cubierto de piedra y vegetación que le da un toque de romanticismo.



Entrar en el Parador es encontrarse con hermosos recovecos, adornados con armaduras, cañones y lanzas. Impresionantes salones con artesonados que aportan un aire de elegancia. Nos dieron una habitación con vistas a la bahía desde donde se veía la localidad francesa de Hendaya y de vez en cuando el aterrizaje de algún avión. El aeropuerto de Irún esta cerca pero son pocos los aviones que pasan, así que no es ningún inconveniente. El Parador no tiene restaurante, pero esto no es un problema. En los alrededores hay una gran oferta gastronómica con varias zonas de pinchos y restaurantes.




Me gustó mucho descansar en este magnífico castillo donde en su día descansaron reinas y princesas como Ana de Austria, Isabel de Borbón, Isabel de Valois o María Teresa de Austria.

                                                                                                                                                               Loli

5 comentarios :

  1. Muy bonito,viendo la entrada hemos retrocedido en el tiempo.Un saludo.

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  2. No conozco este parador y tengo muchas ganas de alojarme en él, aunque nos queda demasiado lejos, pero todo llegará...
    Ese patio de piedra tiene una pinta muy agradable, y la terraza exterior debe de tener unas buenas vistas. Gracias por mostrarnos tus fotos, Loli, me han gustado mucho.

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  3. ¡Qué precioso parador! No es de extrañar que te sintieras como una reina en su interior, es un magnífico castillo. Me recuerda un poco al de Jaén. Las fotos y el post son estupendos, Loli. Un gran trabajo.

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  4. Hasta ahora todas las referencias de Hondarribia y su Parador son excelentes. Habrá que hacer una escapadita por tierras vascas. Todo tiene una pinta estupenda, habrá que ir y confirmar las expectativas tan buenas que describes en el artículo. Un castillo, buenas vistas, buena comida y un pueblo con historia, que más se puede pedir. Buen trabajo Loli.

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  5. Un Parador muy acogedor, con una decoración de corte medieval muy adecuada para el entorno. Destacaría el patio y la terraza con vistas a la espléndida bahía del Bidasoa y a la vecina Hendaya. La ubicación del Parador es perfecta, en pleno casco antiguo de
    Hondarribia, un encantador pueblo vasco muy cerca de San Sebastián.

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